Cuba enfrenta una profunda crisis en la producción local de alimentos, así lo confirmó Alejandro Gil Fernández, ministro de Economía del régimen, quien afirmó en la más reciente reunión del Consejo de Ministros de la isla que los mayores incumplimientos de planes productivos en el sector agrícola están en productos como "el arroz, los frijoles y la carne de cerdo", tres de los más básicos en la tradición alimentaria de la familia cubana.
De acuerdo con un reporte de DIARIO DE CUBA, el ministro reconoció que aunque la producción de huevos se ha estabilizado, sigue siendo insuficiente para satisfacer la demanda de la población.
Miguel Díaz-Canel, el designado gobernante de la isla, considera que la isla debe "aprender a vivir con menos importación, potenciando más las exportaciones" y convocó a la industria nacional "tiene que pensar en todo lo que se pueda producir en Cuba y cómo se va preparando para hacerlo".
Indicó también la importancia de "potenciar sistemas productivos territoriales, a nivel de municipios y provincias", según una nota que publica el diario oficialista Granma.
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Una mujer usa una mascarilla mientras camina por una de las calles de La Habana, Cuba, con un cartón de huevos en las manos, en junio de 2020.
YAMIL LAGE / AFP
"En la medida en que en una localidad tenga más producción de alimentos, servicios, que la gente pueda desarrollar con sus esfuerzos y mecanismos de comercio sin trabas, que las cosas se puedan resolver dentro del territorio y que solo haya que llevarles lo esencial, es una importante contribución al país desde los territorios", dijo Díaz-Canel.
José Ramón Machado Ventura, segundo secretario del Partido Comunista, el único legal en Cuba, afirmó en ese sentido que "la condición territorial de los municipios como células básicas del país, debe reafirmarse en las garantías que signifiquen los resultados concretos de sus programas de producción de alimentos".
Durante un recorrido por la provincia de Guantánamo, Machado Ventura apuntó que "la naturaleza esencialmente agrícola de la Isla y la disponibilidad de tierras y brazos preparados para explotarlas (pues no hay suficiente nivel de mecanización) tiene su máxima expresión productiva" en los municipios.
"Cuba puede y necesita despegar definitivamente en su programa de autoabastecimiento municipal, premisa de desarrollo", convocó Machado Ventura y relacionó esta imperiosa necesidad con las consecuencias del embargo y las sanciones estadounidenses y la crisis alimentaria que dejará la pandemia de COVID-19.
Como parte de una política productiva que no ha rendido frutos en seis décadas de comunismo en la isla, el exmiembro de la red de espionaje conocida como "Red Avispa", Gerardo Hernández, actual vicepresidente de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), la estructura de base del régimen para mantener el control y la vigilancia sobre los ciudadanos, por su parte expresó que “si cada CDR produce una calabaza, y son 138.000 en el país, entonces serían 138.000 calabazas de más".
Lo que Hernández no comentó es cómo impactaría esa calabaza en la alimentación de un bloque de vecinos que muchas veces supera las 20 familias. Pero comentó que "si cada uno de nosotros pone a producir el pedacito de tierra que pueda es menos alimentos que tiene que importar el país. Esa es una misión de los cederistas cubanos", concluyó.
En medio de una severa crisis de escasez de alimentos las autoridades del régimen han apelado a la producción nacional, pues Cuba importa el 89% de los alimentos que consume. Solo en alimento animal, reconoció el diario oficial Granma en marzo, se importan unas 800.000 toneladas de maíz y con un coste de 550 millones de dólares.
FUENTE: Con información de Diario de Cuba