WASHINGTON.- El gobierno de Estados Unidos, México y Canadá acordaron nuevas medidas para frenar el cruce migratorio de millones de migrantes en la frontera sur estadounidense, situación que ha creado una crisis humanitaria en esa región.
WASHINGTON.- El gobierno de Estados Unidos, México y Canadá acordaron nuevas medidas para frenar el cruce migratorio de millones de migrantes en la frontera sur estadounidense, situación que ha creado una crisis humanitaria en esa región.
Los mandatarios de los tres países participaron en la Cumbre de América del Norte, en Ciudad de México para tratar temas sobre inmigración, comercio y narcotráfico.
Joe Biden y Justin Trudeau, anunciaron durante la cumbre trilateral en Ciudad de México junto a su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, la creación de una "plataforma virtual" para brindar a los migrantes un acceso simplificado a vías legales.
Según el portal de noticias Univisión, el nuevo plan migratorio estaría enfocado en un sistema digital donde los inmigrantes, antes de viajar a la frontera, deberán averiguar las vías legales disponibles y si califican para alguno de los beneficios autorizados, ya sea para ingresar a México, Estados Unidos o Canadá.
El plan incluirá un nuevo centro de recursos para inmigrantes que será instalado en el sur de México, fronterizo con Guatemala, uno de los puntos de mayor tráfico de inmigrantes hacia la frontera sur de Estados Unidos en busca de asilo, de acuerdo a declaraciones de un alto funcionario de la administración Biden a la cadena CNN.
Joe Biden antes de su viaje a El Paso, Texas, (su primer viaje a la frontera desde que llegó a la Casa Blanca hace dos años), escribió en su cuenta Twitter: “Conseguiremos más apoyo (para las comunidades fronterizas) mientras ampliamos las vías legales para una inmigración ordenada y limitamos la inmigración ilegal".
El gobierno de Biden ha permitido el ingreso de seis millones de inmigrantes irregulares por la frontera sur desde que llegó a la Casa Blanca en enero de 2021, de acuerdo con cifras de la Oficina de Aduana y Protección Fronteriza (CBP, por sus iglas en inglés). La ola migratoria de la que los republicanos acusan al presidente Biden, ha creado un caos en la frontera sur, decenas de migrantes duermen en las calles debido a que los albergues no tienen capacidad para recibir a más personas.
Hasta ahora el gobierno de Estados Unidos activó dos partes de un "plan migratorio" pare reducir la inmigración irregular. El primero consiste en un programa humanitario puesto en marcha en octubre del año pasado para inmigrantes venezolanos, quienes solo pueden ingresar si previamente son solicitados por un patrocinador. Una vez autorizados, deben viajar en avión y reciben un permiso temporal de dos años con derecho a un permiso de trabajo válido por el mismo período de tiempo, según Univisión.
La semana pasada el programa fue ampliado a inmigrantes originarios de Cuba, Haití y Nicaragua, y desde abril del 2022 participan inmigrantes originarios de Ucrania, quienes huyen de la guerra declarada por Rusia en febrero de 2021.
Las fuentes que filtraron el plan aseguraron que los tres países se comprometerán a hacer posible que los migrantes “accedan a vías legales a través de una plataforma digital” y de esa manera bajar el número de inmigrantes que llegan a la frontera sur de Estados Unidos.
Durante el año fiscal 2022, que finalizó el 30 de septiembre del año pasado, la Patrulla fronteriza detuvo 2,766,582 extranjeros en la frontera con México frente a 1,956,519 hallados en 2021. El gobierno de EEUU aseguró que la mayoría de los arrestados fueron expulsados de manera expedita y el resto procesado y referido a los tribunales de inmigración paras que un juez decida sus futuros en Estados Unidos.
Más de dos millones de migrantes esperan una resolución en los Tribunales de Migración.
En el plano económico, los tres líderes también acordaron coordinar la inversión en la fabricación de semiconductores a través de un foro con representantes de la industria. Asimismo, trabajar de forma conjunta en la reducción de gases de efecto invernadero con la reducción de las emisiones de metano en al menos un 15 por ciento para 2030.
Este anuncio se produce después de que el Congreso aprobara el año pasado una legislación para proporcionar más de 50.000 millones de dólares para construir instalaciones y producir microchips en un intento de liderar la industria frente al mayor competidor de Estados Unidos, China, reseña el portal de noticias Bloomberg.
FUENTE: Redacción/Con información de Univisión/Europa Press