El comisionado de Venezuela para la crisis de migrantes y refugiados ante la ONU, David Smolansky, divulgó en Twitter una foto de la embarcación de la Guardia Costera de Trinidad y Tobago que disparó contra el bote en el que navegaban venezolanos.
Captura de pantalla/@dsmolansky/TwitterPUERTO PRÍNCIPE.- La Guardia Costera de Trinidad y Tobago disparó al menos 20 veces contra la embarcación donde viajaba el bebé migrante venezolano que murió luego de ser alcanzado por los proyectiles, el pasado 5 de febrero de 2022.
Testigos relataron que luego de salir desde Tucupita (Venezuela), uno de los dos motores de la embarcación comenzó a fallar, y mientras se acercaban a las inmediaciones de Moruga (Trinidad), tuvieron dificultades para continuar la marcha. En ese momento, escucharon una fuerte voz seguida de dos bengalas.
“Se disparó una bengala al aire y la otra bengala contra el bote. Poco después, se escucharon fuertes golpes y nos dimos cuenta de que el barco que se acercaba disparando las bengalas contra el bote”, indicaron los migrantes venezolanos, según reseña La Patilla.
El barco de la Guardia Costera de Trinidad y Tobago, estaba ocupado por aproximadamente seis oficiales, y se acercó lentamente al bote de los migrantes venezolanos. Al darse cuenta de lo que había sucedido, que le habían disparado al bebé, llamaron a una segunda embarcación mucho más grande para que los ayudara.
Cuando llegó el refuerzo de la Guardia Costera de Trinidad y Tobago, primero sacaron a la madre del niño fallecido, sola y la colocaron en su barco.
“Luego, los oficiales comenzaron a sacar a los migrantes restantes del bote y los colocaron en su embarcación. Todo mientras el bebé fallecido permaneció en el bote en el que fue asesinado”, relataron los sobrevivientes.
La familia del bebé migrante venezolano asesinado por la Guardia Costera de Trinidad y Tobago se encuentra realizando todos los procedimientos para obtener los permisos que le permitan quedarse en ese país y no ser deportados, informó su abogado, Blaine Sobrien.
El hermano y el primo del niño fallecido, contrataron los servicios de los abogados de CJ Williams Law Company para presentar la solicitud en nombre de la familia Santoyo Sarabia.
Sobrien dijo que sus clientes son “refugiados y hay familiares del bebé en Trinidad y Tobago que no pueden regresar a Venezuela porque algunos de ellos eran miembros de las fuerzas armadas y si regresan pueden enfrentar la cárcel o ser asesinados”.
“El resto de la familia también está en riesgo si regresan, al igual que muchos ciudadanos venezolanos en Trinidad y Tobago que buscan el estatus de refugiado en este país”, agregó el abogado.
El objetivo es la reunificación familiar en Trinidad y Tobago, donde ya vive el padre del niño y otros parientes.
Sobrien adelantó que sus clientes quieren que la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) facilite su estancia en Trinidad y Tobago o su reasentamiento en otro país y que los abogados se comunicarán con todos los organismos pertinentes para lograrlo.
FUENTE: Con información de La Patilla
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