MIAMI - Las sanciones impuestas por la comunidad internacional a Rusia por la invasión a Ucrania no son buenas noticias para los principales aliados del régimen de Vladimir Putin en América Latina. Nicaragua es uno de ellos y el país centroamericano podría sufrir consecuencias debido a la probable suspensión de la ayuda rusa al régimen de Daniel Ortega.
Antes de la invasión, el viceprimer ministro de Rusia, Yuri Borisov prometió al régimen de Ortega más cooperación, incluida la militar y la tecnológica. En diciembre, dos de los hijos de Ortega, Laureano y Rafael Ortega Murillo firmaron un acuerdo con Rusia para fabricar en Nicaragua la tercera vacuna rusa contra el coronavirus, llamada CoviVac, un proceso previsto a iniciar en el primer trimestre de 2022 que tendría la función de ser comercializada en América Latina. A pocos días de concluir el primer trimestre, nada se sabe del anunciado proyecto.
Otro de los acuerdos firmados en diciembre fue un ‘memorando de entendimiento’ con la agencia de energía atómica rusa Rosatom, con el propósito de colaborar en “la sensibilización pública sobre las tecnologías nucleares, el desarrollo de la infraestructura nuclear en Nicaragua y sus aplicaciones no energéticas en la industria, la agricultura y la medicina”.
El exembajador de Nicaragua en Alemania, José Dávila, estimó que la situación económica que Rusia enfrenta no son buenas noticias para Ortega.
“El régimen de Nicaragua se ha echado en brazos de Putin y Rusia para agazaparse bajo la geopolítica mundial, pero Putin y Rusia están bajo una condena mundial por su invasión a Ucrania, que no es buena noticia para Ortega”, valoró Dávila.
Negociación
El régimen sandinista, que enfrenta sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea por corrupción y violaciones a los derechos humanos, está más aislado hoy.
Analistas políticos nicaragüenses coinciden en que Ortega quiere negociar con Estados Unidos la liberación de los presos políticos, entre ellos los siete aspirantes presidenciales que enfrentan condenas que oscilan entre ocho y 13 años, a cambio del levantamiento de sanciones que afectan directamente el entorno de Ortega, su esposa y vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo y varios de sus hijos.
Mientras Estados Unidos conversa con el régimen de Nicolás Maduro, debido al aumento de los precios del petróleo que se han disparado tras la invasión rusa a Ucrania, ese no sería un posible escenario con el régimen de Ortega, consideran los analistas José Dávila y Beatrice Rangel, que además es directora del Interamerican Institute for Democracy (IID).
“Lo que hizo Estados Unidos con Maduro es un sondeo para tratar el tema del petróleo y ver la reacción en la geopolítica mundial, en la que Maduro busca ser una importante ficha de Putin. No se sabe si habrá negociación finalmente. Con Ortega no veo posible una negociación con Estados Unidos como la que podría tener con Maduro porque Nicaragua carece de los atractivos estratégicos que tiene Venezuela”, consideró el exembajador Dávila
La Casa Blanca explicó que las razones del viaje de funcionarios estadounidenses a Caraca fueron “discutir una variedad de temas, incluida la seguridad energética, pero también para abordar el estado y la salud de los estadounidenses detenidos. Nunca vamos a desaprovechar una oportunidad para hacer lo justo. Son caminos separados, son conversaciones separadas", aseguró la portavoz del gobierno de Joe Biden, Jen Psaki.
De cualquier manera, Nicaragua ni cuenta con petróleo ni tiene retenido ciudadanos estadounidenses de importancia.
“En este momento el mundo libra una batalla gigantesca contra el autoritarismo, una batalla que cuyo desenlace va a depender el orden mundial. En esa batalla el tema energético es muy importante, es fundamental”, explicó Rangel.
La directora del IDD señaló: “Una guerra necesita las fuentes de energía amarradas. Si esta guerra va a pasar a mayor, porque a los rusos se les ocurre bombardear o invadir Polonia, que no lo descarto, ahí la OTAN tiene que responder, y necesita las fuentes de energía para responder”.
Por otra parte, Estados Unidos necesita prestar atención a sus problemas internos, la economía y la inflación. “Eso significa que no quiere distraer recursos en problemas internacionales, se está enfocando en sus problemas domésticos, como mejorar infraestructura, problemas con la educación, los servicios de salud y otros problemas a resolver”.
“Lo que está haciendo en este momento Estados Unidos es impedir que el orden internacional, que ellos mismos crearon, se venga abajo por la agresión rusa y para eso necesitan dos cosas: que Occidente esté unido, y eso lo ha logrado; resolver el problema energético, y eso también lo está logrando”, apuntó la analista.
A su juicio, Nicaragua “no cuadra ahí de ninguna manera”.
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@FloresJudith7