MANAGUA.-JOSUÉ BRAVO
Especial
Bajo el Gobierno de Daniel Ortega, individuos como el narcotraficante Pablo Escobar y el fallecido líder de las FARC, Manuel Marulanda Vélez, “Tirofijo”, han encontrado abrigo y reconocimientos
MANAGUA.-JOSUÉ BRAVO
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Por más enojo y revuelo nacional e internacional que genere un supuesto asilo o naturalización otorgados por el Gobierno sandinista a dirigentes de las Fuerzas Armas Revolucionarias de Colombia (FARC); los nicaragüenses no se sorprenden con este tipo de decisiones del mandatario Daniel Ortega.
Ortega protegió al abatido capo de Medellín, Pablo Escobar, durante la revolución sandinista en Nicaragua en los años 80, según declaró el hijo del narcotraficante Sebastián Marroquín, en entrevistas y en el libro “Pablo Escobar: Mi Padre, las historias que no deberíamos saber”.
Compromiso de proteger a Pablo Escobar
“Siendo un niño viví en Nicaragua y también en Panamá, y era evidente la protección de la cual [Escobar] gozaba en su momento. Quizá la de Panamá le duró menos y finalmente nos escapamos hacia Nicaragua como familia, a vivir. Pero era claro que había un compromiso por parte de las autoridades de turno, de darle una especie de protección”, reveló Marroquín hace 5 años en una entrevista a CNN.
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Ese compromiso con su padre sería la intención de los sandinistas de meterse al oscuro negocio de la droga, reconocido incluso por el fallecido comandante de la revolución Tomás Borge, en otra entrevista al diario local La Prensa en 2008.
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De izquierda a derecha, Daniel Ortega, la colombiana Martha Pérez y Lucia Morett de origen mexicano, ambas sobrevivientes durante el ataque de las Fuerzas Armadas de Colombia a un campamento de las FARC, la primera dama de Nicaragua Rosario Murillo y el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez durante un acto político en conmemoración del 29 aniversario de la revolución sandinista en Managua. (EFE)
De izquierda a derecha, Daniel Ortega, la colombiana Martha Pérez y Lucia Morett de origen mexicano, ambas sobrevivientes durante el ataque de las Fuerzas Armadas de Colombia a un campamento de las FARC, la primera dama de Nicaragua Rosario Murillo y el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez durante un acto político en conmemoración del 29 aniversario de la revolución sandinista en Managua. (EFE)
“Alguien, no me acuerdo si fue Escobar, planteó la posibilidad de que Nicaragua fuera un lugar intermedio de tráfico de drogas. El uso de un aeropuerto, quizás poner un laboratorio, no lo recuerdo bien. Y la Dirección Nacional (del FSLN) se reunió para ver esa propuesta que no eran 50 millones de dólares, sino muchísimo más, sino mal recuerdo. Eran millones de dólares por cada embarque ‘por principios no podíamos’”, dijo Borge, quien en 2008 era embajador de Nicaragua en Perú.
En esta foto de archivo del diario La Prensa de Nicaragua, Daniel Ortega condecora Manuel Marulanda, “Tirofijo”. (CORTESÍA)
Marulanda: el papá de los revolucionarios
Ortega siempre manifestó su admiración al ya fallecido Pedro Antonio Marín Marín, mejor conocido por su alias de Manuel Marulanda Vélez o Tirofijo, excomandante en jefe de las FARC. El sandinista consideraba a Tirofijo como el papá de todos los revolucionarios.
“Al Comandante Marulanda lo conocía muy bien por referencias desde que yo tenía 15 años y comenzaba mi lucha en Nicaragua. Es una leyenda en nuestro país y en toda América Latina, le tengo respeto, admiración y cariño porque es el papá de todos los revolucionarios”, dijo Ortega en enero de 1999.
Ortega condecoró a Marulanda con la Orden “Augusto C. Sandino” y con la muerte del otrora líder de las FARC, el líder sandinista envió sus condolencias ya siendo presidente de Nicaragua por segunda vez en 2008.
Entrega de documentos nicaragüenses
Ese mismo año el diario La Prensa, Nicaragua, reveló que un emisario de las FARC, Alberto Bermúdez, inició el proceso para obtener una cédula de nacionalidad nicaragüense ante el Consejo Supremo Electoral (CSE), que a pesar de ser otro poder del Estado lo controla el presidente Ortega.
Daniel Ortega saluda con un abrazo al líder indígena amazónico Alberto Pizango asilado en Managua 25 de mayo 2010 (EFE)
Bermúdez tramitó la cédula a través de la solicitud número 049052981 en la delegación del CSE en el Distrito III de Managua, la capital. La cédula la recibió Bermúdez en tiempo récord con ayuda del pintor nicaragüense Genaro Lugo.
Alberto Bermúdez solicitó su cédula el 11 de septiembre de 2007 y el 21 del mismo mes Ricardo Granda, alias ‘El Canciller' informó al ‘Raúl Reyes', que aunque a Alberto no le fue posible reunirse con nadie del sandinismo, al menos "logró sí, sacar los documentos que tanto se necesitan" gracias al "maestro Genaro Lugo (que) fue la salvación y se portó a la altura", según cita uno de los correos del PC de ‘Reyes', reveló el rotativo.
