BOGOTÁ.- EFE
La carrera del general Palomino en la Policía colombiana comenzó en 1978, cuando ingresó en la Escuela de Cadetes General Francisco de Paula Santander
BOGOTÁ.- EFE
El general Rodolfo Palomino llegó a la dirección de la Policía de Colombia en agosto de 2013 con el objetivo de mejorar la seguridad ciudadana, pero tuvo que dejar su cargo debido a una investigación por su presunta participación en una red de prostitución masculina en la institución.
Palomino, de 58 años, 38 de ellos en el seno de la Policía, decidió dar un paso al costado tras dos años y siete meses como director debido a la investigación abierta por la Procuraduría (organismo de control disciplinario de los funcionarios) por la "creación y puesta en marcha" de esa supuesta red.
La carrera del general Palomino en la Policía colombiana comenzó en 1978, cuando ingresó en la Escuela de Cadetes General Francisco de Paula Santander.
En esa escuela se graduó como subteniente en el curso Luis López Mesa y posteriormente accedió a la Escuela de Carabineros.
Tras graduarse, fue comandante de estaciones de Policía en los departamentos de Bolívar y Sucre (norte), dos regiones de fuerte presencia guerrillera y paramilitar, donde puso en marcha lo aprendido como cadete para mantener su autoridad en lo más crudo del conflicto armado colombiano.
Palomino también fue destinado después al departamento de Caldas (centro), una región mucho más tranquila.
Durante esos años se destacó por su trabajo en pro de la seguridad del país al combatir duramente a la guerrilla de las FARC en los departamentos del Guaviare y Caquetá, en el sur del país.
También combatió a los paramilitares en los Montes de María, uno de los grandes bastiones de estos grupos ubicado en el departamento de Bolívar, donde desarrolló operaciones en las que puso en peligro su vida e incluso cayó en varias emboscadas de las que logró salir ileso.
La disciplina y empeño en su carrera lo llevaron a convertirse en un experto en tiro y en paracaidismo, además de practicar con pasión el atletismo y el ciclismo.
Su carrera siempre fue en ascenso, lo que le ha permitido ir escalando altos cargos: fue comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá en 2007, de la Policía de Carreteras en 2009, de la Policía Ciudadana en 2011 y, finalmente, director general de la Policía en 2013.
Como director de la Policía de carreteras se destacó por su lema "Palomino, su amigo en el camino", un eslogan que le acompañó durante los casi tres años en los que le puso especial énfasis al buen desempeño de la Policía de tránsito en los puentes festivos y en los días de lluvia.
También es administrador de empresas y ha demostrado su gusto por la docencia.
Se considera un hombre de hogar, tras formar parte de una familia de doce hijos, en la que fue su madre quien tomó las riendas.
Siendo ya general de la Policía en 2013, recibió un duro golpe en su vida personal al confirmarse que su esposa, Eva Ardila, padecía un cáncer que superó en 2015.
Su cercanía con Ardila y su imagen familiar quedó en evidencia hoy, ya que en la declaración en la que presentó su renuncia estuvo acompañado por su mujer.
A finales de 2015, Palomino debió afrontar una nueva situación difícil, esta vez dentro de la institución que dirigía, salpicada por escándalos de corrupción que involucraron a tres oficiales que fueron separados de sus cargos para ser investigados.
A este hecho se suma ahora la actual pesquisa de la Procuraduría por la supuesta red de prostitución masculina dentro de la Policía, además de por un "posible incremento patrimonial identificado, presuntos seguimientos e interceptaciones ilegales a periodistas".
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