MIAMI.- Raúl Castro lleva cuatro años corriendo la voz de que se echaría a un lado en febrero de 2018. Pero en un giro de timón, parapetado en un discurso plagado de justificaciones económicas, el hombre fuerte de Fidel permanecerá en el poder aparentemente hasta abril, cuando debe ser elegido el nuevo presidente del parlamento unicameral Asamblea Nacional del Poder Popular y los miembros del Consejo de Estado.
Aunque todos los signos indicaban hasta hace unas semanas que Miguel Díaz Canel, su delfín y su primer vicepresidente desde 2013, estaba más que preparado para asumir el cargo como hombre de paja, el régimen tiene demasiados frentes abiertos.
Carlos Alberto Montaner, periodista, escritor y politólogo cubano comentó a DIARIO LAS AMÉRICAS que “hay una cierta inconformidad con Díaz Canel y una cierta preferencia por Bruno Rodríguez”, actual ministro de Relaciones Exteriores cubano, además de una “crisis en la propia familia Castro”.
En una conversación que sostuvo este medio periodístico con Antonio Rediles, opositor y analista político que vive en la Isla, aseguró que Raúl prácticamente no decide nada desde el punto de vista estratégico desde hace un tiempo, se limita a ser asesorado por sus dos personas de confianza y a mostrarle el camino de la sucesión a Díaz Canel.
Valedores
El primer valedor que el dictador cubano ha legitimado como consejero y voz de su propia conciencia es el general Luis Alberto Rodríguez López Calleja, exyerno de Raúl Castro, presidente del Grupo de Administración Empresarial S.A. (GAESA) perteneciente a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC). Este es su mano izquierda y el gestor del único frente económico de la Isla que él gestiona como un oligopolio.
El segundo es su hijo, Alejandro Castro, un coronel del Ministerio de Interior quien dirige los servicios de inteligencia y contrainteligencia de una nación cada vez más represiva con sus opositores y con su prensa independiente. Su mano derecha y protector del feudo tropical cubano. Alejandro presidió los actos de la visita del entonces presidente de Estados Unidos a la Isla, Barack Obama. También tuvo los paradójicos roles de negociador cubano en el descongelamiento de las relaciones entre Washington y La Habana y responsable máximo de los mecanismos de protección que hubiesen evitado la crisis causada por los supuestos ataques acústicos que provocó el desmantelamiento parcial de las respectivas embajadas de Washington en La Habana y de La Habana en Washington.
Alejandro y Luis Alberto encarnan poderes que, si no están en las antípodas, sí transmiten el amplio grado de distanciamiento que existe entre su visión estratégica. De esa confrontación, nace la fortaleza de ambos frente a Castro, pues la dialéctica utilizada apela a cuál de los dos planteamientos es más útil para la supervivencia del sistema. ¿El económico? ¿El represor?
Movidas
Por el otro, se replegaron hacia posiciones de mayor radicalidad represiva que extendieron al ámbito económico durante los meses de julio y agosto al arrebatarle su medio de vida a cientos de emprendedores cubanos, al quedarse el estado con el negocio de los restaurantes y hospedajes.
Raúl no realizó el esperado homenaje a su hermano, el desaparecido tirano Fidel Castro, el día del primer aniversario de su muerte, a pesar del enorme simbolismo que ello habría representado para la propaganda del régimen. Hasta varios días después, no se presentó en el cementerio de Santiago de Cuba, con una ciudad prácticamente sitiada por agentes de la seguridad del estado y fuerzas policiales.
Las negociaciones y acuerdos comerciales con Rusia en el área comercial y militar se han intensificado desde el mes de septiembre, en los que han rubricado convenidos de colaboración en ramas tan decisivas de la economía como el transporte, la construcción de viviendas, el petróleo, la industria azucarera y la industria militar.
Octubre y noviembre han significado meses de encono represivo con actuaciones que terminaron en la detención arbitraria de opositores, activistas y periodistas independientes. En las denuncias directas a las que ha tenido acceso en exclusiva este medio, se cuentan desmanes tales como la amenaza directa, el chantaje, la influencia en el círculo familiar y de amistades cercano a los detenidos o interrogados, la confiscación ilegal de bienes personales y la vigilancia continuada sobre ciudadanos.
Todo ello después de varios amagos de protestas y congregaciones de familias pidiendo atención y recursos para poder seguir adelante con sus vidas después del paso del huracán Irma que, ciertamente, arrasó 12 de las 14 provincias cubanas en un momento en que la economía ya mostraba severos índices de depauperación.
Cifras
Más del 70 % de la población cubana es pobre y más del 50 % cohabita con las dificultades económicas desde 1989, año en el que desapareció el campo socialista y momento coincidente con el asalto al poder de Raúl. Él no llegó a ostentar la asfixiante autoridad de Fidel, pero le fue encomendada la tarea de sustituir a toda la plana mayor del Ejército después de que éste hubiese ordenado los fusilamientos del general Arnaldo Ochoa y otros tres militares. Desde entonces Raúl fue consolidando el núcleo de poder que le rodea.
Michael Shifter, presidente de Inter-American Dialogue, un grupo de expertos con sede en Washington, declaró a un prestigioso medio de prensa que "Están muy nerviosos con esta transición".
"Hay una batalla clara entre los que quieren acelerar y los que quieren frenar la reforma económica", opinó Geoff Thale, experto en Cuba de WOLE´S, un think tank con sede en Washington que procura la incidencia a favor de los derechos humanos en las Américas.
Otra de las razones podría achacársele a la celeridad con que han tenido que tomar nuevas decisiones en un corto periodo de tiempo, apremiados por el cambio de mandato y el cúmulo de nuevos condicionamientos desde junio hasta la fecha.
La decisión de que Raúl continúe en el poder al menos dos meses más, debido a las graves afectaciones ocasionadas por el huracán Irma, es insostenible.
¿Qué espera Raúl?
Dos meses de prórroga para Raúl Castro significan dos meses de reordenamiento y fijación del poder real. En las conclusiones de Raúl Castro en el último Período Ordinario de Sesiones de la VIII Legislatura de la Asamblea Nacional, hubo más de economía que de ideología o política.
El periodista y politólogo Montaner coincide con esta idea: “Raúl es consciente de su fracaso como gerente del país, la economía es su talón de Aquiles, bajo su mandato ni siquiera pudo cumplir su promesa de producir más leche para los niños de más de siete años”, dijo. “Porque el país se está cayendo a pedazos y tratan de disfrazar es realidad”, agregó.
La Habana tiene varios poderes en la sombra y, por lo menos, dos grupos facticos afrontan los mismos retos desde puntos de vista distintos, uno desde el pragmatismo de levantar la economía cubana como base para mantener la inercia de una especie de socialismo tropical mediante métodos neoliberales y tecnócratas; y, el otro, desde la nostálgica posición de preponderancia ideología de lo que llaman socialismo, aun cuando está colmado de remiendos capitalistas.
Pero latente está en esta prórroga electoral un tema económico que podría afectar a millones de cubanos, la dualidad monetaria y cambiaria, al final de su discurso económico, Castro insistió en que “este asunto nos ha tomado demasiado tiempo y no puede dilatarse más su solución”.