CARACAS.- La disolución de la Asamblea Nacional de Venezuela fue ordenada por el ala más radical del chavismo: El diputado oficialista Diosdado Cabello y el vicepresidente de la República Tareck El Aissami. Así lo reseña el portal web El-Nacional en una nota publicada este sábado.
El “golpe” se concibió hace 15 días, pero aguardaban el momento oportuno. El presidente Nicolás Maduro proponía enviar un “mensaje duro y contundente” al Parlamento, mas discrepaba del contenido de la sentencia y que se hiciera en momentos en que la OEA debatía sobre la Carta Democrática Interamericana y que 20 países alertaban al mundo que en Venezuela había una dictadura. “Su paso por Cancillería le aconsejaba más tino”, señalaron fuentes que consultó el medio venezolano.
El politólogo Nicmer Evans consideró que “La fracción totalitarista, prodictatorial y stalinista ha logrado dirigir las políticas del entorno de Maduro. Son unos extremistas que, sin duda, conducen a Maduro al despeñadero, al totalitarismo lejos del cauce constitucional y de la democracia participativa y protagonista que es bandera del proyecto revolucionario”.
En este sentido, el oficialismo -como bloque- se ha visto afectado con la sentencia. En el chavismo afloran las críticas y el gobierno evalúa la necesidad de revisar la sentencia. El diputado de VBR, Eustoquio Contreras, fue el primero en marcar distancia; rechaza el acto del TSJ. Luego la fiscal general, Luisa Ortega Díaz, denuncia la ruptura del orden constitucional, en un intento para que el Poder Judicial reculara.
FUENTE: REDACCIÓN