Ser hijos del matrimonio que gobierna a su antojo Nicaragua, le garantiza a los Ortega–Murillo gozar de los beneficios del poder, incluido el cumplimiento de caprichos, siempre a costa del erario público.
Un caso más de corrupción, abuso de poder y la confusión entre Estado – partido y familia que impera en Nicaragua, males propios de una dictador, sultanato o monarquía criolla como llaman al Gobierno de Ortega sus opositores; lo conoció el país con el apoyo económico gubernamental a una frustrada película hollywoodense de bajo costo.
Juan Carlos Ortega Murillo, junto a la codirectora de la Cinemateca Nacional, Idania Castillo. (EFE)
El “aspirante” a cineasta
La prensa nicaragüense reprodujo información de un artículo del prestigioso diario norteamericano The New York Times, el cual revela cómo el gubernamental Instituto Nicaragüense de Turismo (INTUR), invirtió 400.000 dólares en beneficios en la comedia romántica-sexual Drunk Wedding, filmada en una playa del sur nicaragüense y que fue un completo fiasco en Estados Unidos.
Para endulzar el trato con las autoridades del INTUR, los productores de Paramount Pictures les otorgaron un trabajo en la película a Juan Carlos Ortega Murillo, uno de los 7 hijos del comandante Daniel Ortega y la primera dama, Rosario Murillo, los todopoderosos del país.
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El trabajo de Juan Carlos, de 34 años, dueño de la productora audiovisual Difuso y quien estudió cine en una costosa universidad privada de Costa Rica, fue el de grabar imágenes promocionales. En Drunk Wedding actuaron artistas nicaragüenses, fue grabada en la playa Pacífica de San Juan del Sur en 2011, con la idea de promocionar el turismo de Nicaragua, pero nunca tuvo la divulgación mundial como el Gobierno lo manifestó.
La película nunca llegó a las principales salas de Estados Unidos y fue un completo fiasco, según The New York Times. Sólo se estrenó en servicios digitales en mayo de este año y solamente se proyectó en 16 salas de cines pequeñas y los dueños recolectaron apenas recaudó 3,301 dólares en taquilla.
Laureano Ortega Murillo el hijo de 32 años del presidente, tiene gustos refinados. (CORTESÍA)
El hijo tenor
Algunos de los hijos de la pareja presidencial, además de sus gustos refinados tienen aspiraciones artísticas y han hallado en el Gobierno de su padre una manera de satisfacer sus caprichos.
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El Teatro Nacional Rubén Darío, el máximo recinto artístico de Nicaragua, ha montado renombradas óperas internacionales, con producciones cuantiosas, en las que la figura principal es Laureano Facundo Ortega Murillo.
Laureano, el hijo de 32 años del presidente, tiene gustos refinados como el Rolex de más de 40.000 dólares que porta en una de sus muñecas. Además es asesor de la agencia de promoción de inversiones Pro Nicaragua y el principal enlace entre su padre y la empresa china que pretende construir un canal interoceánico en Nicaragua.
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La ópera ballet "Le Villi" se presentó durante 4 días en el teatro Rubén Darío el pasado mes de mayo. Laureano interpretó el papel de "Roberto", el principal de la obra musical de Giacomo Puccini que aborda la infidelidad, el amor y la muerte.
Unos 190 artistas de Nicaragua e Italia participarán en la presentación en la Sala Mayor del Teatro Nacional Rubén Darío. Aunque desde el año 2000 el hijo del comandante participa en los escenarios nacionales como músico, es durante el gobierno de su padre que lo hace como tenor.
"Le Villi" fue la tercera obra presentada en el marco de un convenio de colaboración firmado hace cuatro años entre el Teatro Nacional Rubén Darío y la Fundación Festival Pucciniano de Italia. Laureano ha tenido papeles estelares en los otros dos espectáculos, "Tosca", en 2010, y "Cavalleria Rusticana", en 2012.
Camila Ortega Murillo, Ella es modelo de pasarela en Nicaragua, dirige un canal de TV junto a sus hermanos Luciana y Maurice. (CORTESÍA)
La hija modelo
En el año 2012 Camila Ortega Murillo organizó la primera edición de “Nicaragua Diseña 2014″, con ayuda del INTUR. Ella tomó las decisiones y el canal familiar que dirige con sus hermanos Luciana y Maurice, pagó exclusividad del evento. Ella es modelo de pasarela en Nicaragua.
De no haber sido por el Gobierno de su padre, jamás habría tenido tanto protagonismo de organización en un evento para destacar el talento nacional que se desarrolla anualmente.
Es de sobra conocido dentro y fuera de Nicaragua sobre el protagonismo de los hijos de la pareja presidencial, en las giras oficiales internacionales de Ortega, en las que viajan en enormes aviones como asesores y hasta con rango de ministros.
También dirigen canales, radios y empresas que son parte del emporio familiar, financiadas con dinero de la cooperación petrolera venezolana.
Ese nepotismo forma parte de la atrasada cultura política nicaragüense cuyo arraigo data desde la época colonial, según el analista Carlos Tünnermann, para quien los mandatarios ven al poder como cosa patrimonialista y no les resulta extraño tener a familiares en el Gobierno.
La crítica nicaragüense compara a Ortega y a su familia con la dictadura de los Somoza, la cual derrocó el sandinismo en 1979.
El comandante no solo ha rebasado en poder y fortuna a la dinastía por la cual miles murieron combatiéndola, en la cual un Somoza sustituía a otro Somoza en el poder.
