domingo 22  de  junio 2025
LIBERTAD DE EXPRESIÓN

Batallas de Miguel H. Otero contra la censura, entre Telefónica y el modelo cubano en Venezuela

El director del medio venezolano El Nacional afirma que la multinacional persiste en el bloqueo que trasciende fronteras, en contra de la libertad de expresión

Por Olgalinda Pimentel

MADRID.- En tiempos de miedo esparcido y de falta de empatía en el mundo, Miguel Henrique Otero, director de El Nacional digital, sigue dando batallas fuera de Venezuela, contra la censura y la arbitrariedad desde el poder que han asediado al medio venezolano.

En Madrid, donde reside tras su exilio por el acoso del régimen de Maduro, Otero demandó a la multinacional española Telefónica por el prolongado e insistente “bloqueo” del medio digital a través del servicio de internet, desde la filial en Venezuela, y, en consecuencia, por la violación del derecho fundamental de la libertad de expresión.

De acuerdo con la demanda, las acciones de la proveedora de servicios de telecomunicaciones internacional contravienen las normas de la empresa y estrictas regulaciones europeas, además de ocasionarle a Otero “un daño patrimonial muy grande”, según señala.

“El caso de Telefónica es muy importante, debido a que las filiales no pueden instalarse en un país distinto al de origen y violar los derechos humanos. Y eso es exactamente lo que hace la empresa. Cuando dicen que CONATEL (estatal reguladora de medios) los obliga por ley venezolana, ellos no pueden usar ese argumento para contradecir la legislación europea”.

Además de EN web, la trasnacional en Venezuela bloquea a más de 60 sitios web, incluidos ocho medios de comunicación, algunos internacionales como NTN24 y CNN, indican datos que él maneja.

Telefónica, censura sin fronteras

Otero, matemático e hijo del escritor y periodista venezolano, Miguel Otero Silva, fundador del diario El Nacional (1943), lleva parte de los últimos 20 años lidiando contra la censura del régimen venezolano, pero desde fecha más reciente enfrenta también la que Telefónica impone a medios españoles sobre el caso Venezuela.

“La censura en internet rozó el bloqueo total de servicios antes de las elecciones en Venezuela y, sin embargo, la mayoría de medios españoles han ignorado esta realidad sistemática”, reitera y revela una circunstancia que califica de devastadora: la información sobre la demanda contra Telefónica no se ha publicado.

“Cuando se indaga en los medios, estos alegan que la empresa es un anunciante muy poderoso, quizá el más importante, y los presiona sistemáticamente para que no publiquen cosas que van contra sus intereses” afirma.

“Este silencio ante la censura de Telefónica revela autocensura y una profunda crisis de valores en el periodismo español”, añade.

Con base a la violación de la libertad de expresión, Otero prepara una segunda demanda contra Telefónica en EEUU.

“La empresa está bloqueando nuestro dominio puntocom que es norteamericano y cuyos servidores tenemos en Texas y Miami”, dice.

Recuerda que el secretario de Estado Marco Rubio anunció en mayo pasado sanciones, como restricciones de visa, a autoridades extranjeras que violen la libertad de expresión o que sean cómplices de la censura contra los americanos, según reseñaron medios.

“La libertad de expresión es esencial a nuestro modo de vida, un derecho innato sobre el cuál los gobiernos extranjeros no tienen autoridad", aseveró entonces el alto funcionario de Trump.

Otero agrega que Telefónica tiene además un juicio en EEUU por corrupción, lo que favorece la nueva demanda.

“Ya han pagado 70 millones de dólares, pero además son empresa norteamericana porque cotizan en la Bolsa de Nueva York”.

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Asedios y despojo contra El Nacional

El asedio de Telefónica contra EN web lleva al menos ocho años, tiempo durante el cual los socios de Venezuela han prometido “buscar mecanismos” para disuadir el bloqueo al que le obliga supuestamente el régimen de Maduro, pero “no han hecho nada”.

“En la práctica son cómplices silenciosos del régimen”, sostiene Otero, uno de los editores venezolanos más acosados por funcionarios, entre ellos el entonces diputado y directivo del oficialista PSUV, Diosdado Cabello, actual ministro de Relaciones Interiores.

La reproducción de un artículo publicado en un diario español en el que se señalaba a Cabello de estar implicado en narcotráfico, le costó a Otero, como también a otros representantes de medios nacionales, una demanda en 2015 que la justicia afín a Maduro hizo prosperar a favor del segundo hombre más fuerte del régimen.

La decisión civil, tras un fallo del Supremo, impuso un monto impagable por resarcimientos que culminó con el despojo de la sede principal del diario El Nacional y su rotativa

Años antes una empresa estatal distribuidora de papel para imprimir el diario y sus productos obstaculizó la adquisición del insumo esencial y acabó en 2018 con el impreso de mayor circulación nacional, formador de opinión pública y de periodistas, luego de 75 años de llevar información nacional e internacional a los lectores.

“Ahora usan la sede de El Nacional para formar a centenares de influencers que usan para divulgar noticias propagandísticas o falsas, de tal manera que invaden las redes con una cantidad de contenido que o no es cierto o es descalificador de quienes ellos consideran que no son parte del sistema”.

Plan del modelo cubano en Venezuela

Para Otero fue “un recorrido largo”, dice, que también implicó el cierre de otros medios de comunicación a través de restrictivas medidas administrativas, tributarias, judiciales, y la actuación de grupos violentos que actuaron contra las empresas editoras, en medio del discurso agresivo de las autoridades.

“Hugo Chávez colocó en su Plan de la Patria original el término de hegemonía comunicacional que no es otra cosa del modelo cubano a largo plazo”, asegura.

Al final, la empresa de El Nacional quedó con su portal web sujeto al servicio de internet. “Entonces ordenan bloquear a las operadoras telefónicas que son las que suministran el servicio, y Telefónica es la más grande, pues cubre más de 50% del mercado, pero nadie dice nada”.

“En Venezuela, los medios independientes están totalmente silenciados. Son los que dependen de internet y están bloqueados. A veces se logra informar cuando la gente instala un VPN que resulta en ocasiones engorroso para la comunicación, o cuando la información se distribuye por grupos de Whatsaap, pero se hace complicado que la información llegue. El régimen tiene el control”.

La posibilidad de medios digitales independientes es cada vez más exigua. Y Telefónica sigue actuando para acabarlos, según Otero.

“En el momento que se produzca el cambio del sistema político todo regresará a la normalidad en Venezuela, pero con este régimen no creo porque más bien van avanzando en su modelo autoritario represivo y cada día lo profundizan más. La ventaja que existe, y es un hecho histórico, es que cuando los totalitarismos terminan caen completa y definitivamente”, subraya el editor.

FUENTE: Entrevista Miguel Henrique Otero, director de El Nacional

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