martes 19  de  marzo 2024
ANÁLISIS

Con la muerte del zar militar de la economía castrista ¿Qué viene ahora?

Se desatará una lucha de poderesdentro del castrismo de las que no sabemos por el momento cuáles serán sus consecuencias inmediatas y a largo plazo en Cuba

En horas de la mañana de hoy viernes 1ro. de julio falleció repentinamente en La Habana, a causa de un paro respiratorio, el General de División Luis Alberto Rodríguez López-Calleja. Exyerno del dictador Raúl Castro y Presidente del Grupo de Administración Empresarial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (GAESA) la mayor muleta del castrismo.

De inmediato el tema generó numerosas reacciones. En Twitter un usuario identificado como Miguel Hernández dijo: "Todos los que se han empeñado en colaborar con la destrucción de la Patria, en apuntalar a ese sistema deben tomar el camino de López-Callejas o renunciar"

La activista Saily González Velazquez, por su parte destacó: "La muerte de Luis Alberto López Callejas es una gran pérdida para la mafia que (des)gobierna Cuba desde 1959, pero una oportunidad de oro para la sociedad civil disidente.Hoy celebramos, pero pensando desde ya en cómo aprovechar esta coyuntura"

Mientras, otro cibernauta bajo el nombre de Carlos Hernández cuestiona: "Que Rara la muerte de López Callejas...eso no se lo cree nadie...Aquí hay gato Encerrado..."

El activista Félix Llerena opina: "El castrismo se tambalea!! Acaba de morir el hombre que tenía el poder real en el país"

Entretanto el periodista independiente Reinaldo Escobar apuntó: "La inesperada muerte del general Luis Alberto Rodríguez López-Calleja ha dado paso a una lista de interrogantes y a una montaña de especulaciones. Entre las preguntas que surgen desde este viernes habría que mencionar las que se refieren a su posible sucesor y si quien lo sustituya tendrá el mismo grado de concentración de poder que mantuvo el ahora fallecido"

Embed

CUBANET realiza un recorrido por el impacto de la noticia y sus posibles consecuencias para el castrismo. Reproducimos el texto. Nacido en 1960, hijo del también General de División Guillermo Rodríguez del Pozo (1929-2016) y Cristina López-Calleja Hiort-Lorenzen (que aún le sobrevive), Luis Alberto era considerado, hasta el momento de su deceso, como el hombre más poderoso de Cuba por su papel como administrador de la fortuna del clan familiar, precisamente por haber sido estratégicamente colocado desde hace décadas al frente del conglomerado empresarial y financiero más importante del régimen comunista.

Casado en los años 80 con Deborah Castro Espín, Luis Alberto fue enviado a estudiar Administración de Empresas a la antigua Unión Soviética donde se graduó con Título de Oro. A su regreso a Cuba, su suegro, en aquel momento Ministro de las Fuerzas Armadas, le encontró lugar en la institución armada como segundo jefe del Departamento Económico, encabezado por el también hombre de confianza General Julio Casas Regueiro, verdadero creador de GAESA, quien entrenó al joven en su función de albacea.

Aunque durante años —incluso en el período en que Raúl Castro tomó las riendas del poder de manos de su hermano Fidel (2008-2018)— López-Calleja fue mantenido en las sombras sin ocupar cargos de relevancia en el poder político, meses antes de la más reciente reestructuración del Buró Político del Partido Comunista de Cuba —donde fue elegido como miembro, así como diputado a la Asamblea Nacional— y durante el traspaso de poderes a Miguel Díaz-Canel Bermúdez, se hizo evidente la intención de otorgarle mayor protagonismo en la toma de decisiones, por lo que se le vio siempre acompañando al actual gobernante tanto en reuniones oficiales como en viajes al exterior.

Así, el también llamado “dueño de los hoteles” en la Isla, por disponer de más del 90 por ciento de las instalaciones existentes, en septiembre de 2018 visitó Nueva York junto a Díaz-Canel; a finales de 2019 integró la delegación que viajó a Europa con el mandatario cubano, y ese mismo año, durante la Cumbre de los No Alineados, apareció en el epicentro de la delegación oficial del régimen junto al canciller Bruno Rodríguez Parrilla, lo que hacía presagiar que muy pronto, una vez fallecido Raúl Castro, pasaría a ocupar espacios más importantes en la vida pública, asegurando así que la familia Castro se mantuviera de manera visible en el poder.

Para la dictadura cubana Luis Alberto Rodríguez López-Calleja no fue un simple militar u hombre de confianza encargado de los negocios. Fue considerado por quienes lo conocieron personalmente como el verdadero “cerebro financiero” del castrismo y a su gestión frente a GAESA durante los últimos años se debe que una entidad militar que participaba casi de igual a igual en el escenario económico cubano junto a otras empresas e instituciones estatales relacionadas con el turismo y la inversión extranjera, en poco menos de una década terminara por absorber más del 80 por ciento de las actividades comerciales, exportadoras, financieras e inversionistas en la Isla.

El poder de GAESA, tan solo como grupo hotelero, es indiscutible. Por ejemplo, para noviembre de 2014 Gaviota S.A. logró ubicarse en el número 55 del ranking de las 300 mayores cadenas del mundo, y en el número 3 de Latinoamérica.

GAESA es la única entidad cubana “no auditable” por la Contraloría General y a la que le está permitido asumir completamente la actividad inversionista, constructora y de administración de sus instalaciones hoteleras, así como disponer, para su propio beneficio y de modo prioritario, de cualquier parcela o edificación proyectada o con potencialidades para la inversión extranjera, además de controlar las principales entidades financieras —sin importar las disposiciones del Banco Central de Cuba—, entre ellas el Banco Financiero Internacional, Fincimex o el Havana International Bank de Londres (Havin Bank LTD).

Luis Alberto Rodríguez López-Calleja fue el encargado de generalizar e instituir en toda la economía cubana los métodos ensayados desde el Departamento Económico de las Fuerzas Armadas. Los ejemplos más recientes y polémicos serían, además de la voluntad de no detener la construcción de más hoteles —a pesar de la agudización de las crisis económica, del turismo y sanitaria—, la creación y multiplicación de las tiendas recaudadoras de divisas (MLC), elogiadas por el propio Raúl Castro en su informe al 8vo. Congreso del Partido Comunista como una estrategia para estimular el envío de remesas por parte del exilio, y enmarcadas en un esquema de GAESA que integra desde los propios establecimientos comerciales, el sistema de proveedores, las agencias importadoras y las entidades financieras.

Al morir repentinamente Luis Alberto Rodríguez López-Calleja, a pesar de las señales de “normalidad” que intentarán proyectar a la opinión pública los medios de prensa oficialistas, y mientras los jefes militares —junto con Raúl Castro, su hijo el General Alejandro Castro Espín y su nieto Raúl Guillermo Rodríguez Castro (hijo del fallecido y jefe del Departamento de Seguridad Personal del Ministerio del Interior)— no se pongan de acuerdo sobre quién habrá de ser el sustituto definitivo, sin lugar a dudas se desatará al interior de las verdaderas estructuras de poder en Cuba una lucha de poderes de las que no sabemos por el momento cuáles serán sus consecuencias inmediatas y a largo plazo.

FUENTE: CUBANET/REDACCION

¡Recibe las últimas noticias en tus propias manos!

Descarga LA APP

Deja tu comentario

Te puede interesar