BUENOS AIRES — El ministro de Economía argentino Sergio Massa, un peronista de centroizquierda, y el líder liberal y antisistema Javier Milei se medirán en un balotaje por la presidencia, según resultados parciales difundidos este domingo.
Según los datos oficiales de la Cámara Nacional Electoral, será necesario un balotaje el 19 de noviembre entre los dos candidatos más votados: Sergio Massa y Javier Milei
BUENOS AIRES — El ministro de Economía argentino Sergio Massa, un peronista de centroizquierda, y el líder liberal y antisistema Javier Milei se medirán en un balotaje por la presidencia, según resultados parciales difundidos este domingo.
Massa, un abogado de 51 años y candidato de la coalición Unión por la Patria durante cuya gestión se disparó la inflación, obtuvo 36,54% de los votos frente a Milei, con 30,06%, según el escrutinio de 96,31% de las mesas.
A pesar de su pésima gestión en materia económica, el peronista pidió el voto. "No les voy a fallar", clamó Massa en su primer discurso tras la elección, al pedir el respaldo para la segunda vuelta.
"Quiero convocarlos a que tengamos la capacidad de poner punto final a la idea de la destrucción del otro, a la idea del amigo/enemigo. Si hay algo que ha quedado claro en esta elección es que la grieta se murió y empieza una nueva etapa", aseveró el ministro de Economía del kirchnerismo.
Para ganar las elecciones el candidato más votado debía obtener al menos el 45% de los votos válidos o 40% y una diferencia de 10 puntos porcentuales sobre el segundo más votado. Como ocurrió lo contrario, las dos fórmulas con más sufragios se enfrentarán en un balotaje el 19 de noviembre. Quien resulte electo asumirá el poder el 10 de diciembre.
Los argentinos votaron sumidos en la frustración por un contexto de inflación, inseguridad y corrupción.
Milei, de 52 años y quien fue la sorpresa en las elecciones primarias de agosto al ser el más votado, ha prometido terminar con estos problemas y sacudir el sistema político.
El liberal tiene un discurso en contra de la clase política tradicional, a la que tacha de “casta” de privilegiados, y ha sabido empatizar con amplios sectores populares que tienen su poder de compra pulverizado y han sido testigos de constantes escándalos de corrupción protagonizados por funcionarios públicos.
En los comicios también se renuevan 24 bancas del Senado y 130 de diputados nacionales y se eligen varios alcaldes y gobernadores, entre ellos el de la provincia de Buenos Aires, el distrito más importante del país.
Decenas de argentinos acudieron desde temprano a las urnas en una jornada marcada por la ansiedad y la incertidumbre por el día después en medio de una inflación anual cercana al 140% y con 40,1% de la población de unos 46 millones de habitantes sumida en la pobreza.
La suba de precios, la inseguridad y la falta de previsibilidad económica están al tope de las preocupaciones en las encuestas de opinión.
El presidente Alberto Fernández, dirigente peronista que no se presentó a la contienda debido a su mala imagen en las encuestas de opinión, desistió de buscar la reelección y la vicepresidenta y exmandataria Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), que enfrenta distintas causas por presunta corrupción, tampoco se postuló.
Sabrina Rodríguez, una estudiante de 36 años, dijo que esperaba en estas elecciones “un cambio de ciclo” en la conducción política del país.
Espero “que no gane un proyecto que pone en riesgo la democracia”, señaló, por su parte, Cristian Jacobsen, un profesional de 38 años, quien aseguró que votó por Massa.
Milei propone una reforma integral del Estado que incluye un recorte drástico del gasto público y la privatización de las empresas públicas. Para combatir la inflación dice que cerrará el Banco Central por considerarlo responsable de la emisión monetaria sin freno y una libre competencia de monedas que culmine en una dolarización de la economía.
El economista, que se identifica con los expresidentes ultraderechistas Donald Trump de Estados Unidos y Jair Bolsonaro de Brasil, plantea en su plataforma electoral “la desregulación del mercado legal” de armas “y proteger su uso legítimo y responsable por parte de la ciudadanía”. Defiende que cualquiera que esté en condiciones de solicitar la tenencia de armamento pueda hacerlo sin ser desalentado por el propio Estado, como cree que ocurre hoy en la práctica.
Massa ha dicho que cancelaría definitivamente la deuda de unos 44.000 millones de dólares que el país tomó en 2018 con el Fondo Monetario Internacional para sacar al organismo del escenario. Prometió que logrará orden fiscal y superávit comercial e intentará persuadir al electorado peronista de que siga apostando por la fuerza que ha implementado un vasto tejido de ayudas sociales para los desfavorecidos. Advierte además que las políticas de Milei esconden un recorte de derechos básicos.
Bullrich defiende su experiencia en el área de seguridad luego de ser ministra de esa cartera entre 2015 y 2019. Ha tratado de convencer a los votantes de que, como miembro de un partido que ejerce el poder en varias gobernaciones provinciales y goza de un nutrido bloque parlamentario, es capaz de llevar a cabo una reforma económica para favorecer el crecimiento.
FUENTE: Con información de AP / AFP