MIAMI.- El socialismo ha ido deformando la realidad y el pensamiento en los países de América Latina durante décadas, pero a pesar de las atrocidades que se han cometido en nombre de la “justicia social”, de la “redistribución de las riquezas” y de la “igualdad absoluta”, millones de personas en el mundo siguen cayendo en las narrativas y dinámicas de grupos de poder que buscan instaurar estados socialistas para acumular más riquezas y aplastar las iniciativas privadas que vayan en contra de su pensamiento. Ante esta realidad se hace necesario multiplicar mensajes que alerten sobre esta amenaza que lleva más de 100 años.
El razonamiento pertenece al escritor y analista Emmanuel Rincón, autor del libro “La reinvención ideológica de América Latina”, quien en conversación con DIARIO LAS AMÉRICAS describe cómo el socialismo continúa captando seguidores, con un discurso que ha servido para engañar a millones con su narrativa.
Asegura sin dudarlo que el libro “La reinvención ideológica de América Latina” nació con la intención de desmontar una serie de mitos instaurados en el continente por parte de universidades, medios de comunicación, ONG y grupos de poder a favor de las ideas de izquierda. “Durante décadas ha habido una intromisión gigantesca por parte de pensadores y activistas marxistas en los más importantes núcleos de opinión publica en nuestras sociedades, y desde entonces en nuestros países hemos estado ciegamente debatiendo entre izquierdistas más y menos radicales; sin embargo, hoy en día se sigue culpando de la pobreza y desgracia de nuestros países a la “derecha”, al “capitalismo”, al “libre mercado”, cuando este tipo de economías y formas de gobierno prácticamente no han existido.
-¿Cuál crees que es la amenaza más preocupante del socialismo en este momento?
-La amenaza del socialismo hoy es la misma que hace cien años, la de expandirse y tomar el control de los medios de producción de nuestras sociedades, bien sea por la vía de la fuerza, o por vía legislativa mediante expropiaciones, confiscaciones o altos impuestos, y que a través de ello se dediquen a ir eliminado las libertades de los individuos y a dirigir las naciones con mecanismos autoritarios como si de rebaños se tratara. La historia ha demostrado que mientras mayor es la intervención de los gobiernos en las economías de los países, mayor es la tasa de pobreza. Aun así el relato victimista de los socialistas sigue abriéndose espacio entre millones de personas, sobre todo en las generaciones más jóvenes que hoy están siendo adoctrinadas con estas teorías igualitaristas, y producto de ello han ido tomando fuerzas estas ideas en países como Estados Unidos, que hasta hace unos años pensaríamos jamás podría caer en semejante aberración.
-¿Por qué el socialismo gana tantos seguidores, principalmente jóvenes?
En primer lugar porque su narrativa es sumamente prometedora, dicen que van a luchar contra la injusticia opresora, que van a eliminar las desigualdades, que van a acabar con la pobreza quitándoles a los ricos para darles a los pobres, y en definitiva, porque es una ideología fácil de vender entre niños, adolescentes y personas con escasa comprensión de la realidad cuyos cerebros todavía son fáciles de moldear.
- ¿Quiénes usan el socialismo a su beneficio?
Bueno, la respuesta es muy concreta: los socialistas. Pero vamos un poco más allá, de estas ideas se benefician todos los burócratas, ONG, pensadores improductivos, y un sinfín de personas que se consideran incapaces de generar un valor agregado para la sociedad y de competir en mercados abiertos por lo que terminan pidiendo Estados paternalistas que los mantengan. Por ejemplo, ¿qué harían la mayoría de trabajadores de las ONG del mundo si de un día para otro la pobreza fuera erradicada y desaparecen los regímenes totalitarios? ¿Qué haría un burócrata dedicado a cobrar por ejemplo “impuestos a las exportaciones”, si dicho impuesto es eliminado?
- ¿Es socialismo lo que existe en Venezuela?
El socialismo es una ideología que proviene de los postulados marxistas y que con el paso de los años ha ido sufriendo ligeros cambios y mutaciones para adaptarse al paso del tiempo y las condiciones específicas de cada sociedad. En ese sentido, el socialismo venezolano tiene las mismas bases que el ruso, que el cubano, y todo aquel aplicado en la mayoría de las repúblicas socialistas, con la eterna “lucha de clases”, los pobres contra los ricos, pero una vez más, con su toque distintivo por el tipo de economía del país en cuestión. En ese sentido, el socialismo venezolano fue impulsado con la apropiación del Estado de la industria petrolera y no con una alta tributación, como por ejemplo sucede hoy en día en Argentina; sin embargo, el fin es el mismo y los resultados también terminan siendo iguales: ciudadanos empobrecidos y políticos y gobernantes enriquecidos con los negocios del gobierno.
En el caso del chavismo la estructuración criminal es simplemente un agregado que fue surgiendo a medida que fueron destruyendo la empresa petrolera y debieron encontrar nuevas vías de financiamiento, entonces aparece el narcotráfico, los nexos con grupos terroristas, el robo a propiedades, bienes y dinero de los privados, entre otras actividades ilícitas.
- ¿Cree que haya una amenaza real del socialismo tipo Venezuela o el de Cuba que se instaure en los EEUU?
Por supuesto que la hay, en el año 2018 una encuesta de Gallup advertía que 51 % de los jóvenes estadounidenses se consideraban socialistas, y otra encuesta de YouGov mostró que al menos un 70 % de jóvenes norteamericanos estaría dispuesto a votar por un socialista; estos números hubiesen sido impensados décadas atrás, el peligro de un Estado abiertamente socialista en Estados Unidos es real; en las primarias presidenciales del Partido Demócrata el socialista Bernie Sanders quedó en segundo lugar. Ahora, todo parece indicar que el próximo enero quien asumirá la presidencia del país será Joe Biden —a falta de las decisiones de las cortes sobre los alegatos de fraude de Trump—, y es cierto que Biden no es un socialista, pero su compañera de fórmula Kamala Harris sí lo es, y el núcleo de poder de este partido está cada vez más radicalizado a la izquierda; yo no creo que Biden vaya a ser la persona que rompa por completo con el sistema capitalista estadounidense, pero sí considero que puede ser la bisagra que abra la puerta a otro presidente abiertamente socialista en las próximas elecciones presidenciales del 2024, pues todos sabemos que Biden no tiene ni la fortaleza física para sostener un gobierno, de hecho, lo más preocupante de su candidatura es que no sabemos quién tomará la decisiones.
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