viernes 22  de  marzo 2024
INJUSTICIA

Padre de adolescente cubano asesinado por la policía en Cuba pide justicia

Desmiente además la versión oficial de lo ocurrido y dice que los agentes cubanos hicieron un uso excesivo de la fuerza.

Yosvany Batista, padre de Zinadine Zidan Batista Álvarez, el menor de 17 años que murió el viernes en Santa Clara tras ser baleado por la Policía, exigió justicia y desmintió la versión oficial de lo ocurrido, difundida por el Ministerio del Interior (MININT) cubano.

"La muerte de mi hijo no va a quedar impune. La Fiscalía militar tendrá que ser imparcial y aplicar verdaderamente la justicia y el policía que asesinó a mi hijo tiene que ser juzgado con todo el peso de la ley, y de no ser así seguiré tramitando hasta llegar al presidente de la nación", exigió en varias publicaciones en su muro de Facebook.

El hombre, que en esa red social dice ser pastor de una iglesia cristiana, denunció que, además del uniformado que disparó contra Zidan, hubo "otros tres policías que le dieron golpes en el piso después de muerto".

Batista insistió en su narración de los hechos que él también fue golpeado por los agentes y que el origen de todo fue una "riña tumultuaria donde un agente del orden público innecesariamente lo asesinó".

Asegura además que la muerte del menor "no hubiera sucedido si la policía de la 5ta unidad de Santa Clara hubiera actuado correctamente, tomando las medidas correspondientes con los que provocaron el problema. Yo mismo acudí varias veces a dicha unidad a presentar quejas en contra de los que causaron el problema, que tenían a mi hijo y a su mujer amenazados de muerte y la Policía no previno el delito".

En la denuncia, Batista asegura que él se encontraba en el lugar de los hechos y que la Policía llegó cuando se estaba produciendo la pelea. Los uniformados, afirma, "sin preguntar se abalanzaron sobre mi hijo y yo a golpes. Por unos segundos perdí de vista a mi hijo, cuando de repente siento dos disparos a quemarropa y veo a mi hijo tendido en el suelo muerto. Yo estaba tirado en suelo, sujetado por varios policías, perdí el control y me sacudí y fui a intentar salvar a mi hijo (...) pero no pude, se me cayó de las manos y salí detrás del policía, el cual también me disparó a los pies".

"Y yo le gritaba que me disparara a la cabeza o al pecho como le disparó a mi hijo, que le dieron dos disparos en el muslo y otro en el pecho, alojándose el proyectil en el pulmón y provocando una hemorragia interna que le privó la vida. O sea, le provocó la muerte, y repito, usó el arma de fuego innecesariamente. Habían más opciones de desarmarlo si usaba la violencia, porque yo mismo le hubiera quitado el machete y no hubiera pasado nada. El problema no fue con la Policía, era con las personas antes mencionadas".

El individuo agrega, en referencia a la versión oficial, que "mi hijo no era ningún antisocial. Que haya estado en el lugar equivocado cuando sucedió la revuelta del 11 de julio del pasado año no quiere decir que es un antisocial. Cualquiera en este país tiene uno o varios antecedentes penales y no por eso es una escoria".

Batista dio su dirección particular al Noticiero Nacional de la Televisión y dijo estar dispuesto a ofrecer declaraciones que desmientan la nota del MININT reproducida por los medios oficiales.

En esa versión, publicada más de un día después de que en las redes sociales se vieran la escenas de violencia policial contra el menor, la institución aseguró que sus agentes fueron al lugar en defensa de dos mujeres que "eran asediadas por ocho individuos de pésima conducta social y moral, que arremetían a pedradas contra la morada, portando armas blancas y profiriéndoles improperios y amenazas, por motivos personales".

De acuerdo con el MININT, al llegar la Policía esos sujetos "agredieron con piedras a los efectivos del orden; intentando uno de ellos privar de la vida a uno de los actuantes contra el cual se abalanzó con un cuchillo entizado en una mano y un machete en la otra, lesionándolo en la frente".

"Ante el peligro inminente de la vida del oficial, sus compañeros hicieron uso del arma reglamentaria, en defensa de su integridad física", aseguró.

El MININT reconoció que en el incidente "falleció el agresor principal" y, como hace habitualmente, lo criminalizó, asegurando que era un individuo "caracterizado por una conducta violenta, con múltiples antecedentes delictivos", pero evitó en todo momento reconocer que el individuo baleado era un menor de 17 años.

Tampoco explicó por qué, como se ve en las imágenes grabadas por testigos de los hechos, el sujeto está tirado en plena calle, esposado a la espalda y ensangrentado, mientras policías y boinas rojas tratan de ahuyentar violentamente a decenas de personas que tratan de intervenir.

El mismo fin de semana, el opositor, ex prisionero político y líder del Frente Antitotalitario Unido (FANTU), Guillermo Fariñas, conversó con testigos de los hechos, quienes también desmintieron la versión oficial.

"El joven asesinado murió esposado con su boca contra el piso por desangramiento al recibir tres impactos de bala con arma de fuego. El disparo mortal ya era innecesario, debido a que el ultimado se encontraba ya herido e imposibilitado de poder poner en riesgo la vida del agente policial", aseguró.

"La mayor indignación de los testigos presenciales con los que nos entrevistamos siempre fue que el asesinado menor de edad, a pesar de ya haber recibido dos impactos de bala, desde el piso continuó con entereza desafiando a los agentes policiales y éstos lo patearon, así como lo golpearon con una tonfa reglamentaria", finalizó su relato.

FUENTE: Diario de Cuba

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