martes 3  de  diciembre 2024
HISTORIAS

La historia de Osbel, un joven preso que escapó de Cuba en balsa

Fue sometido a un juicio sumario en el que solicitaban 15 años de prisión. Su rostro fue protagonista de un video en el que se le catalogó como un “vulgar delincuente”

Por REDACCIÓN/Diario Las Américas

MIAMI.- Osbel Núñez Frómeta, un joven cubano con padecimientos mentales, fue arrestado y sometido a la brutal represión de la dictadura cubana, por participar en las protestas del 11J. Su historia tras las rejas está llena de vejámenes, humillaciones y padecimiento.

En estrevista exclusiva a CubaNet, el joven relata su travesía para lograr escapar del régimen cubano y llegar a Miami, desde donde cuenta su historia.

Osbel, fue sometido a un juicio sumario en el que solicitaban 15 años de prisión. Su caso recorrió el país, pues su rostro fue protagonista de un video en el que se le catalogó como un “vulgar delincuente” que aprovechó la manifestación para coger una cajita de jugo de una tienda en MLC y tomársela. Un niño de 17 años, con discapacidad intelectual, estuvo preso en Cuba por un robarse un jugo.

¿Cuál era tu situación en Cuba?

Estaba bajo arresto domiciliario en Cuba, ya llevaba casi dos años bajo esta modalidad, tenía una sanción de cinco años. Entonces cuando iba y les preguntaba a las personas que tenían que ver con mi caso, me decían que la única manera de que recibiera una reducción de sentencia o que me quitaran la sentencia, era si empezaba a delatar a otros miembros que hubiesen estado en las protestas del 11 de julio. Les respondía que tenía derecho a una reducción de sentencia si me portaba bien, si no cometía ningún crimen.

¿De cuánto era tu sentencia?

Cinco años.

¿Pero la petición inicial de cuánto era?

15 años de prisión.

¿Por qué delito?

Sedición. Pero me acusaron sin pruebas.

Ellos decían supuestamente que yo había virado el carro del gobierno, pero no tenían pruebas. Solo salía una persona vestida con una ropa parecida a la mía, de espaldas al carro virado y decían que era yo. Y ni la perito supo identificar que era yo.

Aún así quisieron ponerme la sanción como para no decir que el Gobierno cubano se equivocó.

¿La petición era de 15 años y se te quedó en cuánto?

Se quedó en cinco años de la casa de trabajo. Pero al cabo de los dos años empecé a recibir mucho acoso por parte de las autoridades cubanas.

Ellos empezaron a ir a mi casa, a amenazarme con que si cometía algún otro delito iba a caer en la prisión, que delatara a las otras personas que estuvieran involucradas en esas protestas, que cuando hubiera otra protesta iban a volver a encerrarme. Entonces había rumores de protestas, de que iban a haber más protestas. Tuve mucho miedo de que me volvieran a arrestar y terminar de cumplir mi sanción dentro de la prisión.

Entonces ellos me detuvieron y me hicieron un llamado de atención y me dijeron “van a haber protestas, sabes que si te metes, vas a ir preso”. Y empezaron a decirme cosas así, amenazarme, intimidarme. Por miedo a que eso sucediera decidí huir de Cuba.

¿Y huiste por mar con un amigo?

Escapé por mar con unos amigos, sí.

Preso político del 11J Osbel Núñez Frómeta

¿Cómo fue tu llegada a Estados Unidos?

No llegué a tocar el suelo americano. En aguas internacionales, en la embarcación en la que veníamos, el motor cogió fuego, empezó a echar candela, humo y nos quedamos varados en el medio del océano.

A los pocos minutos llega un barco de guardacostas, parece que por el mismo humo, la candela, viene un barco de guardacostas y nos intercepta. Nos dicen que de dónde somos, somos cubanos y nos suben a la embarcación, inmediatamente.

En el momento empiezo a pedir asilo político, empiezo a gritarle, a arrodillarme y decirle que yo soy preso político, que no puedo regresar a Cuba porque me espera una sanción muy grande. Pedí asilo, me dijeron que sí, que no había problema, que me iban a hacer la entrevista de miedo creíble. Ahí me piden que cuente toda la historia desde el 11 de julio, todo.

