MIAMI.-DANIEL CASTROPÉ
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@danielcastrope
El banquero que aspira a ganar la presidencia de Ecuador en las elecciones de febrero de 2017 cuestionó la forma como el mandatario actual ha enfrentado los estragos causados por el terremoto
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El candidato a la presidencia de Ecuador por el Movimiento CREO, el banquero Guillermo Lasso, visitó la redacción de DIARIO LAS AMÉRICAS, en Miami, lanzando fuerte críticas en contra del modelo gubernamental implementado por el mandatario en ejercicio, Rafael Correa.
Para Lasso, guayaquileño de 60 años, Correa “ha acorralado” a los medios de comunicación, “su política fiscal se ha basado en el aumento de los impuestos” y la forma como enfrentó el desastre producido por el terremoto en la costa ecuatoriana, en abril pasado, “no ha sido la más apropiada”.
Lasso, quien es accionista del Banco de Guayaquil y se desempeñó como superministro de Economía y gobernador de la provincia de Guayas, se muestra en las encuestas como uno de los más sólidos candidatos con miras a las elecciones de febrero de 2017, en Ecuador.
¿Cuál es la situación de Ecuador en estos momentos?
Lo voy a plantear en términos positivos y de futuro. En nuestro gobierno, cuando ganemos las elecciones, en febrero del próximo año, nos va a tocar reconstruir la economía, la democracia y las relaciones del poder con la sociedad civil ecuatoriana.
¿Qué propone reconstruir?
Reconstruir muchas cosas que están mal. El modelo económico aplicado por el Gobierno, durante los últimos 9 años, ha sido un modelo basado en el alto precio del petróleo y en el alto endeudamiento público. Se ha apelado a una política de impuestos que ha llevado el Gobierno a la Asamblea Nacional para aprobar 26 reformas tributarias en nueve años, un promedio de 3 reformas por año. Entonces, frente a esa situación, el 85 % de los ecuatorianos quiere un cambio, el cambio que representamos nosotros y que es ese cambio que implicaría introducir una economía moderna, abierta al mundo, que promueva acuerdos de comercio y de inversión extranjera en el Ecuador, y que además le dé una dimensión diferente a un estado que cumpla por un lado con sus funciones básicas de salud, educación, seguridad interna, pero que gaste menos porque hoy el concepto del correísmo es que el Gobierno necesita dinero y le mete la mano al bolsillo de los ciudadanos sin límite de gastos. Hay un objetivo que nosotros tenemos y es crear empleo en el Ecuador.
¿Será la emisión de bonos propuesta por el presidente Correa la solución al problema fiscal?
No es la solución. En una persona, una ciudad, una familia, un estado, la solución no es toma deuda para seguir gastando. La deuda es un manejo transitorio, pero no es posible vivir a base de deuda, que es lo que plantea el correísmo, que es endeudar más al país. Ellos mismos en la Constitución aprobada en 2008 pusieron un techo del 40% sobre el Producto Interno Bruto y ahora están hablando de reformar la Constitución para subir ese techo al doble, lo cual da una clara señal de que ellos solo entienden que el estado necesita impuestos y deuda, y eso no es sostenible en el tiempo como lo vimos en la década de los 80 en América Latina. En el siglo XXI los países que están bien en el continente son aquellos que tienen un manejo prudente de la política fiscal y son países que crecen más con menos deuda.
Si hablamos de reconstrucción, ¿qué concepto le merece la libertad de prensa y expresión en su país?
Yo hablo de la reconstrucción democrática en Ecuador y dentro esta reconstrucción me refiero a la necesidad de restablecer los límites al poder. Yo propongo que sea el pueblo ecuatoriano el que a través de una consulta popular derogue la existencia del Consejo de Participación Ciudadana, que es una figura correísta para fortalecer el hiperpresidencialismo y darle a Correa todos los poderes. Yo soy el único político ecuatoriano que ha venido diciendo desde hace tres años cuando fue aprobada la Ley de Comunicación, que cuando llegue al Gobierno tiraremos al tacho de la basura esa ley. Una ley que busca restringir la libertad de expresión, que busca acorralar a los medios de comunicación, que busca debilitarlos económicamente, para someterlos, y por esa vía someter la libertad de expresión.
¿Se persigue a la prensa en Ecuador?
Ha habido persecución solapada, en una manera en la que supuestamente se ha respetado la libertad de expresión, pero eso no es verdad. Grandes medios de comunicación y también los más pequeños sienten el acoso del gobierno.
A nivel internacional se percibe una oposición divida en su país. ¿Cómo unir esa oposición bajo su nombre?
Lo más importante es unir este proyecto político que yo lidero con los ciudadanos ecuatorianos. Hace unos dos meses los corresponsales de la prensa extranjera en Ecuador me invitaron a un conversatorio y uno de ellos me dijo con mucha razón que en América Latina todas las personas están cansadas de los políticos y me dijo que qué tenía que decir ante eso, y yo le respondí que tenía razón; yo también estoy cansado de los políticos, por eso estoy en política, por eso dejé mi profesión de emprendedor para dedicarme a la actividad política a tiempo completo porque yo me cansé de los políticos y porque es necesario construir esa unidad que nosotros hemos construido con los ciudadanos ecuatorianos, que son los que nos dicen: “queremos trabajar”.
Correa ha dicho recientemente que teme el ingreso a su país de reductos de las FARC que no lleguen a desmovilizarse en Colombia. ¿ Cómo afrontaría esa situación su eventual gobierno?
Como demócrata y hombre de paz yo tengo que celebrar los acuerdos de paz entre el estado colombiano y las FARC, reconociendo que para un gran sector de la población colombiana es un tema duro, difícil de pasar por todos los antecedentes, por todas las víctimas, pero pienso que hay que mirar hacia adelante, la vida siempre se la conduce mirando el parabrisas del automóvil, no el retrovisor, y en función de eso celebro ese acuerdo de paz, y si contamos con el apoyo del pueblo ecuatoriano, más tarde respaldaremos ese proceso de paz y haremos todo lo necesario para proteger el pueblo ecuatoriano de cualquier intento no solo en la frontera de Colombia sino de cualquier intento de donde provenga, que intente afectar la paz y el orden de nuestro país.
Todavía se perciben en Ecuador los estragos del reciente terremoto que dejó millares de víctimas. ¿Se ha hecho lo correcto para ayudar a los damnificados y qué haría usted como presidente del país?
Hay dos visiones para enfrentar ese desafío. La visión correísta cree que las soluciones deben salir de meterles nuevamente la mano en el bolsillo a los ecuatorianos y buscar más dinero a través de impuestos, mientras que la visión nuestra es totalmente contraria, que es decirle a todo ese gran territorio que nosotros lo vamos a declarar en una zona franca, un régimen tributario especial para beneficiar a las familias afectadas que perdieron sus negocios, que perdieron sus casas, y para ello impulsaremos una ley que estimule la reconstrucción de sus bienes para que vuelvan a emprender sus negocios, y para ellos cero impuestos, cero aranceles y por lo menos diez años de exención tributaria. Entonces lo que se debe hacer no es crear o subir los impuestos sino incentivar a la población para que empresas extranjeras se establezcan en la zona afectada.
El precio del dólar está por las nubes en algunas economías de Suramérica. ¿Cómo se podría frenar la apreciación del dólar en su país?
No hay nada más popular que el dólar en el Ecuador. Qué tiene que hacer entonces usted: fortalecer la dolarización con libertad, no con restricción. ¿Cómo? Trayendo más dólares a la economía a través del comercio y de la inversión.
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