Tras la presión de cientos de jóvenes artistas e intelectuales, que en respaldo al Movimiento San Isidro se manifestaron el pasado viernes frente al Ministerio de Cultura (MINCULT) en La Habana, representantes de esa entidad gubernamental se dispusieron, supuestamente, a escuchar ciertas denuncias sobre el hostigamiento contra el arte independiente en la Isla.
Sin embargo, el simulacro de la dictadura comunista de mostrar interés para un posible diálogo duró poco, y el domingo 29 de noviembre, el sucesor designado Miguel Díaz Canel retomó el discurso de exclusión, se atrincheró en viejas prácticas de descrédito y dijo que habrá “diálogo solo si es 'por el socialismo y para todo lo que sea por la Revolución” en una especie de parafraseo a la sentencia lapidaria del dictador Fidel Castro cuando lanzó la determinación de su postura política: “Dentro de la Revolución todo, fuera de la Revolución nada”.
El régimen se movilizó y reunió a cientos de personas sin cuidar que mediara distanciamiento social, como exige el protocolo de salud ante el COVID-19, el mismo por el se justificó el allanamiento a la sede del Movimiento San Isidro la noche del jueves 26 de noviembre.
Díaz Canel apeló a la consabida justificación de que el descontento de los cubanos hacia el régimen es estimulado desde EEUU e insistió en que la protesta fue "el último intento que pudieron liderar los trumpistas y la mafia anticubana (de Miami)", como parte de una "estrategia de guerra no convencional para intentar derrocar la revolución".
El sitio 14 y medio para describir la “espontaneidad” del regimen subraya que “La manifestación oficial es "continuidad": camiones del ejército, ómnibus recogiendo a los vecinos, ayuda de los Comités de Defensa de la Revolución y obreros conminados a participar bajo pena de perder sus trabajos”.
Antes, el viernes cuando varios cientos de artistas, periodistas independientes y jóvenes en general se congregaban frente el Ministerio de Cultura, la dictatura movilizó fuerzas antimotines hacia el lugar y mientras unos 30 representantes exponían sus demandas frente al funcionarios del ministerio de cultura, los que estaban en las inmediaciones de la propia institución o intentaban llegar, eran atacados por las fuerzas represivas con gas pimienta, golpes y amenazas como han podido reseñar muchos de los que allí se encontraban.
Entretanto numerosos activistas y líderes opositores exhortan a mantener viva la llama del MSI. En declaraciones recogidas por el sitio CUBANET.
La coordinadora principal de Cuba Decide, Rosa María Payá Acevedo, expresó: “La gran victoria es la movilización ciudadana, los cientos de cubanos en la calle exigiendo ‘el derecho a tener derechos’, como decía mi padre. El pueblo está listo y dispuesto a conquistar la libertad y eso fue lo que demostró la jornada del viernes. El acoso no ha cesado, debemos salvar a Maykel Castillo y Luis Manuel Otero (…). Unámonos en el reclamo de libertad y vida para Luis Manuel, para Maykel, para Denis y para Cuba”.
Boris González Arenas, periodista independiente y activista consideró la jornada como una victoria: “Se consiguió que muchísimas figuras del arte y la intelectualidad cubana coincidieran en torno a una causa que se llama ‘libertad para Denis Solís’; a una organización de la oposición cubana, el Movimiento San Isidro; y a un liderazgo opositor que es el de Luis Manuel Otero".
Berta Soler, la coordinadora principal de las Damas de Blanco dijo: “Así mismo como lo hicieron esos jóvenes, que sin ninguna experiencia protestaron, lo deberían hacer los constructores, los carretilleros, los cocheros, cada cual reclamando lo que le preocupa y molesta. Si eso se hiciera en cada punto del país, de verdad que la dictadura tiembla y se cae. Lo hicieron a su manera, mostraron mucha valentía y yo los aplaudo”.
Por su parte, José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) apuntó: “Fue una respuesta valiente, patriótica de artistas y otros ciudadanos ante los excesos contra el MSI. Es la hora de sumar voluntades y esfuerzos de los valientes que en la vanguardia arriesgan sus vidas en huelga de hambre y de los cubanos conscientes que asistieron a ese llamado. No podemos dejar morir la llama que se prendió con fuerza, hay que mantener los contactos, la unidad, las acciones vivas y crecientes”
FUENTE: REDACCIÓN