CARACAS.- La crisis de salud en Venezuela se ha recrudecido durante el año 2017, especialmente en los últimos meses, los cuales se han registrado hasta una veintena de casos de rechazo de órganos por falta de los medicamentos que de por vida deben tomar los trasplantados, esto mientras el régimen de Nicolás Maduro mantiene su negativa a aceptar un canal humanitario.
En un reportaje realizado por El País de España, varios venezolanos relatan el viacrucis en el que se han convertido sus vidas para tener los cuidados médicos que acarrean sus enfermedades. Un mes sin los fármacos, que en Venezuela solo se consiguen a través de las farmacias del régimen, puede ser fatal para los trasplantados.
Maribel Torres llevaba varios días ingresada en el Hospital Universitario de Caracas porque sentía debilidad, dolor en el pecho y tenía los valores sanguíneos alterados. “A finales de mes me dieron el alta y me dijeron: ‘Usted perdió el riñón’.
Durante 12 años, Torres cuidó el riñón que le trasplantaron un 19 de abril de 2005. Este 2017 no pudo hacer nada para mitigar los efectos de la falta de medicinas. Los tres inmunosupresores que tomaba para que su cuerpo no rechazara el órgano que le dio una segunda oportunidad se agotaron y aunque pidió a familiares que se los trajeran del exterior no llegaron a tiempo.
Otro caso fue el de Luz Marina Cañizález, quien intentó ingresar esta semana al hospital del Seguro Social en San Cristóbal, en el occidente de Venezuela en busca de sanar su dolor. Sin embargo, lo único que consiguió fue el rechazo de los médicos del lugar, pues no había “camas ni comida” para ofrecerle durante su estadía, aun cuando presentaba un cuadro agudo de rechazo de su riñón.
Francisco Valencia, presidente de Codevida, comenzó a llevar la cuenta de estos casos, inéditos en medio siglo de historia de estos procedimientos en Venezuela.
“El Gobierno cada vez que niega la ayuda humanitaria y que estamos en una emergencia, no sabe por el trauma que están pasando 3.500 trasplantados en el país y sus familiares”, asegura.
Lucila Velutini, presidenta de la Organización Nacional del Trasplante, señala que en la nacion caribeña existen 17.000 personas deben acudir a centros de diálisis para que una máquina haga el trabajo que ya no pueden hacer sus riñones.
FUENTE: REDACCIÓN