MIAMI.- A pesar de la pandemia de coronavirus, el régimen cubano no hizo una “pausa” en la “violación de los derechos humanos”, el pasado mes de marzo en la isla, pasando por alto que el virus, por esos días, comenzó a tener un mayor impacto entre la población insular.
Un informe del Centro Cubano de Derechos Humanos (CCDH), sobre la violación de las libertades de los residentes de Cuba durante el mes anterior, muestra que los métodos de represión de la dictadura en contra el pueblo, principalmente de las personas que disienten, han continuado sin ninguna merma.
El reporte del CCDH, que firma la opositora y supervisora de esa institución, Martha Beatriz Roque, destaca que el régimen castrista ha “tomado medidas para -según plantean- asegurar que las personas estén en la casa el mayor tiempo posible, pero lo hicieron después que hubo mucha presión del pueblo en las redes sociales”.
En cuanto a la situación de los presos en las cárceles cubanas, en donde se ha demostrado que existen altas probabilidades de contagio del virus entre los reos, el CCDH cuestiona que el régimen no ha anunciado ninguna medida sobre ese aspecto.
“Nada se habla de liberar los presos, ni al menos aquellos sancionados con pocos años de privación de libertad o los que tienen aplicada la peligrosidad predelictiva, que ni siquiera han cometido un delito. ¡Y qué decir de los presos políticos!”, resalta esa institución.
Durante el mes de marzo se produjeron 124 detenciones por diferentes causas, lo que significa un incremento del 25,2 %, con respecto al mes anterior, mientras que 102 disidentes continúan en prisión, acorde con el CCDH.
El informe dedica alrededor de treinta párrafos a la situación legal del artista plástico Luis Manuel Otero Alcántara, cuyo proceso estaría viciado por una serie de irregularidades, que violan las propias normas jurídicas establecidas por el sistema totalitario que impera en la isla.
Al respecto, el CCDH resalta que el activista salió de prisión el pasado 13 de marzo, tras su arresto el día 1ro. de ese mismo mes, sin que se le entregara un documento “en el que se haga constar que le dieron la libertad”.
A juicio de ese organismo de la sociedad civil, “es evidente que fraguan una trampa” y “no hay dudas que tratan de borrar el tiempo en que estuvo preso”, sin que exista un fallo del tribunal que lleva ese caso.
Además, según esa institución, la firma del acta de suspensión del juicio de Otero Alcántara “no debió llevarse a cabo, sin que se consignara cuál fue la causa legal que determinó la suspensión del juicio y que además se señalara la nueva fecha de celebración”.
“El tribunal tiene que dar una fecha cierta y no decir que hasta nuevo aviso”, apunta el informe.
Sobre la ‘regulación’ que existe contra opositores y otras personas para viajar al exterior, o incluso dentro de la isla, el estudio inserta un artículo del reverendo Mario Félix Lleonart Barroso, directivo del Instituto Patmos.
De acuerdo con Lleonart Barroso, las restricciones adoptadas por “todos los gobiernos del mundo”, que “se ven obligados a restringir las libertades de sus ciudadanos” para contrarrestar el avance del COVID-19, encuentran “su mejor caldo de cultivo” en estados totalitarios como Cuba.
Agrega que la pandemia es la “excusa perfecta” para justificar el anuncio del primer ministro del régimen cubano, Manuel Marrero, quien advirtió que “todos los cubanos” quedaban “regulados”, y que será la dictadura la que “decidirá quiénes viajan y quiénes no, como medida de prevención ante la expansión del nuevo coronavirus”.
En el capítulo de los problemas sociales y de la crisis evidente en Cuba, el informe agrupa una serie de hechos que se relacionan con el desabastecimiento de alimentos en las provincias cubanas, problemas en el suministro de agua potable y conflictos entre personas que deben hacer largas filas para obtener algún producto, entre otros.
El CCDH se refiere a una serie de videos publicados en las redes sociales en los que se observan “largas filas de personas amontonadas por horas a pesar del llamado a mantener la distancia para no contraer el virus chino”. Algunos cubanos lo hacen “por un poquito de pollo” y otros porque tienen que decidir entre contagiarse o alimentarse, según el reporte.
Asimismo, el estudio refleja la situación que se vive en la provincia de Granma, en donde sus habitantes denuncian dificultades para obtener agua potable, y remarca las protestas que se han realizado en diferentes puntos de la isla, incluida La Habana, por ese mismo problema.
Otro punto que se aborda en el informe menciona las condiciones de higiene en los centros hospitalarios de Cuba y la falta de insumos para que el personal médico y paramédico pueda protegerse y, en consecuencia, afrontar sin riesgos mayores la crisis desatada por el coronavirus.
El CCDH pone de relieve que las Damas de Blanco retomaron su activismo a principios del mes de marzo, “pero esto duró solo tres domingos, ya que por la pandemia suspendieron, de forma responsable, todos los actos de protesta por la liberación de los presos políticos”.