MADRID.- El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell, ha afirmado este miércoles que España no podría ser "un santuario" para dirigentes chavistas que deseen abandonar a Nicolás Maduro, porque el Gobierno no les puede garantizar ninguna clase de inmunidad si algún ciudadano decide denunciarlos ante los tribunales o si el TPI emprende acciones contra ellos.
"No les podemos dar ninguna garantía, esto no es un santuario, hay países donde a lo mejor se puede hacer eso, aquí no", ha dicho Borrell en una entrevista en Telecinco, recogida por Europa Press.
El ministro se ha expresado así el mismo día en que visita España el enviado de Estados Unidos para Venezuela Elliot Abrams, que ha abogado abiertamente por esa vía de salida para dirigentes del chavismo.
Hasta ahora, el Gobierno español había confirmado que ese asunto se trató en algunas conversaciones pero remarcando que no se había entrado en ningún detalle. Abrams tiene previstas reuniones este miércoles en el Palacio de la Moncloa con el secretario general de Asuntos Internacionales, Unión Europea, G20 y Seguridad Global de Presidencia del Gobierno, José Manuel Albares --el principal asesor diplomático de Pedro Sánchez--, y en Exteriores con el secretario de estado de Cooperación y para Iberoamérica y el Caribe, Juan Pablo de Laiglesia.
Borrell ha recalcado que España es un Estado de Derecho, de manera que tampoco puede retirar los visados a hijos de dirigentes venezolanos tal como, según ha desvelado, también se le ha pedido.
En España, ha dicho, no se puede castigar a unos hijos por lo que hacen sus padres, "es un Estado de Derecho y el Gobierno no puede hacer lo que la Justicia no le permitiría hacer".
Desembarco de militares ruso no justifica intervención militar
Según ha dicho, el Gobierno español le volverá a decir a Abrams este miércoles que la solución militar no puede estar sobre la mesa. En todo caso, ha reconocido que la situación sobre el terreno "es cada vez más dramática desde el punto de vista humano" y, por eso, ha dicho a sus colegas europeos que hay que "acelerar los trabajos".
A su modo de ver, a Nicolás Maduro sí que le están afectando las presiones europeas, aunque él no lo quiera reconocer, y hay que encontrar la manera de seguir presionando sin agravar la situación del pueblo venezolano.
Borrell ha enmarcado la llegada a Caracas de 200 militares rusos en los muchos tratados de cooperación militar que tienen ambos países pero no cree que Venezuela esté "bajo control militar ruso". Sí ve gran influencia de Cuba, "pero no de ahora, sino de toda la vida", pero ha subrayado que eso no justifica una intervención militar.
FUENTE: Con información de Europa Press