MADRID.- El último embate represivo del régimen de Nicolás Maduro, gestado desde enero, alcanzó su punto álgido la semana pasada con la aprehensión de Rocio San Miguel, directora de la ONG Control Ciudadano y con doble nacionalidad española y venezolana, generando una oleada de críticas internacionales, según precisa el diario El País de España en su editorial.
El mundo ha girado la atención hacia Venezuela, gobernada por un régimen que intenta mostrarse como democrático y abierto a negiociaciones y/o al diálogo, pero que en realidad reprimem, elimina o expatria a todos aquellos que le son incómodos por su críticas u oposición.
La detención de San Miguel no pasó desapercibida, y ha desatado una serie de reportes que dejan constancia de que la represión en Venezuela es sistemática.
En el editorial del diario español, se recuerda que la detención de Rocío San Miguel se llevó a cabo en el aeropuerto de Caracas, y durante tres días las autoridades no proporcionaron información sobre su paradero. Finalmente, fue enviada a la prisión del servicio de inteligencia, conocida como El Helicoide, bajo acusaciones de terrorismo y traición a la patria. Este hecho se suma a una serie de acciones represivas que incluyen la detención de colaboradores de María Corina Machado, candidata opositora.
El editorial resalta que, a diferencia de episodios anteriores, en esta ocasión las pruebas presentadas contra San Miguel son escasas, limitándose a un vídeo editado en el que un militar la vincula con una presunta conspiración. Ante esta situación, Estados Unidos, la Unión Europea y numerosas ONG condenaron su detención.
Este aumento de la represión se produce en un momento crucial, ya que se espera la celebración de elecciones presidenciales en Venezuela, aunque sin claridad sobre el calendario. Además, el chavismo ha anunciado que no permitirá la participación de como candidata, lo que ha generado fuertes críticas internacionales y ha provocado divisiones dentro de la oposición sobre la elección de un nuevo candidato.
El editorial también destaca el aparente giro hacia la apertura que Maduro había mostrado en 2023, cuando se acercó a la oposición y se alcanzaron algunos acuerdos en una mesa de diálogo en Barbados. Sin embargo, este supuesto cambio ha resultado ser un espejismo, ya que el régimen volvió a activar su maquinaria represiva, incluso amenazando con procesar a quienes cuestionen la versión oficial.
El editorial concluye que, si bien estas tácticas represivas pueden asegurar la permanencia de Maduro en el poder a corto plazo, alejan aún más la posibilidad de unas elecciones libres y justas, que son demandadas por los venezolanos y respaldadas por la comunidad internacional.
FUENTE: Con información de El País