El comisionado de Venezuela para la crisis de migrantes y refugiados ante la ONU, David Smolansky, divulgó en Twitter una foto de la embarcación de la Guardia Costera de Trinidad y Tobago que disparó contra el bote en el que navegaban venezolanos.
Captura de pantalla/@dsmolansky/TwitterCARACAS.- El partido político Alianza del Lápiz pidió este martes al canciller del régimen de Nicolás Maduro, Félix Plasencia, que el Embajador de Trinidad y Tobago en Venezuela, Edmund Dillon, sea expulsado del país, luego del incidente en el que un niño migrante venezolano murió al recibir un impacto de un proyectil disparado por una embarcación de la Guardia Costera de la isla caribeña.
"Hoy venimos a exigirle al canciller Félix Plasencia que expulse al embajador de Trinidad y Tobago en Venezuela (…) Haga su trabajo. No puede ser que ante los últimos hechos que acontecieron en el asesinato de un niño venezolano solo obtuviéramos como respuesta una posición tibia del canciller y de la Cancillería venezolana", dijo el portavoz de Asuntos Internacionales de la Alianza del Lápiz, Jorge Barragán, reseñó El Nacional.
Tras entregar un documento con una serie de exigencias al titular del Ministerio de Relaciones Exteriores venezolano, Barragán insistió que además de la salida del diplomático trinitario, debe llamarse a consulta al representante de Venezuela en Puerto España, Carlos Amador Pérez Silva.
Asimismo, el portavoz de la Alianza del Lápiz planteó que debe abrirse una investigación contra el ministro de la Defensa de Trinidad. Agregó que los venezolanos "no son mercancía de ningún país y no los pueden asesinar sin que haya justicia".
El pasado sábado 6 de febrero, una embarcación de la Guardia Costera trinitense, que patrullaba por el Caribe, abrió fuego contra un bote en el que viajaban un grupo de migrantes venezolanos, que se dirigían hacia la isla caribeña. Un niño de un año fue alcanzado por un proyectil y murió.
Los miembros de la Guardia Costera de Trinidad y Tobago argumentaron que dispararon al motor de la embarcación en un intento de detenerlos y en "defensa propia", alegando que los migrantes habían intentado "embestirlos".
Agregaron que durante el procedimiento "utilizaron todos los métodos disponibles, incluido el uso del megáfono, la bocina del barco, el reflector y las bengalas, para tratar de detener la embarcación sospechosa". Sin embargo, el bote continuó intentando "evadir" a las autoridades.
Minutos después, de acuerdo con los protocolos estándar, se emplearon disparos de advertencia delante de la embarcación, señaló la Guardia Costera.
Agregó que tras inspeccionar el bote "descubrieron" que había "migrantes ilegales" a bordo, que habían permanecido "escondidos" y no los vieron antes.
"Otros controles detectaron a una mujer migrante ilegal que sostenía a un niño e indicaba que estaba sangrando. La embarcación fue llevada junto a la embarcación de las autoridades y la mujer herida fue estabilizada y llevada a un centro de salud local. Lamentablemente, el niño no respondía", añadió la información.
FUENTE: EL NACIONAL
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