PUERTO PRÍNCIPE.- La creciente ola de violencia que envuelve a la capital de Haití, desencadenó una masiva migración de más de 50.000 personas en un lapso de tres semanas, según datos recopilados por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Esta agencia atribuye el 83% de estos desplazamientos a la inseguridad reinante en la ciudad.
Durante el período del 8 al 27 de marzo, la OIM registró un total de 53.125 personas desplazadas, quienes buscan refugio y seguridad en otras regiones del país, sumido en una profunda crisis política, social y humanitaria. Es destacable que el 68% de los desplazados ya había abandonado sus hogares en Puerto Príncipe en el pasado, y el 59% indica su disposición a quedarse en otras provincias el tiempo que sea necesario, sin fijar una fecha de retorno.
Según el informe de la OIM, seis de cada diez personas que huyen de la zona metropolitana de Puerto Príncipe se han dirigido al departamento sur, donde la población desplazada ya supera las 116.000 personas. Aunque el 96% de los desplazados afirma que no abandonará Haití, un 3% manifiesta su deseo de cruzar la frontera hacia la República Dominicana.
La organización advierte sobre la falta de infraestructuras y recursos en las provincias haitianas para hacer frente al flujo masivo de desplazados de las últimas semanas, y anticipa que esta situación podría empeorar en el corto plazo.
"Cabe destacar que (las demás) provincias no cuentan con infraestructuras suficientes y las comunidades que acogen no disponen de bastantes recursos para afrontar estos flujos masivos de desplazados procedentes de la capital", señala la OIM.
Según las estimaciones de la ONU, más de 360.000 personas se encuentran actualmente desplazadas en Haití, la mayoría viviendo en condiciones precarias en campamentos improvisados.
Pandillas controlan Haití
Desde finales de febrero, las poderosas pandillas de Haití se han unido para atacar comisarías, prisiones, el aeropuerto y el puerto marítimo en un pulso contra el impopular primer ministro Ariel Henry.
Esa situación ha desencadenado una grave crisis humanitaria, con escasez de alimentos y un colapso casi total de las infraestructuras sanitarias en el país más pobre de América.
Sólo en los tres primeros meses de 2024, hasta el 22 de marzo, murieron 1.554 personas y 826 resultaron heridas por la violencia pandillera, según informó la ONU la semana pasada.
Henry, que llegó al poder sin someterse al voto popular tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021, anunció el 11 de marzo que iba a dimitir para ceder el poder a un consejo de transición.
Pero el nombramiento de ese grupo de nueve personas se ha visto retrasado por desacuerdos internos y las supuestas dudas legales del gobierno saliente.
FUENTE: Con información de Europa Press y AFP