BOGOTÁ.- Miguel Uribe Turbay, como ningún otro dirigente de la política de Colombia en décadas, logró ser a sus 39 años de edad la esperanza de miles de ciudadanos y partidos democráticos por liberar al país de la violencia histórica y ponzoñosa que el 7 de junio pasado atentó contra su vida.
Es lo que desbordó durante las exequias del joven senador este 12 de agosto, a las que asisten líderes políticos nacionales y del exterior, en Cámara ardiente hasta mañana miércoles. Y también durante su corta vida política y personal en la que encarnó la figura arquetípica del guerrero.
El 9 de febrero de este 2025, apenas cuatro meses antes del atentado que ahora la fiscalía califica de magnicidio, debido a su muerte tras una batalla por su vida, Uribe Turbay fue escogido como precandidato presidencial por el partido Centro Democrático.
Durante ese acto, invitó al expresidente Álvaro Uribe Vélez a “volver a liberar a Colombia, tras recibir el espaldarazo del fundador del partido.
“Usted y yo con todo este maravilloso partido vamos a volver a liberar a Colombia”, dijo Uribe Turbay en un acto grabado difundido por redes sociales, en el cual participó el exmandatario colombiano con quien lleva una estrecha relación partidista.
Guerrero de la política
El joven senador, abogado nacido en Bogotá, se convirtió en la esperanza de la democracia colombiana, al iniciar su precampaña con miras a las elecciones de mayo de 2026.
“Si en Venezuela no hay libertad, en Colombia nunca habrá paz. Para Colombia es fundamental que se acabe la dictadura venezolana y por eso apoyamos no solo a María Corina Machado, sino a toda la oposición que ha resistido valientemente durante años”, dijo convencido de su vocación democrática y pacífica.
Fue senador al sustituir a Uribe Vélez como cabeza de la lista de la Cámara Alta por el Centro Democrático en 2021, y su desempeño tuvo buena repercusión, según medios.
“La juventud de Miguel se suma a una anticipada madurez, eso es muy importante, tiene la compatibilidad de los jóvenes y está sustentada en su capacidad de estudio y su transparencia”, expresó el expresidente Uribe Vélez, quien ante la pérdida del joven político aseguró: “Mataron la esperanza”.
En el parlamento, Uribe fue firme crítico de las políticas del presidente Gustavo Petro y del controvertido Consejo de Ministros del 4 de febrero. Lo hizo con la misma vehemencia con la que como concejal de Bogotá se opuso a las prácticas de Petro cuando este fue alcalde de la ciudad.
Contra la violencia de Colombia
En cualquiera de sus intervenciones públicas, su propósito político siempre fue la libertad y el rescate de la paz contra todo asomo de la violencia política en Colombia. Lo movió su herencia familiar, histórica en Colombia.
Su abuelo Julio César Turbay fue presidente de Colombia (1978-1982) y durante su gestión enfrentó a la guerrilla del M19 a la cual perteneció Petro. “De allí viene el odio de Petro contra los Turbay”, dijo recientemente la analista política colombiana Sofy Casas.
Su madre Diana Turbay, activa periodista y secretaria privada de su padre durante la presidencia, fue asesinada en enero de 1991 por el narcoterrorismo.
“Miguel venía preparándose para esta nueva etapa de su vida”, indicó la periodista colombiana, pero no consiguió la protección por parte del Estado colombiano a cargo de Petro. “Se convirtió en un blanco muy fácil para ellos”.
Las 22 solicitudes que Miguel Uribe hizo al gobierno de Petro para su seguridad personal, luego de tres intentos de asesinato, de nada sirvieron.
“El Estado le negó protección”, aseguró sobre Miguel, como lo llaman en las redes llenas de publicaciones que honran la vida política y personal, sencilla y amorosa de Uribe, quien deja a Colombia el desafío del guerrero: seguir la lucha con valentía y determinación por la paz del país.
FUENTE: Con información de redes, Redacción DLA