LA HABANA. La crisis política y económica venezolana ha encendido las señales de alarma en Cuba por un posible escenario sin el aliado chavista, lo que podría significar el cierre del grifo petrolero a precios preferenciales.
LA HABANA. La crisis política y económica venezolana ha encendido las señales de alarma en Cuba por un posible escenario sin el aliado chavista, lo que podría significar el cierre del grifo petrolero a precios preferenciales.
El Gobierno cubano quiere evitar que se repitan los apagones que se vivieron en la isla en la década de 1990. Nuevos suministradores y fuentes renovables son las opciones que baraja La Habana con el objetivo de no volver a vivir un nuevo "Período Especial".
El pasado julio, durante una reunión de la Asamblea Nacional, el presidente cubano, Raúl Castro, reconoció públicamente los persistentes rumores sobre una reducción en las entregas de petróleo por parte del aliado chavista.
Castro anunciaba que la crisis económica venezolana había "ocasionado tensiones adicionales en el funcionamiento de la economía cubana".
Actualmente la demanda de petróleo en Cuba es de 140.000 barriles diarios, de los cuales producen 50.000 e importaba diariamente 90.000 desde Venezuela a precios ventajosos a cambio de la prestación de servicios médicos cubanos.
Los barcos tanqueros "Petion" y "Sandino" de PDVSA suministran a la isla crudo Premium. Una porción se refina y la otra se mezcla con el crudo cubano, que es pesado y con altos niveles de acidez.
Aunque no hay cifras oficiales, analistas coinciden en que Cuba estaría recibiendo hoy por debajo de los 80.000 barriles diarios y la cifra podría ir en descenso, algo que también repercute en los ingresos de la isla porque gran parte del combustible venezolano es vendido a terceros países para obtener divisas internacionales.
"El valor de este contrato a precios actuales del petróleo es de aproximadamente 1.300 millones de dólares. Si Cuba pierde este acuerdo tendrían que comprar crudo en los mercados internacionales", aseguró a dpa Jorge Piñón, profesor de la Universidad de Texas.
Caída de las entregas
En este escenario, Cuba ha buscado a contrarreloj nuevos suministradores entre sus tradicionales socios políticos para contrarrestar la caída en las entregas de Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA), que podría alcanzar hasta un 40 por ciento.
La compañía estatal argelina Sonatrach planea despachar a la isla unos 515.000 barriles en octubre próximo, y medios rusos publicaron que Raúl Castro solicitó por carta a su homólogo Vladimir Putin la colaboración en materia energética.
A finales de agosto, Cuba recibió la visita del ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif, quien destacó la intención de fortalecer las relaciones económicas, especialmente los derivados del petróleo.
Alrededor de 300 empresas mexicanas pertenecientes al sector energético ven con buenos ojos las oportunidades que se pueden producir en el mercado cubano. En el Golfo de México hay varias plataformas en la zona de Estados Unidos y México, pero Cuba no tiene ninguna en sus aguas profundas.
Actualmente se reúnen en La Habana la Asociación Latinoamericana de Petróleo y Gas (Laoga) con el objetivo de que empresas asociadas consigan obtener contratos en bloques de exploración terrestre, aguas someras y en la renovación de todos los ductos de gas natural de la capital cubana.
El mercado cubano demanda principalmente la importación de gasolina, diésel, un tipo de queroseno para aviones denominado Jet A1 y fuel oil para la generación eléctrica.
Silencio estatal
Las autoridades cubanas guardan silencio, pero la solución podría estar en la propia isla. La compañía MEO Australia anunció en junio haber descubierto un yacimiento de petróleo en tierra de más de 8.200 millones de barriles de crudo de alta calidad en el poblado de Motembo, situado entre las centrales provincias de Matanzas y Villa Clara.
El autoabastecimiento
Motembo fue el primer campo petrolífero de Cuba y se explotó desde finales del siglo XIX hasta la década de 1960, cuando se cerró. En Cuba ninguna fuente oficial ha querido confirmar el hallazgo de la empresa australiana MEO, que tiene firmado un contrato desde 2015 con la estatal Cupet para los derechos de exploración.
Según la empresa australiana, en Motembo se podría extraer un millón de barriles diarios, lo que significaría el autoabastecimiento de la isla e incluso la exportación del petróleo excedente.
La isla es totalmente dependiente de los combustibles fósiles: actualmente tan sólo el cuatro por ciento de su producción tiene su origen en energías renovables, señala Piñón, experto en estudios de energía en la zona del Caribe.
Para el año 2030, las autoridades cubanas pretenden conseguir que un 24 por ciento de la energía se genere de fuentes renovables, pero para ello necesita nuevas infraestructuras y la inversión de empresas extranjeras del sector.
La empresa española Gamesa aportará la tecnología para la construcción de siete parques eólicos en el oriente de la isla. Los nuevos parques sumarán un potencial total de 750 megavatios a la red eléctrica nacional.
FUENTE: dpa