NAIROBI.- En un intento por combatir la creciente violencia de las pandillas que alcanzó niveles alarmantes, Kenia y Haití ratificaron este viernes un acuerdo que implica el despliegue de 1.000 policías kenianos en la nación caribeña, como parte de un plan multinacional apoyado por Naciones Unidas para intentar restablecer la seguridad.
La iniciativa se vio obstaculizada en enero cuando el Tribunal Superior de Kenia la declaró inconstitucional, argumentando la ausencia de acuerdos recíprocos entre las naciones involucradas.
El presidente keniano, William Ruto, junto al primer ministro haitiano, Ariel Henry, presenciaron la firma de este acuerdo, aunque aún no está claro cómo podrían sortear el fallo del tribunal, que prohíbe al Servicio de Policía Nacional de Kenia operar fuera del país.
"Desde Kenia estamos preparados para este despliegue y solicito a todos los demás socios de todo el mundo que den un paso al frente para que podamos dar una respuesta a tiempo", dijo Ruto.
Por su parte, Henry, agradeció a las autoridades kenianas por ofrecerse a liderar esta misión, que "trae esperanza para el futuro de la humanidad" y "para un pueblo que no puede ver cómo vivirá mañana".
Sin embargo, el político opositor keniano Ekuru Aukot, quien lideró la petición contra el despliegue, cuestionó la capacidad legal de Henry para comprometer a Haití en cualquier acuerdo con Kenia.
Desde su asunción tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021, el actual primer ministro haitinao prometió celebrar elecciones generales para mediados de 2025, pero la persistente violencia de las pandillas obstaculiza estos esfuerzos.
Con el control de las pandillas sobre gran parte de Puerto Príncipe y el aumento de la inestabilidad política desde el asesinato de Moïse, el país caribeño enfrenta una crisis que requiere atención urgente. En 2023, se reportaron más de 8.400 personas afectadas por la violencia, más del doble de la cifra del año anterior.
FUENTE: Con información de AP y Europa Press