viernes 29  de  marzo 2024
Venezuela

Resistencia venezolana propone institucionalizar la salida de Maduro del poder

Roderick Navarro, líder del movimiento, presenta a la diáspora y a la comunidad internacional un plan dirigido al restablecimiento de la democracia y la libertad en el país suramericano. A la opinión pública este grupo que disiente del régimen actual ofrece la agenda Renacer con 14 decisiones legislativas y políticas que una junta de gobierno habrá de tomar para lograr la estabilidad de la nación e ir a elecciones libres
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MIAMI.- En Venezuela se requiere de un consenso político para hacer posible la creación de una institución que permita canalizar los esfuerzos de sus ciudadanos dirigidos a sacar del Gobierno a Nicolás Maduro. Éste es el planteamiento que Roderick Navarro, dirigente del movimiento libertario Resistencia, ha hecho a algunos actores de la diáspora venezolana y la comunidad internacional, especialmente a las autoridades de Estados Unidos, en busca de apoyo a la causa.

En una entrevista con DIARIO LAS AMÉRICAS, Navarro aseveró que la situación en su país no se resuelve con elecciones controladas por el régimen y tampoco con diálogos que también imponen, por lo que en Venezuela no hay un marco normativo para la salida de Nicolás Maduro del poder. Resistencia propone que la sociedad genere esa institución política en la que cada quien cumpla un rol y se puedan hacer esfuerzos para lograr el objetivo.

- Creemos que tenemos la capacidad para generar ese consenso en los venezolanos y sobretodo porque es una propuesta de quienes no están del lado del diálogo y de las elecciones con criminales. Creemos que tenemos muchas oportunidades y ventajas a estas alturas del conflicto. No solamente tenemos el reconocimiento y apoyo de una población que está cansada de Maduro y la falsa oposición, sino también hemos tenido hoy el apoyo de la comunidad internacional. Una comunidad que necesita que se le responda tres preguntas: cómo nosotros proponemos sacar a Maduro; qué es lo que vamos a hacer con el poder una vez que lo saquemos y quiénes son los que van a tomar el poder – indicó.

La Resistencia ha hecho grandes esfuerzos en cuanto a los dos primeros planteamientos. Ahora toca responder la tercera y la más importante. Explica Navarro, quien asegura que en la medida en que los venezolanos y la diáspora presenten una propuesta seria a los aliados internacionales, los tiempos de una solución se van a acortar más rápido.

En la página www.rumbolibertad.org el movimiento expone un plan de gobierno, denominado Renacer, contentivo de las 14 decisiones legislativas y políticas que han de tomarse para estabilizar al país luego del régimen, con miras a organizar unas elecciones libres “para que un nuevo gobierno llegue directamente a gobernar y no a reconstruir de los escombros que deja el chavismo”, como dijo el entrevistado. De la suma de opiniones esperan obtener una propuesta de gobierno mejorada.

Navarro aseveró que el Tribunal Supremo de Justicia debe nombrar un gobierno de transición que resguarde la tradición jurídica venezolana en este proceso histórico que vive el país. “Se rompió el orden constitucional y la institucionalidad y como sociedad tenemos que conducirnos para tratar de generar un precedente para nosotros y el resto de América Latina en los espacios donde está el mismo conflicto. Creo que es allí donde se puede resguardar esa tradición, que tengamos un consenso y a partir de allí se institucionalice nuestra acción política”, declaró.

Desobediencia sin violencia

En Venezuela el problema trasciende a la óptica de la Mesa de la Unidad Democrática. Para Resistencia, el meollo no se encuentra en garantizar la pluralidad ni la representatividad de todos los partidos en un gobierno. Según Navarro, el interés de este movimiento es que los mejores ciudadanos integren esa junta de transición y cumplan su función para llegar a unas elecciones libres y poder hablar de democracia. “La situación en nuestro país está tan grave que no podemos hablar de un problema tan banal como es la pluralidad en este momento”, añadió.

- Usted habla de una ruta teórica, ¿pero cuál es la parte práctica?

- Nosotros estamos desarrollando un plan desde hace rato, que es la desobediencia civil. La estrategia nuestra es la no violencia porque para el uso de la violencia con fines políticos el régimen está muy bien preparado. ¿Qué hemos hecho desde el año pasado? Desconocer, deslegitimar al régimen dentro y fuera de Venezuela. Con gran éxito lo último que hicimos fue el boicot del 20 de mayo. Ahora hay un siguiente paso, una vez que se haya minado la autoridad de origen de Nicolás Maduro hay que crear una institución política que desplace esa representatividad, que se vuelque a nivel nacional e internacional para que a través de esa institución fluyan todos los esfuerzos y los mecanismos que hacen falta para lograr todos nuestros objetivos.

