MIAMI. - Cuando Carlos Vidal Mejías comenzó a subir su música en las plataformas digitales nunca imaginó lo que viviría unos tres años más tarde. Ahora, en el año 2022 compone piezas para los cantantes de reguetón más importantes del momento; ha acumulado una larga lista de reconocimientos como Discos de Oro, de Platino; ha sido nominado al Premio Grammy; suma millones de reproducciones en YouTube con sus temas musicales y a diario se contacta con personas del medio para ofrecer sus piezas que antes de ser publicadas se perfilan como un éxito.
Gracias a ese talento, el joven venezolano desde su casa en Barcelona, España, ha logrado un cambio total en su vida.
A Carlos Vidal Mejías, mejor conocido como Came en el mundo de la música urbana, siempre le gustó componer sus propios temas, por lo que su paso por el Sistema de Orquestas en Venezuela fue breve ya que a él lo movía la creación. Cuando apenas le faltaba un año para finalizar su carrera en Comunicación Social en la Universidad Bolivariana de Aragua (centro de Venezuela), se vio obligado a abandonar el país y se residenció en España, gracias a su familia materna.
En conversación telefónica con DIARIO LAS AMÉRICAS comenta que la llegada del éxito fue muy extraña. Mientras trabajaba en una tienda de electrodomésticos, y componía en sus tiempos libres, sus piezas de la noche a la mañana comenzaron a tener miles de visualizaciones, lo que le sorprendió, pero pensó que era algo del algoritmo de Youtube que exponía su música. “Con el incremento de las visualizaciones llegaron más solicitudes de compras de las piezas y comenzaron a aumentar los clientes”.
Came crea piezas musicales (beats) a través de un programa digital llamado Fruit Loop, y una vez que arma una composición la expone para que algún cantante interesado le coloque la letra. Entre sus primeros contactos recuerda al cantante venezolano Neutro Shorty y al chileno Tommy Boysen; pero lo que realmente lo llevó a un nivel superior fue su pieza musical que sirvió para la creación del tema 105 Grados Fahrenheit que catapultó al cantante puertorriqueño Kevvo. En esta creación musical participaron también importantes exponentes como Farruko, Myke Towers, Arcangel, Darell, Ñengo Flow, Brytiago y Chencho Corleone.
“Kevvo le dio mis datos a todos los que trabajaron con él en el tema, y así comenzaron a llamarme pidiéndome piezas. En ese momento me contacta el productor Jaime Cosculluela para pedirme varios temas y comenzamos una relación comercial que al tiempo se fue afinando y él se convirtió en mi mánager. Gracias a él conseguí canciones con Ozuna y tuve participación en el disco Enoc, que ha sido galardonado con seis discos de Platino”.
En la larga lista de logros, Carlos Vidal (Came) suma Disco de Oro con el cantante Brytiago, por su disco llamado Orgánico. Disco de Platino con el cantante de reggaetón Mora, por su disco llamado Primer día de clases. También con la conocida Naty Natasha suma un Disco de Oro por el álbum Natividad, donde tiene dos piezas: Frozen y Qué Lío. Además, Disco de Oro en un sencillo que se llama Quizás de Brytiago que hizo con Ozuna y con Lunay. Y por último 6 Discos de Platino por el disco de Ozuna llamado Enoc.
“Estos discos están certificados por la RIAA (Recording Industry Association of America) en EEUU. Pero además en España tengo uno de Oro y uno de Platino por el tema Qué le voy a hacer, del cantante español Skechi”.
Estar de moda
Came Beats asegura que no solo se centra en reggaetón, por lo que también tiene temas con cantantes como Olga Tañón, y también compone música para bachata. “Para mí, la virtud que me ha llevado lejos ha sido la disciplina que tengo para crear. Todos los días hago música. Todos los días me siento y hago lo que me apasiona. Para mí es muy importante trabajar varios géneros y crear piezas que me gustan. Cuando un cantante o un mánager me llaman para decirme que estarán trabajando en un campamento (en una jornada de composición de las letras), yo tengo qué ofrecerle y le mando muchas piezas”.
Recalca que, aunque trabaja con grandes artistas, a quienes contacta con facilidad a través del teléfono, aún está en el anonimato porque todo le ocurrió en la pandemia y aún ni el público que oye su música ni los propios cantantes los conocen personalmente. “Yo canto y me han dicho que lo hago bien, pero no quiero cantar. Quiero estar detrás de la tarima, en la creación musical como productor. Promoviendo piezas, enlazando cantantes, armando proyectos con varios compositores. Eso es lo que quiero seguir haciendo”.
Por ahora Carlos trabaja desde España, donde consiguió un contrato con la empresa Sony; y después de que se abrieron las fronteras ha viajado varias veces a Estados Unidos. “La distancia no ha sido un problema, pero cada día hay más trabajo con artistas que están en el sur de la Florida, Puerto Rico, o en el Caribe, aunque recién compré mi casa en España, no descarto que, si el trabajo sigue creciendo, Miami sea mi próximo destino”.
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