MANAGUA.- Un grupo de estudiantes nicaragüenses de medicina rindieron homenaje a Rayneia Gabrielle Lima, su compañera de origen brasileño asesinada la noche del pasado lunes en el sur de Managua, víctima de los disparos de "un grupo de paramilitares", según informó el rector de la Universidad Americana (UAM), Ernesto Medina.
La bandera de Brasil y la de Nicaragua compartieron espacio este jueves en la Rotonda Jean Paul Genie, lugar en el que varias cruces, flores y fotografías recuerdan a estudiantes que fueron asesinados desde el pasado 18 de abril, cuando comenzaron las revueltas populares en señal de protesta por la gestión del presidente del país, Daniel Ortega.
Con las frases "Nacida en Brasil" y "Renacida en Nicaragua", los compañeros de la UAM recordaron a la joven, fallecida a consecuencia de un "balazo en el pecho que le dañó el corazón, el diafragma y parte del hígado", dijo el rector a un canal de televisión local tras el suceso.
El asesinato ocurre en medio de una crisis sociopolítica por manifestaciones contra el presidente Daniel Ortega, cuya represión ha dejado entre 295 y 448 muertos, según organizaciones humanitarias locales e internacionales.
"Esto hay que decirlo, paramilitares que estaban en la casa de Chico (Francisco) López, fueron los que dispararon", dijo Medina.
López, tesorero del oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y hasta hace poco gerente de dos grandes empresas del Estado relacionadas con el petróleo y el sector construcción, fue afectado con la Ley Global Magnitsky, de Estados Unidos, que lo señaló de graves violaciones a los Derechos Humanos.
La estudiante brasileña vivía en la misma barriada que López, una zona exclusiva el sur de la capital nicaragüense.
"Las fuerzas paramilitares sienten que tienen carta blanca, nadie les va a decir nada, nadie les va a hacer nada, ellos andan secuestrando y haciendo redadas", sostuvo el rector.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) han responsabilizado al Gobierno de Nicaragua por "asesinatos, ejecuciones extrajudiciales, malos tratos, posibles actos de tortura y detenciones arbitrarias".
Nicaragua está sumergida en la crisis más sangrienta de su historia en tiempos de paz, y la más fuerte desde la década de los años 1980, también con Ortega como presidente.
Las protestas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, comenzaron el 18 de abril pasado por unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia del mandatario, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción.
FUENTE: EFE