"Petro es un líder del narcotráfico que fomenta la producción masiva de drogas, tanto en campos grandes como pequeños, por toda Colombia", aseguró Trump.
Además, el mandatario estadounidense sostuvo que Petro es poco valorado e impopular. Más adelante, lo calificó de "maleante".
Trump ha reiterado su promesa de erradicar los carteles en América Latina para combatir al tráfico de drogas que llega a los Estados Unidos. De allí su ofensiva militar en el Caribe desde hace unos meses, la cual tiene dentro del foco al jefe del régimen venezolano, Nicolás Maduro.
El cultivo de coca, materia prima de la cocaína, ha aumentado aproximadamente 70%, según estimaciones del gobierno colombiano y de las Naciones Unidas, durante el mandato de Gustavo Petro, quien llegó al poder en 2022. Sin embargo, el presidente colombiano atribuye las cifras al incremento mundial del consumo de cocaína, especialmente en Europa.
De acuerdo con el presidente de EEUU, Petro “no hace nada” para detener el negocio del narcotráfico. Trump dijo que esto ocurre, “a pesar de los pagos y subsidios a gran escala de Estados Unidos que no son más que una estafa a largo plazo. A partir de hoy, estos pagos, o cualquier otra forma de pago o subsidio, ya no se realizarán a Colombia”. Además, anticipó la imposición de nuevos aranceles.
En medio de la diatriba, Petro esgrimió: "Trump está engañado de sus logias y asesores. El principal enemigo que tuvo el narcotráfico en Colombia, fue en el siglo XXI, el que le descubrió sus relaciones con el poder político de Colombia. Ese fui yo".
A través de la red social X, el mandatario colombiano recomendó a Trump "leer bien a Colombia" a fin de tener claro "en qué parte están los narcos y en qué parte están los demócratas".
El 24 de octubre, la Administración de Trump anunció la designación de sanciones contra Gustavo Petro. La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro ta,bién incluyó en su 'lista negra' a la primera dama, Verónica Alcocer, a Nicolás Petro y el ministro del Interior, Armando Benedetti.
Tanto Trump como Petro tienen en común el tono confrontativo y polémico. En el caso de Petro, esta característica allana el camino para el discurso a lo interno.
“En el momento en que comienza el intercambio de insultos, Estados Unidos expone una narrativa donde dice que una de las lanchas que atacaron eran del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Eso puede ser peligroso para que Petro se acerque más a estos grupos armados, a que profundice esa complicidad, que estos grupos armados se acerquen más al gobierno y pongan en riesgo las elecciones”, puntualiza Germán Sahid, profesor de la Universidad del Rosario de Colombia, en entrevista con DIARIO LAS AMÉRICAS.
Opina que, a veces, Trump comete errores “de darle a Petro oxígeno para su discurso”.
Sahid sostiene que Petro, de ser un líder socialista, del Foro de Sao Paulo y del socialismo del siglo XXI, quiere volverse un líder antiimperialista, ultranacionalista.
“Y, pues, eso es peligroso porque de una u otra manera siempre el nacionalismo resulta efectivo cuando se acercan unas elecciones”, subraya.
El investigador colombiano dice que preocupa que la diplomacia de Petro y Trump sea de micrófonos.
“Se manejan insultos, descalificaciones o calificaciones que obviamente desestructuran el trabajo de las diplomacias de ambos países. Es altamente probable que, a las embajadas, los ministerios de relaciones exteriores y la secretaría de Estado, pues se les dificulte un poco resolver en clave diplomática estas crisis”, señala.
Añade que, aunque ambos mandatarios, no emplean bien el manejo de la diplomacia, finalmente se espera que las burocracias triunfen.
El martes 21 de octubre, Petro se reunió con el encargado de negocios de Estados Unidos en Bogotá, John McNamara, para un "primer acercamiento" en la búsqueda de vías para superar la crisis diplomática.
De acuerdo con un comunicado de la Cancillería colombiana, de la cita bilateral surgió un mínimo consenso sobre la necesidad de "subsanar el actual impase en las relaciones bilaterales". En ese contexto, uno de los primeros pasos sería el retorno a Washington del embajador de Colombia, Daniel García-Peña, luego de ser llamado a consultas.
En declaraciones a Blu Radio, el embajador dijo que las partes acordaron mantener activos los canales diplomáticos y aplacar el "enfrentamiento verbal".
Cadena de fricciones
El mismo día del encuentro con el encargado de negocios de Estados Unidos, el mandatario colombiano sostuvo que Trump “actúa con vísceras y no con cerebro”. Durante un Consejo de Ministros televisado, indicó que está al borde de ser juzgado como narcotraficante “por el señor Trump”.
Ratificó su oposición a las operaciones de EEUU en el Caribe y dijo que, así las embarcaciones transporten cocaína, matar a sus tripulantes representa “un asesinato”.