Les muestro pruebas reales, verídicas de mi petición de 15 años de prisión, todo. El abogado de Prisioners Defenders Javier Larrondo me ayudó muchísimo, ya que me firmó una carta que decía que no podía regresar a Cuba bajo ningún motivo porque soy preso político. Ellos al ver la carta me creyeron un poco más, y ahí empezaron a hacerme como un caso de asilo político.

Yo venía con otro amigo mío que él también estaba siendo acosado en Cuba, pero no tenía evidencia ninguna de que él era preso político, entonces a él no lo aprueban y se queda en el barco. Se llevan a todos los que venían en la embarcación para Cuba y me dejan a mí solo. Me pasaban de un barco en otro. En eso estuve por 25 días. A los 25 días me llevan a tierra, a un hospital en Broward, me hacen análisis de mi salud porque sufro de problemas mentales, y en Cuba no me lo atendían.

Cuando yo estaba preso en Cuba por lo mismo el 11 de julio, los días que estuve bajo investigación, me dieron muchas pastillas, me daban sobredosis de pastillas, me maltrataron. Me golpearon mucho.

¿Cómo fueron esos días de arrestos? ¿Cuántos fueron?

Fue una semana de arresto.

¿Cómo fue, cómo te trataron, cómo eran los interrogatorios?

Ellos llegaban al calabozo y me decían: “Oye, ya llegó tu petición, son ocho años de prisión, pero si tú nos dices ahora mismo miembros que estuvieron contigo en la protesta, te soltamos ahora mismo para tu casa”.

Y entonces yo les decía: “‘No conozco a nadie que haya estado ahí’. ‘No que sí, que tú conoces, te podemos soltar ahora mismo y ya queda como que tú nunca estuviste en esto’”. Y yo les decía: “‘No’. ‘No, pero ¿por qué?’ ‘No, porque yo sí fui a la protesta, yo sí sé por qué fui a la protesta, yo no fui solo a coger comida o a estar viendo, yo fui porque yo quiero libertad para el pueblo de Cuba’”. Y ahí me empezaron a golpear, me golpearon a mí, golpearon a dos personas más que estaban por la misma causa que yo.

Y estuvieron todos esos días entrando y golpeando, como yo tomaba medicamentos para la depresión, la ansiedad, entonces cuando se los pedía ellos optaban no por darme mi dosis, sino por darme una sobredosis de medicamentos. Y pasaba un día entero dormido, dos días dormido, incluso en una ocasión me trasladaron para otra celda a mí solo pensando que yo hasta me había muerto, porque no reaccionaba. Intentaron despertarme y no reaccionaba. Los otros presos fueron los que me dijeron “oye, ellos pensaron que tú estabas muerto y por eso te tiraron allá en el otro calabozo”.

¿Te vio un médico alguna vez en esa semana?

No, me dio un ataque de ansiedad por estar preso, por estar encerrado en ese calabozo que era para ocho personas y ahí había casi 16. O sea, había muchas personas en un solo calabozo y me empezó un ataque de pánico. Entonces después de tanto insistirle que me llevaran a un médico porque me faltaba el aire, me sentía mal por las mismas sobredosis de medicamentos que ellos me habían dado. Me sacaron con maltrato, las esposas súper apretadas.

Ahí me atienden y por el camino me iban diciendo que yo iba a ir para un centro donde se hace carbón, que iba a estar preso muchos años haciendo carbón, trabajando para ellos, que yo era un perro, un gusano, que ya yo en este país no voy a volver a ser persona, que me olvidara de la vida.

¿A quién dejaste en Cuba?

En Cuba actualmente tengo a mi mamá, tengo a mi hermana de cuatro años y mis abuelos.

Y me estuviste comentando de que a tu mamá ya la habían ido a ver. ¿Temes por ellos?

Temo por mi mamá, que sufra de acoso porque de la misma manera en que a mí me acosaban en Cuba casi que todos los días, sé que por yo haber estado aquí, haber llegado aquí y logrado mi objetivo, mi familia podría sufrir algún tipo de represión.

Cuéntanos cómo viviste tú el 11 de julio en las calles como joven. ¿Qué viste? ¿Qué sentiste?