- ¿Y la estocada final cómo es?

- En este momento hay que prepararnos para volver al país. Yo no he pedido asilo por eso, porque en cualquier momento tengo que afrontar esa responsabilidad. Nosotros tenemos que regresar, desalojar a Maduro del poder y estamos claros de que con esta fuerza cívico militar lo podemos hacer, como fuerza de paz. Además, contaremos con el apoyo de los venezolanos, los gobiernos aliados de Venezuela, otras instituciones de índole humanitaria y de la población latinoamericana porque el caso de Venezuela es el más icónico de lo que ha sido la destrucción comunista de lo que va de siglo y acabar con eso significa el principio del fin de procesos de otras partes de la región.

- ¿No teme que cuando llegue a Venezuela lo metan preso?

- No, porque el día que vuelva a Venezuela ellos no podrán ponerme una mano encima, porque habremos hecho una serie de cosas que nos darán fortaleza a mi y a otros compañeros, otros comandos, otros líderes de Resistencia para decir que ellos se tienen que ir y es por aquí por donde debemos transitar. Ese es el objetivo de nosotros en Estados Unidos.

- ¿Qué ha hecho usted en este periplo?

- Salí de Venezuela el 6 de agosto de 2017 cuando ocurrió lo del capitán Caguaripano en el Fuerte Paramacay. A mi se me acusó de ser responsable de eso junto a Eduardo Bittar, Nixon Moreno, Patricia Poleo y otras personas. Se nos pidió código rojo de Interpol y no tuvimos otra opción que salir. Desde entonces hemos estado desarrollando una agenda política internacional, tratando de llegar a estos actores que han estado hablando de Venezuela para que escuchen la versión de la resistencia. Le hablamos de nuestra estrategia y la desobediencia civil; les hicimos saber cuáles son los factores de la falsa oposición que no dejan avanzar la lucha, cuáles son las cosas que necesita nuestra causa para que podamos darle fin a este conflicto y sobre todo responder la pregunta hacen en todas partes: qué podemos hacer como comunidad internacional para apoyarlos a ustedes. Les dijimos qué podían hacer en algunos casos. Creo que el proceso de desconocimiento creo que hemos contribuido en el espacio internacional. Y ahora están las condiciones dadas para que demos el paso de la transición.

- ¿Quiénes van a participar en el gobierno de transición?

- Nosotros creemos que el TSJ tiene toda la legitimidad para tomar la decisión de quiénes son. Se puede decir que esta es la junta de gobierno. Creo que eso tiene que pasar por el consenso de varios sectores de la sociedad como la iglesia, los rectores de las universidades y las academias, la resistencia cívico militar y algunos gremios que pudieran ponerse de acuerdo con otros actores políticos para que eso pueda solucionarse.

- ¿Cómo piensan manejar las rivalidades políticas, porque Henrique Capriles Radonski y Julio Borges van a estar presentes?

- Estamos seguros de que ellos están en contra de un gobierno de transición; ya están en contra del TSJ que nombraron ellos mismos. A nosotros no nos preocupa si a ellos les gusta o no porque el final está en resolver el problema venezolano y no es resolver las aspiraciones de Capriles, Borges o Henry Ramos Allup. Eso no le importa a la gente. Por eso hemos dicho que los problemas de esos políticos no son los de la población; son dos urgencias, dos problemas diferentes. Considero que lo bueno del país no está dentro de esos espacios políticos que abogan por diálogo y elecciones con estos criminales. Este proceso va a ser exitoso; nosotros estamos estimulando a que esto ocurra para que esos actores que han servido como obstáculos, no sabemos si es adrede, den el mismo resultado de todos estos años. Creo que pueden hacerse a un lado y nosotros avanzar positivamente.

- ¿Y María Corina Machado?

- Ella está hablando de la desobediencia, que tenemos un régimen criminal. Creo que María Corina apoyaría una propuesta como ésta, porque al final se busca que resolvamos el problema y la resistencia está llamando a un gobierno de transición. Si su discurso es el que mantiene yo estoy seguro de que ella va a apoyar una cosa como ésta.