El presidente también aludió a un supuesto plan para atentar contra su vida: “Compraron un misil SAM-16, que buscaba disparar contra el avión presidencial (…) lo compraron en Venezuela, por la debilidad del Estado venezolano hay misiles que venden corruptos”.
El nuevo episodio entre Petro y Trump viene precedido de otros momentos de fricción, recuerda la internacionalista Elsa Cardozo.
“Ha habido dos antecedentes muy importantes, uno cuando hubo la devolución de los deportados por Estados Unidos, en enero, entonces Petro señaló el maltrato a los deportados. En general, el discurso de Petro ha estado muy lleno de retórica y ha incorporado criticas al capitalismo, también al tema de las drogas concentrándolo en el consumo en Estados Unidos”, refiere Cardozo en entrevista con DIARIO LAS AMÉRICAS.
Añade que, quizás dentro de los temas más críticos, estuvo la participación de Petro en una manifestación pro Palestina, el mes pasado en Nueva York, cuando llamó a los militares de Estados Unidos a desobedecer cualquier instrucción que significara una acción en la Franja de Gaza.
Gustavo Petro / AFP
Foto distribuida por la Presidencia de Colombia que muestra a Gustavo Petro, dirigiéndose a una manifestación pro-palestina con un megáfono en la mano frente a la sede de la ONU en Nueva York, llamando a militares de Estados Unidos a "desobedecer" las órdenes del presidente Donald Trump. 26 de septiembre de 2025.
AFP/Archivo
Tras este episodio, Estados Unidos revocó la visa al presidente Petro. "Ya no tengo visa para viajar a Estados Unidos. No me importa. La humanidad debe ser libre en todo el mundo. Tenemos el derecho humano de vivir en el planeta", respondió el mandatario colombiano.
La internacionalista Cardozo refiere, además, el discurso crítico del mandatario colombiano en Naciones Unidas y sus cuestionamientos al despliegue estadounidense en el Caribe.
“Para Colombia, el aumento de la tensión complica aún más las relaciones, ya Colombia no había sido certificada por Estados Unidos en materia de la lucha contra el tráfico de drogas y eso significaba la reducción de muchos recursos. Había allí algunas excepciones sobre fondos que sí se le seguirán dando. Pero ahora la amenaza de Estados Unidos es de una reducción de esos fondos”, indica.
A su juicio, los enfrentamientos entre Petro y Trump “alientan” la polarización política que vive Colombia, dado la vehemencia con la que Petro ha introducido el tema a lo interno de su país.
La investigadora sostiene también que el mandatario colombiano contribuye a que se abone el terreno de la separación de las posiciones políticas en Colombia en dos bandos: "El bando ese que él llama de la derecha, el bando que está dispuesto a entregar a Colombia al capital, que se ha beneficiado del poder, según el presidente, y por el otro lado, el bando justiciero que representa Petro, el antiimperialista, el que defiende la soberanía de Colombia".
En ese sentido, puntualiza, Gustavo Petro busca dejar el terreno en el que se va a mover en adelante, luego de las elecciones del próximo año. "No va a ser presidente nunca más", agrega.
“Otro de los temas referidos por Petro ha sido la defensa de Venezuela, la referencia constante a Nicolás Maduro, con quien solo recientemente ha comenzado algunos distanciamientos sobre el modo de gobernar”, sostiene.
“Colombia sabe que somos uno solo, hermanos siameses, y lo que sea con Colombia, es con Venezuela, y lo que sea con Venezuela, es con Colombia”, aseguró Maduro el 21 de octubre.
La investigadora Cardozo compara el manejo de la crisis por parte de Petro, con el tono del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva y de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum en sus fricciones con Estados Unidos.
”Lula, con su manejo de algo tan crítico y complejo como que Trump lo sancionó con aumento de aranceles por la sentencia de un tribunal contra el expresidente Jair Bolsonaro, ha estado no estridente, no confrontacional, manteniendo su punto de vista, defendiendo el discurso de la soberanía de Brasil. La cosa no ha pasado a mayores, están en conversaciones y se vislumbra un acercamiento”, señala Cardozo.
Indica también que si algún país ha recibido presiones de la administración Trump y de aranceles ha sido México.
Añade que, sin embargo, la presidenta Sheinbaum ha logrado ir manejando la situación “con gestos y dando pasos en la resolución de ciertos temas, incluso la extradición de capos de la droga”.
Peso institucional
El profesor Germán Sahid señala que, afortunadamente, la institucionalidad estadounidense ha entendido que una cosa es el Estado colombiano y otra cosa es el gobierno de Petro o Petro en sí mismo.
