QUITO.- Un llamativo caso reveló una preocupante tendencia entre los narcotraficantes de Ecuador, quienes, inspirados por la figura del capo colombiano, Pablo Escobar, han establecido zoológicos clandestinos que amenazan seriamente la diversidad de la fauna en este país.
El mes pasado, las autoridades policiales descubrieron una pareja de jaguares, una especie en peligro de extinción, en una propiedad perteneciente a Wilder Sánchez Farfán, alias "Gato" Farfán, un narcotraficante ecuatoriano con vínculos con el cartel mexicano Jalisco Nueva Generación y buscado por la justicia estadounidense tras su arresto en Colombia en febrero.
Los jaguares, junto con otras especies exóticas como loros amazónicos, faisanes, pericos y aves traídas presumiblemente desde China y Corea, fueron encontrados en este zoológico clandestino.
Este fenómeno, que se desarrolla en paralelo al aumento de la violencia y el tráfico de drogas en Ecuador, ha llevado a un incremento en las incautaciones de animales víctimas del tráfico y el rescate de especies en este país, uno de los más biodiversos del planeta. En 2022, la policía confiscó y brindó atención a 6.817 ejemplares, en comparación con los 5.951 de 2021.
Fauna de Ecuador en peligro
Los animales rescatados, incluyendo a los jaguares y las aves del "Gato" Farfán, fueron trasladados a centros especializados en fauna silvestre para recibir atención veterinaria y evaluar su posible reintroducción en su hábitat natural, aunque en la mayoría de los casos, esta opción es poco viable.
Los coleccionistas de animales consideran que tener especies exóticas es un símbolo de estatus dentro del mundo del crimen organizado, compitiendo con propiedades lujosas, autos de lujo, obras de arte y joyas.
Mientras en Ecuador el tráfico de fauna silvestre conlleva una pena de hasta tres años de cárcel, en países como Colombia y Perú, las penas pueden ser mucho más severas, alcanzando hasta nueve y 20 años, respectivamente.
En el Hospital de Vida Silvestre Tueri en Quito, se están recuperando tigrillos, monos, puercoespines, loros y búhos víctimas del tráfico de especies. Aunque algunos pueden ser devueltos a su entorno natural, la mayoría deberán vivir en refugios, ya que han perdido la capacidad de sobrevivir en la naturaleza, y otros no sobrevivirán debido a sus graves lesiones.
FUENTE: Con información de AFP/Redacción