SAN JOSÉ.- Según el 5º informe del Estado de la Región, el 8,5% de la población de Centroamérica ha emigrado en los últimos años. Esto significa que cerca de cuatro millones de centroamericanos viven fuera de sus respectivos países, entre los que destacan destinos como Estados Unidos, donde radica el 82% de los emigrantes, seguido por México y España.
Costa Rica el mayor receptor
En cuanto a la migración dentro de Centroamérica, Costa Rica es el principal destino receptor, ya que acoge al 64,8% de los 513.000 migrantes centroamericanos que circulan entre los países vecinos, siendo la mayor parte procedente de Nicaragua con el 90, 1%, Panamá con el 4% y El Salvador con 3%.
Entre tanto, Belice y Guatemala ocupan el segundo lugar como receptores de migrantes centroamericanos, con 8% cada uno.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) señala que en los últimos 15 años, la comunidad de nicaragüenses residente en Costa Rica aumentó en 61.392 personas, totalizando 287.766.
El quinto Estado de la Región señala que son múltiples las causas que explican por qué Centroamérica es una región expulsora de población: la falta de oportunidades laborales, los persistentes problemas de violencia e inseguridad y hasta las persecuciones políticas figuran entre las razones.
Efectos económicos
Los efectos que estos flujos migratorios tienen sobre las diferentes economías centroamericanas son ambivalentes. Por un lado, aquellos países del istmo centroamericano que son receptores de migración logran reforzar sus fuerzas laborales, pero el expulsor podría llegar a padecer de fuga de talento.
Sin embargo, las preguntas sobre cómo manejar el fenómeno migratorio aún giran en torno a salarios, trabajo, salud pública, integridad familiar y crecimiento económico.
“Centroamérica sigue siendo afectada por su limitado desarrollo económico y social; con índices de productividad entre los más bajos del mundo y la mayoría de su mano de obra es poco calificada, de modo que por lo general, está subempleada o desempeña trabajos informales”, cita el documento.
El estudio dice que durante los primeros cinco lustro del presente siglo, los siete países de la región centroamericana no han cambiado las estructuras que motivan a millones de sus pobladores a emigrar a otros países, en particular a Estados Unidos, o a soportar con resignación una vida de pobreza e inseguridad.
A pesar de algunos avances puntuales en el campo social y económico, el progreso centroamericano resulta insuficiente para evitar que, en los próximos años, más centroamericanos se sumen a los casi 4 millones de ellos que y salieron.
FUENTE: Especial
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