“Entonces, eso de una u otra manera transmite bastante calma. Y es que básicamente Estados Unidos se ha dado cuenta de que las instituciones de Colombia funcionan, que los procesos de equilibrio de poderes funcionan, que el cuerpo diplomático, las fuerzas militares; los gremios de una u otra manera están en clave de construir relaciones, de limitar el poder abusivo del presidente Petro. Entonces, yo celebro personalmente que Estados Unidos haya logrado separar el gobierno del Estado”, asevera.
En ese escenario, el analista apunta que Trump está enfocado en atacar “a lo que evidentemente es un mal gobierno que ha creado incentivos para que el narcotráfico y las economías ilícitas fluyan a lo loco. La paz total finalmente es un incentivo para todo lo ilícito”.
Sahid sostiene que Estados Unidos reconoce la importancia geopolítica de Colombia para las democracias, para occidente. “Pero, si preocupa ese escalamiento de palabras porque obviamente distorsiona las realidades geopolíticas a largo plazo”, añade.
El profesor de la Universidad del Rosario cree importante que los expresidentes Álvaro Uribe Vélez y Andrés Pastrana hayan solicitado definiciones claras a Gustavo Petro.
“Hay una opacidad en el manejo de Petro como presidente y sus aliados, en su relacionamiento con Venezuela y luego grupos armados organizados en la mitad. Evidentemente Petro, llamémoslo de esa manera, salió del closet ideológico”, asevera Germán Sahid.
Agrega que mucha gente creía que el mandatario colombiano era un socialdemócrata: “Se comprobó que es un tipo completamente contrario a la democracia, a las libertades individuales, muy cercano al chavismo, muy cercano a los regímenes autoritarios y totalitarios de América Latina. Y, pues, efectivamente, como Estado colombiano, sus instituciones deben hacerle un control político al presidente porque muchas de esas actuaciones podrían estar rayando en lo ilegal y contrarias al interés nacional de Colombia”.
El investigador sostiene que el presidente Petro, de manera continua en los últimos tres años, pero más específicamente en los últimos siete meses, “ha llevado a una línea roja donde se acerca peligrosamente a romper o a violar el orden constitucional”.
Considera que muchas de las actuaciones del mandatario colombiano son para tratar de tener ciertas ventajas a la hora de las elecciones.
“De hecho, las elecciones de la juventud del domingo 19 de octubre fueron un golpe durísimo para la gente de Petro. Su partido, el Centro Histórico, quedó como con el 1%. Que al presidente que se supone defiende a los pobres le haya ido pésimo con los jóvenes, pues es un indicador muy importante”, puntualiza.
Exigen definiciones a Petro
En medio de la diatriba, los expresidentes colombianos Uribe Vélez y Pastrana suscribieron una carta conjunta en la exigieron a Petro precisar su relación con Nicolás Maduro.
También solicitaron a Petro, el 20 de octubre, "una explicación del llamado Pacto de La Picota y la consecuente coincidencia de las posteriores conversaciones llamadas Paz Total con grupos de las organizaciones criminales del narcotráfico disfrazadas con estatus políticos”.
A su vez, los expresidentes llamaron a resolver la crisis con Estados Unidos. “Exigimos serenidad, prudencia y sentido nacional, por encima del egoísmo, en el manejo de esta crisis que pone en riesgo la seguridad, el bienestar del pueblo y sectores claves de la economía colombiana”, señalaron.
La respuesta de Petro fue un contrataque: “Por respeto a la juez y a la justicia de Colombia esta carta no debe ser contestada, por dos expresidentes de los que se tienen sospechas de vínculos con uno de los negocios más grandes de Colombia, y dos: porque uno ha sido condenado y paga condena por la justicia”.
El 21 de octubre, el Tribunal Superior de Bogotá absolvió al expresidente Álvaro Uribe de los delitos de soborno a testigos en actuación penal y fraude procesal en segunda instancia. La defensa había apelado la decisión de un juzgado de Bogotá en que la jueza Sandra Heredia lo sentenció, en agosto, a 12 años de prisión domiciliaria.
Impacto económico
María Claudia Lacouture, presidenta de la Cámara la Colombo Americana (AmCham), dijo que no se puede "tomar a la ligera" las implicaciones del mensaje de Estados Unidos.
En un comunicado, Javier Díaz, presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), sostuvo que los anuncios de Estados Unidos en materia económica generan preocupaciones e incertidumbre en los empresarios colombianos.
Aguardan por el resultado de las gestiones diplomáticas. Estados Unidos es el mayor socio comercial de Colombia: 30% de las exportaciones colombianas van para aquí. Esto abarca sectores como petróleo, café, flores, oro, frutas y manufacturas, entre otros.
Asimismo, Estados Unidos es el mayor inversor extranjero en Colombia: los flujos de inversión directa exceden los 1,300 millones de dólares.
FUENTE: Con información del DIARIO LAS AMÉRICAS/AFP/Blu Radio /W Radio/Infobae/ La Silla Vacía