El régimen cubano no ofrece soluciones duraderas a a la crisis eléctrica que vive el país, que se agudizó a partir de 2021
Un apagón en Cuba.
AP/Ramón Espinosa El viacrucis de los apagones en Cuba
DIARIO DE CUBALA HABANA.- Poco duró el alivio de los apagones que disfrutaron los cubanos después que el fin de semana la Termoeléctrica Antonio Guiteras, de Matanzas, volviera a generar energía. Pero apenas 72 horas después, son seis las plantas térmicas fuera de servicio por avería y el déficit eléctrico nacional roza el 20% de la demanda.
De acuerdo con el pronóstico la estatal Unión Eléctrica (UNE), después de un lunes con una afectación del orden de los 448MW en la hora de máxima demanda, esta subió a los 610MW el martes 3 de septiembre, y con ello los cortes de energía han ido en aumento en la isla, reseña el portal web CubaNet.
Mientras que el domingo pasado eran tres las termoeléctricas averiadas, y el lunes cinco, ahora se sumó a la lista una más. Fuera de operaciones están las unidades 3, 5 y 6 de la Termoeléctrica Rente, de Santiago de Cuba; la 4 de Cienfuegos; la 6 de la planta de Mariel, y la 2 de la Felton.
Además de lo anterior, hay 39 centrales de generación sin funcionar por escasez de combustible, que suman 206MW dejados de producir.
La Empresa Eléctrica de La Habana, que solo programa apagones en la capital de unas cuatro horas, lleva varias semanas informando de cortes de servicio por mantenimiento en las instalaciones que se extienden entre las 8:00AM y las 4:00PM. Para este martes, esa situación afectará a repartos de nueve municipios.
El régimen cubano no ofrecen soluciones duraderas a la crisis eléctrica que vive el país, y que se agudizó a partir de 2021. Todas sus promesas de mejoría duran horas, mientras que la tecnología de generación sufre un deterioro irreversible.
De hecho, la más reciente avería de la Guiteras, ocurrida hace una semana, se debió a problemas en las válvulas de regulación de la turbina. Rubén Campos Olmos, director general del mayor bloque de generación de la Isla, comentó entonces que buscarían echarla a andar en menos tiempo que el que demandaría el traslado y montaje en la industria de una nueva bomba.
O sea, que la termoeléctrica cuyas frecuentes averías provocan largos apagones, que han encendido el descontento social, dando lugar incluso a protestas en varias ciudades cubanas en los últimos años, ahora mismo funciona gracias a una reparación que no es ni mucho menos una solución duradera, sino un remiendo.
A mediados de junio pasado, Jorge Piñón, director del Programa de Energía para Latinoamérica y el Caribe de la Universidad de Texas, advirtió a DIARIO DE CUBA que "las plantas cubanas están fuera del ciclo de vida útil, con más de 35 años de explotación. Por eso siempre hemos dicho que no hay solución de parches a corto plazo. La total recapitalización del sistema es la única solución, y Cuba no tiene lo que necesita para eso: tiempo (de tres a cinco años) y dinero (de cinco a ocho billones de dólares)".
FUENTE: Redacción/Con informacion de CubaNet
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