PORTO ALEGRE.- El saldo trágico de las inundaciones en el sur de Brasil sigue escalando, alcanzando la dolorosa cifra de 100 personas fallecidas este miércoles. Las autoridades, en un llamado desesperado, instan a los afectados a no retornar a las áreas de riesgo.
De acuerdo con la Defensa Civil, al menos 100 personas han perdido la vida, mientras que 372 han resultado heridas y otras 128 continúan desaparecidas debido a las inundaciones desencadenadas por el desbordamiento de los ríos tras las intensas lluvias de la última semana en el estado de Rio Grande do Sul.
Las autoridades reiteran su advertencia a los residentes para que eviten regresar a las zonas afectadas, señalando el potencial de inestabilidad del terreno y los riesgos para la salud asociados con el contacto con aguas contaminadas, que pueden transmitir enfermedades.
Más de 400 municipios se han visto afectados por este desastre natural, incluida la capital del estado, Porto Alegre, donde más de 160.000 personas han sido evacuadas de sus hogares. Las estimaciones preliminares indican que cerca de 100.000 viviendas han sido dañadas o destruidas, con pérdidas económicas que superan los 4.600 millones de reales (908 millones de dólares), según la Confederación Nacional de Municipios.
Aunque el nivel del río Guaíba, que desbordó sobre Porto Alegre, ha comenzado a descender, la situación aún se mantiene precaria. En diversas zonas, como la del Gasómetro, emblemático punto turístico de la ciudad, las aguas continúan en aumento, dificultando las labores de rescate y movilización.
El desafío logístico es evidente, con voluntarios utilizando embarcaciones para alcanzar a aquellos atrapados en sus hogares o que se han negado a abandonarlos por temor a los saqueos. La devastación se extiende incluso en áreas que ahora se asemejan a vertederos improvisados, con un olor nauseabundo que impregna el aire.
"Peligro potencial"
Mientras tanto, la incertidumbre persiste con respecto a las condiciones meteorológicas futuras. El Instituto Nacional de Meteorología (Inmet) advierte sobre posibles tormentas de "peligro potencial" en el sur del estado, con pronósticos de fuertes lluvias y vientos hasta el miércoles, seguidos de aguaceros previstos desde el viernes hasta el domingo en la región de Porto Alegre.
Este desastre coincide con la publicación de un informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que resalta un récord de peligros climáticos en Latinoamérica y el Caribe en 2023, atribuido al fenómeno de El Niño y al calentamiento global causado por la actividad humana. Según José Marengo, coordinador de investigación del Centro Nacional de Monitoreo y Alertas de Desastres Naturales (Cemaden), el aumento de eventos extremos y la intensificación de su frecuencia son indicativos de la realidad climática que enfrenta Brasil, marcada por el cambio climático.
FUENTE: Con información de AFP