BUENOS AIRES.- Las escuelas argentinas se convirtieron en los últimos días en escenarios de hechos de violencia que tuvieron como blanco a docentes y estudiantes, una problemática que requirió la atención del Gobierno y de especialistas en educación.
Este lunes un estudiante disparó cinco veces su arma de fuego, aunque sin causar heridas, en una escuela de los suburbios de Buenos Aires, muy cerca de donde dos días antes una madre atacó y amenazó de muerte a una docente frente a toda su clase.
Los disparos realizados por un joven de 19 años, estudiante del nivel secundario, en una escuela situada en la localidad de Troncos del Talar, a unos 35 kilómetros al norte de la capital argentina, provocaron la reacción de la comunidad educativa del establecimiento, que pidió a las autoridades que tomen medidas de seguridad para el resto de sus alumnos, atemorizados por la situación.
El joven que protagonizó la balacera había discutido con un compañero. En las horas siguientes, dejó la escuela, fue a su vivienda, tomó un arma de fuego y regresó a clase. Allí le disparó dos veces al estudiante con el que había discutido, que salió ileso de la agresión. Luego, cuando quiso escapar, volvió a efectuar otros tres balazos en el patio del establecimiento ante la mirada y el temor de decenas de alumnos.
El hecho fue difundido un día después de que trascendió en la prensa que la madre de un estudiante golpeó y amenazó de muerte a una docente en el aula en la que dictaba clases, a pocos kilómetros de distancia del lugar en el que el joven estudiante disparó contra otros.
La agresión de la que fue víctima la docente quedó registrada porque una de sus colegas la filmó e hizo pública. La maestra había llamado a la madre del alumno porque llevaba más de una hora demorada y no retiraba a su hijo de la escuela.
"Me solidarizo con Vanesa Segovia, docente agredida por la madre de su alumno. Repudio cualquier acto de violencia y más contra un maestro", escribió en su cuenta de Twitter el ministro de Educación argentino, Esteban Bullrich.
También este lunes, en la ciudad de Presidencia Roque Sáenz Peña, a unos 1.100 kilómetros al norte de Buenos Aires, una adolescente de 13 años fue herida con un puñal por una compañera de clase dos años mayor que ella a la salida de la escuela a la que asisten.
El 25 de abril último, en la provincia argentina de Entre Ríos, una docente fue atacada por un estudiante de 13 años cuando intentó evitar que siguiera golpeando a un compañero. Como consecuencia de las heridas, la maestra perdió el 90 por ciento de su visión en el ojo izquierdo, además de otras heridas.
Una encuesta realizada en abril pasado por el gremio Unión Docentes Argentinos (UDA) aseguró que el 41.3 por ciento de los educadores consultados dijo que alguna vez fue víctima de hechos de violencia dentro de un ámbito educativo.
A fines de 2016, en la provincia de Buenos Aires, el Parlamento local aprobó una ley que aumenta las penas de prisión para quienes agredan o amenacen a docentes.
En el Congreso argentino espera tratamiento legislativo un proyecto similar que, en caso de aprobarse, alcanzará a todos los docentes del país.
Para el exministro de Educación de la ciudad de Buenos Aires, Mariano Narodowski, "las respuestas que dio el Estado" argentino frente a las agresiones que sufrieron en el último tiempo los docentes "son equivocadas".
"No da una respuesta educativa, pedagógica, sino que la imagen que muestra cuando intenta promover este tipo de leyes es que los docentes son muy vulnerables. Hay que darles herramientas para que no lo sean", dijo en una entrevista con el canal de noticias del diario La Nación.
FUENTE: dpa