lunes 25  de  marzo 2024
FINANZAS PERSONALES

La guerra de las fuerzas financieras

Al igual que en la guerra eterna entre el bien y el mal, en el mundo de las finanzas personales hay dos fuerzas que siempre están en conflicto

Diario las Américas | ANDRÉS GUTIÉRREZ
Por ANDRÉS GUTIÉRREZ

Andrés,

Soy una persona joven, tengo 3 hijos, y quisiera saber qué puedo hacer para poder cambiar mi vida. Me da pena decirte que gano casi $1,000 por quincena, mis gastos son aproximadamente $900 dólares por mes y solo tengo $7 dólares ahorrados. ¿Qué me sugieres hacer?

Rubén,

Oklahoma City, OK

 

Hola Rubén,

Qué pena que uno trabaje tan duro para estar en una situación así. Al igual que en la guerra eterna entre el bien y el mal, en el mundo de las finanzas personales hay dos fuerzas que siempre están en conflicto, aunque no deberían.

Una de esas fuerzas es ese sentimiento de querer disfrutar del fruto de “mi trabajo”. Cuando la gente dice eso, normalmente se refiere a gastar su dinero en caprichos y antojos. Lo triste es que los que se dejan llevar por esta fuerza terminan en la ruina sin importar cuánto ganen. Para ser irresponsable con el dinero no se requiere mucho esfuerzo, solo te dejas llevar por los sentimientos y la publicidad y terminas en cero a pesar de que ya llevas 40 años trabajando. A esto le vamos a llamar la fuerza del mal.

En las conferencias que doy, siempre invito a que levanten la mano los que creen que el ahorro es bueno. ¿Me creerías si te digo que el 99 por ciento de la gente siempre levanta la mano? Todos saben que el ahorro es bueno, pero son pocos los que logran acumular ahorros, y todavía menos, los que invierten. En el mundo del dinero, esta sería la fuerza del bien. Su característica principal es que requiere carácter para tomar decisiones y respetarlas. En otras palabras, esta fuerza exige responsabilidad.

De estas dos fuerzas, la del mal ha sido la más fuerte y es obvio, por la situación en la que se encuentra la mayoría de la gente. Resulta muy “cómodo” y hasta parece conveniente: un gustito por aquí, otro antojito por allá, y si no alcanza el efectivo pues ahí está la tarjeta, total es de plástico y aguanta… y cuando se dan cuenta, lo único que tienen son deudas. Gastar y disfrutar no es malo; yo recomiendo meter gastos como diversión, entretenimiento, restaurantes, viajes, y hasta caprichos, en tu presupuesto. ¡Esa es la gran diferencia! Sí se puede hacer este tipo de gastos, pero dentro de un presupuesto familiar que forma parte de un plan financiero.

Te debería dar coraje estar en esta situación. Entiendo tu frustración, pero me da gusto saber que tienes $7 dólares a tu nombre y que no estás $7,000 dólares en el hoyo. Si tuvieras más acceso a crédito no dudo que estarías preguntándome cómo salir del enredo de las deudas. Continúa aprendiendo sobre finanzas personales e invita a tu esposa a aprender contigo. Visiten mi página (www.andresgutierrez.com) para aprovechar los recursos que tenemos ahí. Estamos por iniciar el año nuevo y qué mejor época para enfocarse en una nueva vida financiera y vencer las fuerzas del mal.

Andrés

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