QUITO.- El expresidente ecuatoriano Rafael Correa abandonó este miércoles el movimiento oficialista Alianza País (AP), que él mismo fundó en 2006, para crear una nueva formación de izquierdas que será oposición a su sucesor y hasta correligionario, Lenín Moreno.
La retirada de la formación se dio luego que el Tribunal Contencioso Electoral (TCE) decidiera este lunes rechazar una apelación de la legisladora Gabriela Rivadeneira sobre el encargo de la directiva de AP a personajes ligados a Moreno, reflejo de la agria pugna de los últimos meses entre ambos mandatarios.
Con ello, el ala correísta del movimiento pone fin al parecer a la disputa por el control de la formación oficialista, que por disposición judicial queda ahora en manos del presidente Moreno.
La nueva situación permite a Correa volcar todos sus esfuerzos en la creación de un nuevo partido, al que sus seguidores ya denominan "Revolución Ciudadana (RC)", el proyecto político, social y económico que lanzó el expresidente en 2006.
Correa fue el primero en presentar su desafiliación de AP en la delegación del Consejo Nacional Electoral (CNE) de la provincia costera de Los Ríos, y horas después, ya en Quito, siguieron sus pasos una treintena de asambleístas.
"Podrán robarse los edificios" pero "nosotros nos quedamos con la revolución, nos quedamos con los principios", afirmó Correa al comentar la decisión del Tribunal de entregar a los morenistas la dirección de AP.
Recordó que el desangre del grupo oficialista empezó hace algunos meses, cuando algunos colaboradores del Gobierno de Moreno dimitieron de sus cargos por no estar de acuerdo con la gestión del actual mandatario.
"Hay mucha gente que prefirió renunciar a sus cargos a mantenerse en un gobierno que ataca permanentemente a sus compañeros y no trabaja por el bien del país", escribió Correaen su cuenta de Twitter, la red social convertida por el exmandatario como tribuna en su batalla política con Moreno.
Correa enarbola el No a la consulta popular impulsada por Moreno para el próximo 4 de febrero, en la que se preguntará a la población sobre una polémica ley de plusvalía, la lucha contra la corrupción, la minería, la naturaleza, y los delitos sexuales contra menores.
También sobre la no menos polémica ley de reelección indefinida, que el actual presidente quiere anular.
"Esta consulta es mañosa, guarda ilegalidades e inconstitucionalidades. No podemos permitir que se lleven la Patria en peso, les debemos decir NO a los traidores", añadió el exgobernante, opinión que fue secundada por varios excolaboradores suyos que hoy formalizaron su retirada de Alianza País.
"Con actos ilegales y vergonzosos nos roban la personería jurídica de AP, las sedes logradas con el aporte de miles de militantes, el logotipo, el color, todo lo que ha sido construcción militante, pero el apoyo popular se queda en nosotros. Seguiremos la lucha con más fuerza aún", escribió Doris Soliz, una exministra de la Política en el gobierno de Correa.
Por contra, varios políticos de AP afines a Moreno, empezaron a evaluar la situación y advirtieron de que podrían reorganizarse algunas de las comisiones legislativas que están dominadas por el ala correísta.
La legisladora Elizabeth Cabezas dijo que con la retirada de los correístas se aclarará en la Asamblea Nacional (Parlamento) qué grupo "va a apoyar la gestión del presidente Moreno", ya que hasta ahora los correístas han actuado como si fueran de la oposición.
Moreno cuenta de facto con el apoyo de poco más de cuarenta diputados, insuficiente para pasar las leyes en una Asamblea de 137 escaños.
Seguidores morenistas de AP insistieron en redes sociales sobre la posibilidad de que la campaña por el Sí en la consulta popular se centre en los aspectos medulares del referendo, en lugar de la pugna partidista.
Alianza País fue formada en 2006 por Correa y Moreno, y juntos llegaron al poder en enero de 2007, el primero como presidente y el segundo como vicepresidente.
Moreno se presentó por AP a las alecciones presidenciales y triunfó en los comicios de abril pasado, apoyado por Correa, aunque justo después de asumir el mando empezó una feroz pugna con su antecesor.
Gabriela Rivadeneira, del círculo de allegados al exmandatario, criticó el que el TCE haya entregado la conducción de AP a los morenistas pero, resignada, anunció la construcción de un nuevo partido liderado por Correa.
"No reconocemos a quienes han robado y usurpado nuestra conducción política" de Alianza País pero, aunque ellos "pueden quedarse con todo" lo material, el apoyo popular está con Correa, aseguró la legisladora en declaraciones a Efe.
"Regresamos a las calles, a organizar con la gente lo que es la Revolución Ciudadana", remarcó Rivadeneira.
FUENTE: EFE