ANTECEDENTES

Entre abril y agosto de 2017 los venezolanos creyeron que presenciaban los últimos momentos del régimen de Maduro. Volcaron sus esperanzas en las manifestaciones multitudinarias que se desbordaron en calles y avenidas de Caracas y otros estados del país. El gobierno convocó a elecciones para escoger una fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente, pero todo se desvaneció.

Navarro explicó que ese momento Resistencia se incorporó a las protestas y trató de organizarlas porque el compromiso era con la gente. Pero luego los integrantes del movimiento vieron que la clase política que convocó al principio estas manifestaciones, empezaba a deslindarse de lo que quería la mayoría.

En un momento determinado mandaron a los manifestantes a sus casas porque fue imposible continuar con esas actividades tanto logística como emocionalmente, que representó un gasto importante en cuanto a la atención de los heridos y los funerales de los compañeros caídos en batalla o que fueron asesinados de manera selectiva; ayudar a las familias, los torturados y a los que querían irse del país; además del mantenimiento de la campaña de protestas. Los insumos, los escudos, los cascos y las cosas que les enviaban también se agotaron.

- Al ver que esta clase política le daba la espalda a la población y que políticamente no teníamos solución al conflicto no tenía sentido seguir adelante. Decidimos resolver la cuestión política. Porque aquí, en esencia, el problema más crudo está en quién está en el poder, quién lo saca del poder y quién toma el poder. Eso es lo que modifica o no la vibración de la sociedad. Para ese momento estos seres (los políticos) le dieron un tanque de oxígeno que necesitaba el régimen, como era la Constituyente, y luego las elecciones regionales convocadas por esta instancia.

Resistencia llamó al boicoteo del proceso de la Constituyente que se realizó el 30 de julio del año pasado. Los líderes con sus rostros descubiertos convocaron al país a impedir la instalación de máquinas electorales en escuelas y liceos. “Ese día fueron 15 las personas asesinadas”, recordó Roderick Navarro.

- Hoy, viendo todo lo que ha pasado en este tiempo, hemos ido a la Organización de lo s Estados Americanos (OEA), los parlamentos internacionales y la Unión Europea; hemos hecho alianzas con nuestros pares naturales; hemos podido influir en los procesos políticos asociados al Foro de Sao Paulo y cosechar victorias como en Paraguay y Colombia. Creo que va a ser lo mismo en Brasil. No vamos a tener éxito en México, como ya lo estamos viendo, pero de eso se trata la lucha. Ahora estamos haciendo un encuentro importante con la resistencia cubana, nicaragüense y venezolana como nunca antes había ocurrido y queremos acabar con este conflicto de la región lo más pronto posible.

Navarro dijo que como movimiento llevan adelante un proceso de comunicaciones importante que busca debilitar las propagandas y comunicaciones del régimen que son muy sofisticadas y óptimas, las cuales están asociadas a los procesos sociales como el hambre, la inseguridad, la falta de medicinas, etc. Además de borrar esa huella “vergonzosa”, como dijo, que han dejado algunos actores de la oposición venezolana, que se presentan en Estados Unidos como una facción diferente y con agendas distintas. “Eso no ha dejado una buena imagen en las instancias políticas de este y otros países y parte de nuestra labor es decir que eso no es Venezuela, que hay otra gente muy seria que está trabajando en función de unificar esfuerzos de alguno que están por ahí dispersos, pero que al final es nuestro trabajo”, explicó.

Los miembros de Resistencia crean una comunidad política dentro de Venezuela y organiza a la diáspora venezolana presente en ocho países.

Según Navarro, representa a un movimiento cívico militar organizado. Aseguró que son muchos los militares jóvenes que han salido de Venezuela y los que están en el país en la clandestinidad. “Son cientos los que están dispuestos a dar su vida con patriotismo, con honor y con el sueño de ser oficiales venezolanos que representen la nueva Fuerza Armada luego de un gobierno de transición”, añadió.

- Pero para ello tenemos que poner orden entre los más adultos, si se puede decir así, para que todos podamos hacer lo que nos corresponde en lo que es el plan de liberación de Venezuela. Creo que estos factores, el tema de qué es lo que nos convoca, qué es lo que queremos hacer con el poder y cómo vamos a liberar a Venezuela, va a generar las coincidencias que se necesitan para este consenso político y dar el paso definitivo- aseguró el dirigente de Resistencia.

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