MIAMI.- La reciente intensificación del huracán Milton a un devastador ciclón de categoría 5, con vientos que alcanzaron las 217 millas por hora (mph), reaviva un importante debate entre los expertos en meteorología: ¿Es necesario crear una categoría 6 en la escala Saffir-Simpson para clasificar los huracanes más intensos?
La escala Saffir-Simpson, utilizada actualmente para categorizar los huracanes del Atlántico y el Pacífico nororiental, clasifica las tormentas en cinco categorías según la velocidad del viento sostenido, que va desde las 74 mph en la categoría 1 hasta más de 157 mph en la categoría 5.
Sin embargo, el aumento en la intensidad de los huracanes en las últimas décadas, posiblemente impulsado por el cambio climático, ha llevado a algunos científicos a cuestionar si esta escala sigue siendo suficiente para reflejar la verdadera potencia de las tormentas más extremas.
Propuesta
Un estudio publicado en 2023 en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, analizó datos de huracanes entre 1980 y 2021 y propuso la creación de una categoría 6 para huracanes con vientos sostenidos superiores a 192 mph.
Los autores del estudio argumentan que esta nueva categoría es necesaria porque, durante el período estudiado, cinco tormentas alcanzaron intensidades que las habrían clasificado como categoría 6, incluyendo a Patricia (2015) e Irma (2017).
Es preocupante que estas 'supertormentas' ocurrieron en los últimos nueve años del período analizado, lo que sugiere un posible aumento en la frecuencia de estos eventos extremos.
El cambio climático es señalado como un factor clave en esta tendencia. El aumento de las temperaturas de la superficie del océano proporciona más energía térmica que puede ser absorbida por los ciclones tropicales, intensificando su potencia.
Michael Wehner, científico del clima del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, advierte: "Sabemos que estas tormentas ya se han vuelto más intensas, y seguirán haciéndolo a medida que el planeta se calienta".
Argumentos
El debate sobre la categoría 6 se centra en dos argumentos principales. Quienes están a favor de la nueva categoría alegan que esta crearía mayor conciencia pública sobre los crecientes peligros de los huracanes más intensos y reflejaría con mayor precisión la magnitud de la amenaza.
Además, consideran que una categoría 6 ayudaría a comunicar mejor los riesgos al público y a las autoridades, impulsando medidas de preparación y evacuación más contundentes.
Por otro lado, quienes se oponen a la idea temen que una nueva categoría pueda generar confusión en el público y llevar a una falsa sensación de seguridad en las categorías inferiores, incluso si siguen siendo extremadamente peligrosas.
También sostienen que la categoría 5 ya comunica adecuadamente el peligro extremo y que el enfoque debería estar en otros aspectos de los huracanes, como las marejadas ciclónicas y las lluvias torrenciales, que también causan gran devastación.
Independientemente de si se adopta o no la categoría 6, la comunidad científica coincide en la urgencia de abordar la creciente amenaza de las 'supertormentas' en un clima cambiante.
Según los expertos, es crucial mejorar la comunicación de todos los riesgos asociados con los huracanes, fortalecer la infraestructura costera, y desarrollar estrategias de adaptación para proteger a las comunidades vulnerables.
El caso del huracán Milton, un claro ejemplo de la intensificación extrema que se está observando, subraya la necesidad de tomar medidas proactivas para enfrentar este desafío global.