El 11 de julio donde yo vivo, en Cárdenas, fue un día histórico porque se había ido la electricidad, estaba lloviendo, había mucha escasez de comida, mucha escasez de combustible, estábamos en plena pandemia del coronavirus y entonces yo siento una marcha, una gritería, las personas gritando “libertad, libertad, libertad para el pueblo de Cuba”, y pasa por delante de mi casa toda la caravana. Y entonces le digo: “Mamá, yo voy a ir, y mi mamá me dijo: “No, David, no vayas que te vas a buscar un problema”. Yo le dije: “No, yo sí voy a ir,” agarré un pulóver y me uní a la marcha.

Nos paramos frente a la sede del partido de Cárdenas y empezamos a gritar libertad, a gritarle ofensas al presidente, que queríamos un cambio, le pedíamos pacíficamente a los oficiales que estaban ahí que queríamos un cambio, que queríamos una mejorara. Ellos solamente se reían de nosotros.

Nos arrodillábamos a pedir por favor un cambio, una libertad para el pueblo de Cuba, un cambio de gobierno, algo que pudiera mejorar al país, y lo que hicieron fue que trajeron militares, trajeron a los mismos del servicio militar, a los que obligan a pasar el servicio militar en Cuba, los trajeron para que nos reprimieran a nosotros como pueblo y golpearon a muchas personas inocentes, personas que ni siquiera estaban en la manifestación, que sólo iban pasando, los golpearon, nos quitaron la bandera cubana que teníamos y nos las arrojaron al suelo.

A mí en lo personal, yo iba caminando por la calle gritando: “Viva Cuba libre, queremos libertad para el pueblo de Cuba”, un oficial se me acercó y me golpeó con el bastón de policía, me golpeó por la espalda, me empujaron y así era una persecución.

Llegó un momento en el que uno de los protestantes rompió una entrada de tienda de alimentos y todo el pueblo fue para allá, y empezaron a coger todas las cosas. Yo fui y me paré ahí frente a esa tienda también, estuve ahí y agarré una caja de jugo y me la empecé a tomar .Salí en la cámara del noticiero de Cuba tomándome la caja de jugo.

Yo creo que por eso fue por lo que a mí me capturan como tal y me interrogan porque salí en la primera plana del noticiero. Luego de que todo el mundo cogió las cosas de la tienda, empezaron a venir muchas más personas y uno de los esbirros de la dictadura para poder dispersar la masiva protesta que había, dijeron que en Playa Larga, o sea en la playa de ahí donde yo vivo de Cárdenas, estaban entrando lanchas de los Estados Unidos que iban a llevarse a todo el que quisiera, y fue un método para que todo el pueblo fuera para allá y dejaran la parte del partido, la sede del Partido Comunista de Cuba vacío para que no entraran ahí, y cuando todo el mundo fue para la playa pensando que eso era verídico, que era cierto, trancaron la parte de la entrada de la playa y a todo el que estaba ahí empezaron a reprimirlo, a darle golpes, a hacer arrestos masivos y todas esas cosas hasta por la noche del otro día.

Como joven que acabas de llegar a Estados Unidos, ¿qué piensas de tu futuro?, ¿qué deseas?, ¿qué vas a hacer?, ¿qué planes tienes?

Siempre me ha gustado la fotografía, la videografía, la música; y en Cuba nunca iba a poder realizar ese sueño porque quieres hacer la mínima cosa y ellos van preguntarte por qué lo quieres hacer, qué quieres hacer. De hecho, hice una miniserie basada en los barrios de Cuba, en Cárdenas, y ellos me citaron muchas veces para decirme que qué objetivo yo tenía con eso, me censuraron la serie, me dijeron que la borrara, que no podía tener eso.

Te machacan tus sueños. En este país quiero ese sueño de hacer mis videos, música, Aquí en los Estados Unidos, un país libre, sí lo voy a poder lograr.

Embed - Preso político del 11J Osbel Núñez Frómeta: “Me querían METER en la CÁRCEL y decidí HUIR de Cuba”

FUENTE: REDACCIÓN/CubaNet

¡Recibe las últimas noticias en tus propias manos!

Descarga LA APP

Deja tu comentario

Te puede interesar