CARACAS.- Nicolás Maduro, pidió este martes a Dios que "meta su mano" y componga las maltrechas relaciones entre su país y Estados Unidos, una nación que no le reconoce y le ha pedido en múltiples oportunidades que se aparte del poder, que ejerce desde 2013.
"Pido a Dios que meta su mano y cambie el curso de esta conspiración y le abra las compuertas a un proceso de negociación y de acuerdos entre el Gobierno del presidente Donald Trump y el Gobierno bolivariano", dijo el dictador venezolano al referirse a presuntos planes para desalojarlo del poder.
Las relaciones entre Venezuela y Estados Unidos han sido tirantes prácticamente desde la llegada del chavismo al poder, en 1999, pero la enemistad creció de forma notable en enero pasado, cuando la Administración de Trump reconoció como presidente encargado de Venezuela al opositor y jefe del Parlamento, Juan Guaidó.
Esta decisión provocó que Maduro ordenara la ruptura completa de las relaciones bilaterales entre ambas naciones, que se completó luego con diversas sanciones económicas de Estados Unidos contra funcionarios e industrias venezolanas, incluida la del petróleo.
Con todo, los países habían acordado negociar la apertura de oficinas de intereses, pero este proceso también se vio interrumpido luego de que Washington anunciara su decisión de retirar a su personal restante en Caracas, aunque Maduro dijo este martes que su Gobierno los expulsó para evitar algún "falso positivo".
En ese sentido, dijo que desea continuar estas negociaciones en el marco de la Organización de Naciones Unidas (ONU), al tiempo que insistió en que es posible una relación de "respeto, altura y cooperación" entre ambas naciones.
"Creo en la negociación, creo en la diplomacia porque creo en la paz, no pierdo la esperanza (de mejores relaciones)", apuntó.
Venezuela vive una situación de inestabilidad política desde el 10 de enero, cuando Nicolás Maduro, volvió a tomar posesión del cargo tras imponerse en las elecciones de mayo pasado, consideradas un fraude por parte de la comunidad internacional y por la oposición, debido a la falta de garantías electorales y a la inhabilitación de los principales partidos y candidatos de oposición.
Tras la toma de posesión de Maduro, el Parlamento declaró la usurpación de la presidencia y Juan Guaidó invocó el 23 de enero, los artículos 233, 333 y 350 de la Constitución venezolana para reclamar que, como jefe de la Asamblea Nacional (Parlamento), tenía la autoridad de juramentarse como presidente interino del país y así lo hizo ante una multitud que lo aclamaba durante la celebración de un Cabildo Abierto.
Guaidó, como presidente encargado, ha sido reconocido por más de 50 países. El jefe del Parlamento se ha comprometido a que una vez que cese la usurpación; se pueda establecer una gobierno de transición que convoque elecciones libres.
EEUU fue la primera nación en reconocer a Guaidó como mandatario y, desde entonces, ha anunciado en total 76 millones de dólares en asistencia humanitaria y ha tomado diferentes acciones para presionar a Maduro, incluidas sanciones a la empresa Petróleos de Venezuela (PDVSA), principal fuente de divisas para Caracas.
El sábado 23 de febrero, la oposición, encabezada por Guaidó y apoyada por centenares de voluntarios civiles, intentó introducir en Venezuela toneladas de ayuda humanitaria que había sido almacenada en Brasil y Colombia; pero el régimen de Maduro impidió la entrada, bloqueando los puentes e incendiando uno de los camiones con la ayuda.
FUENTE: Con información de EFE