WASHINGTON.- Luis Almagro insiste en su pulso con Nicolás Maduro. 24 horas después de que una rueda de prensa que ofrecía con Lilian Tintori, esposa del encarcelado dirigente opositor Leopoldo López, fuera interrumpida por la Embajadora venezolana en la Organización de Estados Americanos (OEA), el Secretario General del organismo le abrió las puertas de la sede de la instancia a cuatro organizaciones de Derechos Humanos del país para que expusieran la situación de las garantías fundamentales y allí se comprometió públicamente a trabajar para “restituir la democracia en Venezuela”.
“Devolverle la voz al pueblo, a través de la celebración de elecciones generales, es el primer paso en el camino para restituir la democracia en Venezuela", señaló. “Devolverle la voz al pueblo, a través de la celebración de elecciones generales, es el primer paso en el camino para restituir la democracia en Venezuela", señaló.
"El pueblo venezolano puede seguir contando con la OEA y su Secretario General. Hoy le reiteramos nuestro compromiso a trabajar juntos para reestablecer la democracia”, afirmó al instalar el acto, celebrado ayer en el salón Simón Bolívar del edificio histórico de la OEA en Washington (Estados Unidos).
Durante sus palabras, Almagro volvió caracterizar al Gobierno de Maduro de “dictadura”, por haber “vetado el derecho de los ciudadanos a votar” y por su control sobre los demás poderes públicos, en especial el Judicial, lo cual hace que “hoy ningún ciudadano pueda defender sus derechos”.
Esta visión fue respaldada por el Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea), cuyo coordinador de Investigación, Inti Rodríguez, afirmó: “En Venezuela estamos en presencia de un Gobierno que está extinguiendo el Estado Derecho (…) Es un Gobierno que se ha valido de la democracia para cerrar los espacios democráticos. Luego de su derrota en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre de 2015 parece que el Gobierno decidió no celebrar más elecciones hasta que pueda ganarlas”.
Lo anterior le permitió a Rodríguez aseverar: “No tenemos ninguna duda en apoyar los esfuerzos de activación de la Carta Democrática Interamericana, porque a diferencia de lo que ha querido hacer ver el Gobierno ella no abre las puertas al intervencionismo sino al retorno de la democracia”. Acto seguido recordó que en el año 2002 Provea pidió la activación de la Carta durante el golpe que derrocó al entonces presidente Hugo Chávez, tras lo cual remató: “Si aquel momento fue buena la Carta también lo es ahora”.
Además de la negativa a celebrar elecciones, el representante de Provea justificó la petición de sanciones contra el Ejecutivo en su negativa a reconocer la crisis económica y social que padece el país y la cual ha llevado los niveles de pobreza a niveles superiores a los que había en 1999.
“Hoy 13 millones de venezolanos son pobres, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2015”,dijo.
La justicia en la mira
El comportamiento del Poder Judicial y su alineación con el Gobierno fue uno de los temas centrales del evento en la OEA. Así Gonzalo Himiob del Foro Penal Venezolano recordó que hoy hay 115 presos políticos en el país y más de dos mil personas en libertad condicional por procesos abiertos protestar en 2014 y que siguen abiertos.
“No interesa la verdad, lo que interesa es hacer sentir el poder del estado ante quienes deciden alzar la voz y dicen no estar de acuerdo con el Gobierno”, alertó.
Por su parte, Mercedes De Freitas, de Transparencia Venezuela, luego de informar que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ha anulado todas las decisiones adoptadas por la Asamblea Nacional desde que se instaló en enero de 2016 denunció que ese organismo ha cercenado derechos como el acceso a la información y fomentado la corrupción.
“El TSJ ha suspendido todas las decisiones que fueron presentadas para la defensa de derechos y no ha permitido, a petición de las organizaciones que lo hemos hecho, presionar a los órganos de justicia para que investiguen los casos de corrupción”, afirmó, al tiempo que agregó: “La corrupción es endémica en Venezuela. ¿Qué significa eso? Que no hay espacio en la vida en donde no sea el mecanismo a través del cual las personas intentan caminar para obtener lo que necesitan de contratos, como los gigantescos que se le otorgaron a Odebrecht y que representaron en facturación 11 mil millones de dólares, hasta la compra de alimentos”.
Por su parte, Marco Ponce, del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, afirmó que la crisis económica que vive el país y el aumento de la pobreza son los causantes del causante del 70% de las más de 6.917 protestas y de los 856 saqueos que el año pasado se registraron en el país e instó a las autoridades a tomar acciones para evitar un “estallido social”.
Pero como el lunes, un grupo de activistas pro oficialistas trató de sabotear el evento. Un ciudadano americano le preguntó a Almagro por qué se pronunciaba sobre Venezuela y sobre la situación de otros países y puso como ejemplo la destitución de Dilma Rousseff en Brasil, el golpe contra Manuel Zelaya en Honduras en 2009 o la desaparición de los 43 estudiantes de México en 2014.
El uruguayo no dudó en calificar de “ignorante” a quien formuló la pregunta y le recomendó leer los documentos de la OEA en todos esos casos y se retiró de la sala en medio de aplausos de la mayoría de los asistentes.
