MADRID.- El pasado de guerrillero en el que habría cometido ilícitos parece seguir al candidato izquierdista a la presidencia Gustavo Petro, en momentos que busca llegar a la presidencia de Colombia.
MADRID.- El pasado de guerrillero en el que habría cometido ilícitos parece seguir al candidato izquierdista a la presidencia Gustavo Petro, en momentos que busca llegar a la presidencia de Colombia.
El juez de la Audiencia Nacional de España, Joaquín Gadea, admitió una denuncia presentada contra Gustavo Petro por el secuestro del periodista Fernando González Pacheco por parte de la organización guerrillera M-19, en la que militó el político.
En un auto del pasado 19 de mayo, el juez de refuerzo del Juzgado Central de Instrucción Número 6 explica que la admisión se produce "a los solos efectos" de ofrecer a los familiares del periodista la posibilidad de querellarse después de que la Fiscalía haya rechazado hacerlo.
De hecho, fuentes jurídicas explicaron que el Ministerio Público recurrió en apelación al no apreciar la conexión de los hechos con la jurisdicción del tribunal.
La admisión a trámite de la denuncia se ha dado a conocer un día después de que Petro haya conseguido pasar a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Colombia tras conseguir el 40,32 por ciento de los votos.
El periodista --en una fecha indeterminada comprendida entre 1977 y 1990-- habría sido secuestrado por la guerrilla y liberado posteriormente. González Pacheco, que gozaba de una gran fama en Colombia, murió en Bogotá en 2014 por una complicación cardíaca.
La relación que conecta estos hechos con la Audiencia Nacional es, refiere el magistrado, que fuentes abiertas apuntan que González nació en España. Sin embargo, y para corroborarlo, el magistrado ordena a la Policía comprobar si el periodista "ostentaba la nacionalidad española al tiempo de producirse los hechos denunciados".
Adicionalmente, el juez Gadea solicita que se averigüe --con el auxilio de las autoridades colombianas-- si Petro "goza de estatuto de amnistiado o indultado, y especialmente, si ha sido investigado, absuelto o condenado por los hechos" que se investigan. Y, además, ofrece al propio Petro personarse en esta condición en el presente procedimiento para poder defenderse.
Aunque el proceso en la política de Petro ha sido extenso --fue concejal de Zipaquirá, representante a la Cámara por Cundinamarca, luego, senador, su ideología está centrada en la izquierda y miles de colombianos recuerdan la época en la que fue militante de la guerrilla M-19-- hay otras polémicas por las que el candidato del Pacto Histórico suele ser criticado, sobre todo en esta etapa en la que busca ser el próximo presidente de la Colombia.
Una de las razones por las que Petro ha protagonizado varias polémicas está relacionada con los contratos del medio masivo de transporte público de Bogotá: el TransMilenio.
En un principio se tenía en mente que el economista no extendería los contratos para el sostenimiento de la organización, pero Petro bajó las tarifas del sistema un 13 %, hecho por el que la Contraloría asumió que la medida era ilegal y fue así como lo acusaron de la responsabilidad fiscal del caso, pero la Corte Constitucional pidió retirar esta acción durante su mandato.
Otro de las variables por las que el economista suele ser mencionado y criticado es por aprobar el POT mediante un decreto, a pesar del desacuerdo del Consejo de esta ciudad.
“El alcalde no puede adoptar el proyecto por decreto, pues estaría contrariando y desconociendo las facultades constitucionales y legales del Concejo, antes anotadas, para decidir la suerte de los proyectos de acuerdo”, fueron las palabras de los representantes del Consejo de la capital en 2013, según reseña Semana.
Quizá este es uno de los ítems que más se menciona en varios escenarios políticos y en redes sociales. Petro tuvo la iniciativa de incorporar una transición para que el servicio de aseo general en Bogotá volviera a la administración distrital; todo esto con el objetivo de establecer un programa en el que el foco poblacional prioritario fuera el colectivo de recicladores.
Para que el proyecto tuviera cabida, se planeó prorrogar los contratos con operadores privados por varios meses, esto iba de la mano con el diseño de una organización de carácter público que debía iniciar labores el 18 de diciembre del 2012, pero sus cálculos no fueron los adecuados y, al contrario, agregaron cláusulas de urgencia a la contratación de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB).
En consecuencia, la idea que llevaba por nombre “Basura Cero” terminó con baja recepción y entre el 18 y el 21 de diciembre (del año en mención) en Bogotá los residuos de basura no se recogieron en varios puntos, esto hizo que las autoridades y los contradictores del Concejo de la ciudad lo denunciaran.
FUENTE: Con información de Europa Press y Semana