CARACAS.- El primer mes de 2023 ha estado caracterizado por una gran conflictividad social en Venezuela, malestar canalizado a través de manifestaciones y protestas de calle, especialmente por reclamos laborales, en medio de una aceleración de la inflación y pérdida del poder adquisitivo de la moneda venezolana, el bolívar.
Las protestas se han registrado en todo el país y solo en la primera quincena de enero habían duplicado en número a las que se registraron en el mismo mes de 2022.
De acuerdo a la empresa ORC Consultores, hasta el 16 de enero de 2023 se habian producido 480 protestas en Venezuela, de las cuales 413 -86 %- fueron por reivindicaciones laborales. Un año antes, del 1 al 16 de enero de 2002, ocurrieron 69 protestas por esta misma causa. Y es que la crisis económica le ha vuelto a reventar al régimen de Nicolás Maduro, cuyas autoridades no han podido controlar la devaluación del bolívar y el alza de los precios de bienes y servicios.
Según cifras del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), un ente privado que estudia el comportamiento de los precios, la tasa de inflación en diciembre de 2022 alcanzó 37,2%, la más alta en los últimos 20 meses, en tanto que la inflación anualizada fue de 305,7%. A penas en diciembre de 2021, la economía venezolana salió de la hiperinflación que se registró desde 2018 hasta 2021. Solo en 2018, el incremento de precios fue de 130.060 %.
Ahora, el fantasma de la hiperinflación ha vuelto a aparecer, mientras los empleados públicos y los gremios profesionales exigen un aumento de salario. El salario mínimo en Venezuela es actualmente de $6, mientras que la canasta alimentaria, compuesta por 60 productos, tiene un costo de $485 para una familia de cinco miembros, según el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cenda-FVM), también independiente.
De acuerdo al centro, en diciembre, un venezolano necesitó $16,16 diarios para pagar el costo de los alimentos.
Ante este panorama, los trabajadores han manifestado que no descanzarán hasta lograr un salario "digno".
El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social reportó que solo el pasado 17 de enero hubo 28 movilizaciones de calle, más de una por hora, en todo el país.
En lo que va de 2023, las protestas han estado protagonizadas por trabajadores de distintos sectores, como educación, salud, empresas básicas, profesionales, técnicos, obreros, empleados públicos, jubilados y pensionados.
"El año 2022 fue un año de luchas, quizás no con la misma intensidad con la que hemos iniciado el 2023, un año parecido al 2018, donde tuvimos que apelar a un paro indefinido porque los salarios no alcanzaban”, dijo Ana Rosario Contreras, presidenta del Colegio de Enfermeras del Distrito Capital, reseñó el portal Runrunes.es.
Para Contreras, el Estado es el principal responsable de fomentar un salario digno para los trabajadores.
"Cuando Maduro dice que no hay dinero para aumentar a los empleados es una falta de respeto, porque los trabajadores no podemos seguir asumiendo las consecuencias de una crisis que no generamos", dijo.
Señaló que los profesionales de la salud devengan actualmente sueldos que rondan los 15 o 16 dólares al mes.
"Eso es insuficiente para hacerle frente a una canasta básica alimentaria que supera los 300 dólares. Los trabajadores de la salud que viven en la periferia de Caracas tienen que pagar 50 bolívares diarios (un poco más de $2) en transporte, no tenemos siquiera para pagar un pasaje y menos para comer”, indicó la enfermera.
El régimen de Maduro no aumenta el salario mínimo desde marzo de 2022.
Expertos económicos estiman que Maduro podría hacer un aumento en el salario mínimo gracias al reinicio de las actividades de la petrolera estadounidense Chevron, que podrían incrementar la producción de crudo. Sin embargo, esos ingresos no serían suficientes.
"El gobierno pudiera hacer un aumento que seguramente no va a ser lo que los empleados públicos y pensionados aspiran, podría llevar el salario mínimo en torno a 50 dólares", afirmó Gustavo García, exjefe de la División Fiscal del Banco Interamericano de Desarrollo, reseñó Runrunes.es.
García añadió que “el centro de gravedad de la política económica es la situación fiscal”, es decir, la brecha entre los ingresos y gastos. Y destaca que el financiamiento del Banco Central de Venezuela (BCV) al sector público aumentó 898% al comparar 2022 con 2020. En este escenario estima muy difícil que Maduro pueda cumplir con las exigencias de los trabajadores.
FUENTE: Con información de Runrunes.es / Cendas-FVM / OVF / OVCS