CARACAS.- REDACCIÓN
A los sonados casos del maletín y del "arrozgate", se suma ahora el negocio con productos de higiene personal y decodificadores de TV, entre empresarios y los Gobiernos de Chávez y Fernández
CARACAS.- REDACCIÓN
A los ya turbios negocios entre el Gobierno del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez y de la argentina Cristina Fernández de Kirchner de exportación de arroz y el escándalo de la valija de Antonini Wilson, se suma ahora el de los productos de higiene personal y los decodificadores de TV.
El juez argentino Marcelo Aguinsky, embargó en 300 millones de pesos cuentas del empresario Juan José Levy quien es investigado por lavado de dinero y contrabando. Levy es dueño de la laboratorios ESME, encargado de realizar envío de productos de higiene a Venezuela por un monto inferior al cancelado, y de otras dos empresas, Corporación Gulfos S.A. y Bleu Tel S.A., mediante las cuales vendió decodificadores de TV a Venezuela, en una transacción presumiblemente ilícita, que contó con el apoyo de los Gobiernos argentino y venezolano, según una investigación del diario El Clarín.
La tramoya económica se conoció gracias a una disputa familiar que obligó a la justicia argentina a investigar los orígenes del crecimiento de ESME, la empresa de Levy. El empresario está vinculado muy de cerca con el exministro de Planificación Federal y actual diputado del Frente para la Victoria, Julio De Vido, y sobre todo con su exjefe de Ceremonial y exespía de la Agencia de Inteligencia Federal (AFI), José María Olasagasti.
“ESME pasó durante el kirchnerismo de ser una PYME a una empresa que recibió un contrato por casi 90 millones de dólares para venderle productos de limpieza y de higiene personal a la estatal venezolana Suministros Venezolanos Industriales (SUVINCA). ESME cobró un anticipo del 60% de ese monto y exportó por 48 millones de dólares. Pero llamativamente a pedido de SUVINCA se suspendieron los embarques de mercaderías hasta nuevo aviso. La Justicia sospecha que ESME facturó sus productos por precios que “van de 4 a 10 veces el valor de mercado”. Además, cobró reintegros a las exportaciones por 1.800.000 dólares”, explica la edición de El Clarín.
Pero el caso de Levy, no se limita sólo a los productos de higiene personal. “El empresario argentino también intervino en un negocio con la venta de decodificadores de TV y está investigado por la Aduana por el intento de exportación de medicamentos con la leyenda “gobierno de Santa Fe-distribución gratuita” por 12 millones de dólares a Venezuela y señalado en otro negocio con la ANSeS por el plan Conectar Igualdad”, dice El Clarín.
En el caso de la exportación de productos de higiene, SUVINCA, contraparte venezolana que compró los productos a ESME, nunca llegó a reclamar por el dinero que pagó y cuyos productos nunca recibió completos.
El embargo del juez Aguisnky a las cuentas de Levy es por la venta de 150.000 decodificadores de China para vender a Venezuela pero pagados con fondos del fideicomiso del gasoil, cuando se supone que debían ser productos argentinos.
En esta causa del juez Aguinsky y la fiscal Rivas Diez se investiga el rol de la contraparte venezolana que sospechosamente no reclamó por el dinero que pagó a ESMA y que podría servir a esa comisión. Se trata de los representantes de la empresa estatal SUVINCA, Richard Canan, Eddie Elizabet Betancourt y Vinicio Eusebio Micotti Lanz, entre otros.
Por el contrato de los decodificadores se investigan al responsable de CAN TV Manuel Angel Fernández Meléndez, entre otros.
Sus declaraciones serán claves para saber si hubo algún funcionario argentino intermediario de los contratos.