LA CRUZ, GUANACASTE.-JOSUÉ BRAVO
Especial
A las 6:30 de esta tarde, tras la revisión migratoria de sus documentos, partió desde el parque de La Cruz, cantón costarricense fronterizo con Nicaragua, el segundo grupo de migrantes cubanos que estuvieron durante tres meses varados en esta comunidad, para reanudar su viaje hacia Estados Unidos.
Los 18 adultos (una embarazada) y 66 niños (de ellos 4 alzados en brazos de sus padres) que integraron el total de 184 cubanos de este segundo grupo, fueron despedidos con música filarmónica, saludos de decenas de habitantes de esta comunidad, migrantes cubanos que aún quedan en los albergues y las propias autoridades migratorias de Costa Rica, cuatro horas antes de tomar el vuelo que los trasladará a El Salvador.
“Ahora sí me lo creo, es una realidad”, aseguró David Pons, un migrante de La Habana que viajaba en compañía de su esposa y su hija.
“Vamos felices, muy agradecidos con las autoridades de Costa Rica porque esto se ha hecho una realidad. Cerramos con este viaje un duro capítulo de nuestras vidas que jamás pensamos vivir”, añadió Sandra Blanco, también originaria de La Habana, mientras se disponía a abordar con su esposo y su hijo el autobús que los llevaría al aeropuerto de Liberia, en la zona norte, rumbo a El Salvador.
Por primera vez se incluyen niños dentro del grupo de migrantes cubanos que parten a EEUU. (JOSUÉ BRAVO)
Desde ese país abordarán autobuses para cruzar hacia Guatemala y la frontera sur de México, nación que les dará 20 días para que lleguen por medios propios a la frontera con Estados Unidos, donde se acogerán a los beneficios del asilo político.
El viaje, fletado por la aerolínea Avianca, tiene un costo de 555 dólares para adultos y 370 dólares para menores de 13 años.
En esta despedida, aunque hubo ambiente festivo, fue menor que el ocurrido el pasado 12 de enero, cuando partió el primer grupo. Menos personas se aglomeraron en el parque, algunas de ellas llevadas por el enojo pues consideran lento el plan piloto regional de dos vuelos semanales, para la salida gradual de los que quedan.
El ambiente festivo, con aplausos, abrazos de despedida, sonrisas y hasta lágrimas en el parque de La Cruz, fue solo una cara de esta historia que incomoda cada vez más a los miles que aún se quedan.
El anuncio de la directora de Migración, Kathya Rodríguez, de que en vez de un vuelo el martes y otro el jueves de la próxima semana, se harán los dos el mismo jueves, enojó aún más a los migrantes. Un día más de espera significa toda una eternidad para ellos, tomando en cuenta que están desgastados económicamente y enfrentan un mar de incertidumbre que envuelve a las noticias cambiantes sobre su salida.
Costa Rica otorgó, entre el 14 de noviembre y el 18 de diciembre de 2015, 7,802 visas de tránsito a la misma cantidad de cubanos que se quedó varada en este país una vez que Nicaragua cerró su frontera con Costa Rica. No obstante, aparte de los 368 que han salido, cerca de la mitad se habría ido con ayuda de coyotes pagando altas sumas de dinero para atravesar Nicaragua, según explican los propios cubanos en los albergues.
“Hay que tener calma, estamos trabajando para tratar de agilizar la salida de ustedes con más vuelos semanales. Seguimos negociando (con las autoridades de los otros países de la ruta humanitaria)”, dijo la directora de Migración de Costa Rica.
Aún quedan pendiente 6 vuelos de 180 personas cada uno, durante lo que resta de febrero. Dos de ellos parten el jueves 11 y los 4 restantes se mantienen para los días 16, 18, 23 y 25.
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