Protección a guerrilleras
Ese mismo año Ortega protegió por medio de asilo diplomático a las presuntas guerrilleras de las FARC, Martha Pérez Gutiérrez y Doris Bohórquez Torres, quienes resultaron heridas en la incursión militar colombiana del 1 de marzo de 2008 a un campamento guerrillero en el norte ecuatoriano.
En la acción murieron el segundo al mando de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), alias "Raúl Reyes", y otras 25 personas, entre ellas cuatro mexicanos que se hallaban en el campamento junto a su compatriota Lucía Morett, que resultó herida.
Ortega también asiló a la mexicana Lucía Morett, quien estaba en el campamento bombardeado por Colombia en la Operación Fénix. Esta protección de Ortega fue parte de un conflicto diplomático con Colombia que además protestó asegurando que el avión en el que Ortega mandó a traer a las guerrilleras, violaron su espacio aéreo.
En junio de 2009 Ortega también asiló a Alberto Pizango, líder indígena peruano que organizó las protestas en la región amazónica que derivaron en la muerte de 33 personas, 24 de ellas policías.
Tomás Borge justificó la decisión en "el espíritu solidario del presidente Daniel Ortega con los perseguidos políticos". Pizango, acusado de sedición, se había refugiado en la Embajada nicaragüense.
Hace tres años el exalto funcionario cubano que tuteló durante 15 años a los activistas etarras en Cuba, Julio Antonio Alfonso Fonseca, dijo al diario español El País que 8 miembros de Euskadi Ta Askatasuna (expresión en euskera traducible al castellano como “País Vasco y Libertad”), vivieron en Nicaragua y que a inicios de la década del 90 a petición de los sandinistas, se fueron a Cuba.
“Apalategi (etarra Miguel Ángel Apalategui, alias “Apala”) fue jefe de los servicios nicaragüenses que adiestraban a los guerrillas latinoamericanas y, de hecho, apareció en una video grabado por agentes de la CIA infiltrados en los grupos salvadoreños. Él mismo se vio en la televisión mientras estaba en Nicaragua. Se sentía a gusto en la tarea de adiestramiento guerrillero, pero cuando los sandinistas fueron desalojados del poder tuvo que huir”, dijo Alfonso Fonseca.
El italiano de las Brigadas Rojas Alessio Casimiri. (CORTESÍA)
El asesino de Aldo Moro de las Brigadas Rojas
El terrorista italiano Alessio Casimirri miembro de la organización extremista de izquierda Brigadas Rojas, reside en Nicaragua aunque está condenado en su país de origen por participar en el secuestro y asesinato del exprimer ministro Aldo Moro en 1978.
Bajo el nombre de “Camillo” participó en 1978 en el secuestro y posterior asesinato de Moro, exprimer ministro y líder de la Democracia Cristiana. Fue condenado a 11 cadenas perpetuas en Italia. Vive en Nicaragua, país donde obtuvo la nacionalidad en 1988, durante la revolución sandinista. Italia ha pedido reiteradas veces su extradición pero el gobierno de Managua las ha negado.
¿Asilo al máximo jefe de las FARC?
La semana pasada trascendió en medios españoles y colombianos que Nicaragua daría asilo político o nacionalidad a jefes guerrilleros Rodrigo Londoño Echeverri, alias Timochenko, máximo jefe de las FARC, y a quien se le atribuye ser el coordinador de los planes para cultivar, procesar y distribuir cocaína; Luciano Marín Arango, Alias Iván Márquez, quien es actualmente el jefe negociador de la guerrilla en los diálogos de paz con el Gobierno colombiano en Cuba.
Milton de Jesús Toncel Redondo, alias de Joaquín Gómez o Usuriaga; Jorge Torres Victoria, Alias Pablo Catatumbo y Félix Antonio Muñoz Lascarro, alias Pastor Alape. Todos ellos acusados de procesar y distribuir cocaína, entre otros delitos.
Nicaragua habría desmentido la información al Gobierno de Colombia, así como los propios negociadores de la guerrilla que se encuentran en Cuba.
“Este es un régimen arbitrario que ha violado toda norma escrita desde la propia Constitución de la República hasta la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y Consulares. Aquí hay y no hay ley. Hay cuando le sirve al poder, no hay cuando está en contra del poder orteguista”, comenta el exdiplomático, político opositor y diputado nicaragüense en el Parlamento Centroamericano, Mauricio Díaz.
“Lo que desconocemos ahora es si hay negociaciones secretas entre Ortega y los negociadores de las FARC, que estarían buscando cómo proteger sus espaldas ante un eventual fin del conflicto armado en Colombia y puedan caer bajo figuras imprescriptibles del derecho internacional, como crímenes de lesa humanidad”, añadió Díaz.
Más allá de si este supuesto asilo a dirigentes de la guerrilla colombiana es real, el exdiplomático asegura que Nicaragua “se está convirtiendo en un refugio de terroristas y guerrilleros que disfrutan de los beneficios de ser huéspedes de un régimen que cada día más y más nos acerca a mayores confrontaciones y conflictos innecesarios para la nación nicaragüense”.
“¿Qué gana la nación nicaragüense con estas acciones? Nada, más que un desprestigio internacional de un Gobierno que irrespeta todo en un afán de protagonismo que no se traduce en beneficios para la segunda nación más pobre del continente”, concluyó.