SAN JOSÉ - El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, se salvó este martes por segunda vez de enfrentar un proceso que pudo haber derivado en su destitución, luego de que el Congreso rechazara levantarle la inmunidad.
El Parlamento costarricense rechazó por segunda vez el desafuero del presidente, acusado de intervenir en el proceso electoral
SAN JOSÉ - El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, se salvó este martes por segunda vez de enfrentar un proceso que pudo haber derivado en su destitución, luego de que el Congreso rechazara levantarle la inmunidad.
El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) solicitó al Congreso el desafuero de Chaves para que fuera investigado por presuntamente aprovechar su cargo de manera ilegítima y favorecer un programa político con miras a los comicios de febrero de 2026.
La moción obtuvo 35 votos a favor y 21 en contra; sin embargo, se requería una mayoría calificada de 38 votos para retirarle la inmunidad.
“No existen los elementos suficientes para aprobar el levantamiento de la inmunidad del señor Rodrigo Chaves”, afirmó el presidente del Congreso, Rodrigo Arias, tras la votación realizada en un plenario especial.
Durante el debate, la diputada Alejandra Larios calificó los hechos como “muy graves” y acusó a Chaves de utilizar recursos públicos para “incidir en el proceso electoral”. En Costa Rica, el presidente tiene prohibido participar en campañas o usar su cargo en beneficio de un partido político.
Fue la segunda vez que Chaves, de 64 años, puso en juego su futuro político ante el Congreso, que en septiembre pasado también rechazó retirarle el fuero en un caso de presunta corrupción, un hecho inédito en Costa Rica, donde nunca un presidente había enfrentado un proceso de desafuero.
De haber sido condenado por la corte electoral, Chaves habría podido ser destituido o inhabilitado para ejercer cargos públicos durante varios años, explicó Marvin Carvajal, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Costa Rica.
Analistas consultados consideraban improbable que la oposición reuniera los votos necesarios para el desafuero en un Congreso altamente fragmentado. Además, Chaves concluirá su mandato en mayo, por lo que el tiempo resultaba insuficiente para completar el proceso.
En la antesala de la votación, el congresista republicano estadounidense Mario Díaz-Balart advirtió que “remover a un presidente a pocos meses de las elecciones” ponía “en riesgo la legitimidad democrática”.
La discusión parlamentaria se produjo en medio de un choque de poderes que se intensificó de cara a las elecciones generales del próximo 1 de febrero.
Chaves, quien no puede reelegirse de manera inmediata, ya había conservado su inmunidad en septiembre, cuando la Fiscalía lo acusó de obligar a una empresa contratada por la presidencia a entregar 32.000 dólares a un amigo para asesorar su imagen.
El mandatario mantiene un fuerte enfrentamiento con otros poderes del Estado, a los que acusa de sabotear las reformas que impulsa, mientras los jerarcas de estas instituciones le atribuyen supuestas "tendencias autoritarias".
FUENTE: Con información de AFP
