Entre sus opiniones destaca que la supuesta “fallida invasión” que presentó Maduro como un intento por ejecutar un golpe de Estado en su contra más parece “un show o un montaje” porque no cree que “una lancha con ocho personas” deba considerarse una incursión militar de la que se podría esperar un resultado exitoso.
Están sucediendo muchas cosas en Venezuela. En los últimos días se habla de una invasión frustrada, y se han venido presentando una serie de circunstancias como la misma Operación Gedeón. ¿Cómo usted analiza todo lo que se está viendo en estos momentos en su país?
Yo creo que la invasión frustrada no es tal invasión, y para aquellas personas que creen que en algún momento los Estados Unidos van a invadir para sacar a Maduro, yo nunca he creído que eso sea posible. Además, nunca han dicho los propios norteamericanos que eso lo van a hacer. Suponiendo que lo hicieran, cuando tienen tres mil hombres en frente de Venezuela, acorazados, con portaaviones y distintos vehículos, qué nos van a invadir en una lancha con ocho personas. Eso es imposible.
El segundo punto es que en Venezuela han ocurrido por lo menos ocho intentos de rebeliones militares en los últimos tres años. Todas han fracasado y después de que fracasan todo el mundo las critica, pero si alguna de esas llegara a tener éxito, entonces el mundo va a decir que fueron los salvadores [quienes la integren].
No creo que Venezuela pueda salir de la pesadilla que está viviendo si no hay un componente militar junto a un componente civil. Las fuerzas armadas venezolanas están muy desarticuladas, hay un control bastante fuerte por parte del alto mando y de Padrino López y de [Nicolás] Maduro, por supuesto, y además de eso hay una incapacidad de movilización de las fuerzas armadas, que han sido destruidas, y en el caso del pueblo venezolano es igual. Este pueblo sufre unos mecanismos de control por parte de los colectivos y de la represión que le dificulta mucho actuar en un momento determinado.
Sin embargo, el deterioro es tan grande y el Gobierno está cada día en unas condiciones más lamentables, más difíciles de mantener, que ese país que nosotros conocimos ya es incontrolable. Como lo escribí en un último artículo, ya eso no es un país, es una zona, un territorio, y ahí puede ocurrir en un momento determinado una verdadera rebelión cívico-militar, que cada día se acerca más porque no es solamente el tema de la pandemia que, como sabemos, pareciera que no hay muchas personas contagiadas, pero es porque Venezuela es un país aislado, y eso no quita que se vayan contaminando y, de hecho, cada día crecen más los contaminados. Lo que pasa es que crecen a una velocidad distinta y tenemos un sistema de salud acabado, destruido, que hace muy difícil que el país salga de eso. En Venezuela no hay camas para terapia intensiva, no hay de respiradores, no hay nada, sólo el personal sanitario que no tiene ni remotamente las protecciones que tienen en otros países y a eso hay que sumarle la parálisis económica que va a ser terrible en el mundo entero. La parálisis económica que va a ser un problema grave en Europa, en los Estados Unidos y en todos los países, en Venezuela va a ser más porque, además, el petróleo desapareció como fuente de ingresos y no hay gasolina y todo está detenido y no hay manera de transportar los alimentos de una forma adecuada.
Entonces, lo que se está presentando en Venezuela es la crisis que teníamos multiplicada por 10 o por 20, y puede haber una verdadera insurrección combinada con distintos factores que puedan hacer que el régimen desaparezca.
Hace algunos días hablábamos en DIARIO LAS AMÉRICAS con J.J. Rendón, quien hasta el lunes estuvo oficiando como alto consejero del Gobierno interino de Venezuela, y sobre el tema de la supuesta invasión nos decía que para él esto era un montaje, un show del régimen de Nicolás Maduro. ¿Qué piensa usted?
Yo creo que una parte de lo que ocurrió tiene que ver con esos intentos de rebeliones militares, que ha habido de ocho a 10 hasta el momento. Ahora, en esta, hubo un porcentaje de infiltrados mayor que en otro momento, como hubo infiltrados con el tema del dron, que fue otra rebelión frustrada y, por supuesto, hay todas unas historias que no son creíbles de ninguna manera. Nadie va a ir en una lancha con ocho personas desde Colombia hasta Macuto [por donde habría entrado un grupo de militares con el fin de supuestamente más tarde sacar a Maduro del poder]. Esa es una distancia gigantesca.
Además, hay que tener en cuenta que hubo un enfrentamiento en esa costa por temas de narcotráfico y esa rebelión militar infiltrada. Parece que todo esto se ha combinado para crear un show y también mayor represión, un poco para que la gente se olvide de la masacre de la cárcel de Guarenas [en la que murieron 47 reos], se olvide de lo que está sucediendo con la gasolina y con los miles de problemas que hay cada día, además de la nueva crisis de la electricidad.
Qué tendría que ver el narcotráfico con esa supuesta invasión frustrada. ¿Cómo usted asocia esas dos circunstancias?
Explico: dice la gente de Macuto [La Guaira, ciudad costera, capita del estado Vargas] que allí hubo una embarcación que estaba transportando cocaína y que hubo un encuentro entre [los tripulantes de] esa embarcación y Polivargas [Policía del estado Vargas] y como la Polivargas vio a estos individuos muy armados llamó al FAES [Fuerzas de Acciones Especiales] y entonces hubo un encuentro entre los narcotraficantes y los órganos represivos.
Pero cuántos murieron o hay que preguntarse si realmente murieron. Lo cierto es que convirtieron eso en un momento de una especie de confrontación ficticia. Eso puede ser porque la nave que sale después fotografiada no tiene ni un impacto de bala e inclusive las camionetas que aparecieron después no tienen impacto de bala en comparación con la cantidad de disparos que se hicieron.
Entonces, esa ese fue la confrontación que hubo en esa zona de Macuto, una confrontación policial por un tema narcotráfico. A lo mejor como es un país manejado por el narcotráfico era un tema de territorio entre gente del gobierno y otros narcotraficantes.
Pero al mismo tiempo había una rebelión, que no es lo mismo, que no tenía nada que ver con Macuto. Era en otra parte. Una rebelión que se estaba armando y que había algunos infiltrados o detuvieron algunos de ellos, los torturaron, dijeron dónde estaban los implicados en esa rebelión, los agarraron, los torturaron, también mataron a uno y los pusieron ahí como si fueran parte del enfrentamiento y después montaron lo que montaron. Siempre aquí está el beneficio de la duda; no sabemos la historia real. Yo estoy más o menos relatando lo que dice a la gente de la zona más lo que lo que ha sucedido con esta especie de rebelión.
Lo que sí es cierto es que hay una rebelión donde, además, está el hijo del general Raúl Isaías Baduel [que se encuentra entre las ocho personas detenidas durante un operativo en Chuao, estado Aragua], que no es parte de ningún montaje.
Segundo, detuvieron a individuos en distintas zonas del país, incluyendo algunos que estuvieron en La Colonia Tovar [estado Aragua]. No sabemos si eso era todo un plan organizado, pero sirvió en la rebelión después que había un grupo organizado por Clíver Alcalá [general venezolano extraditado desde Colombia a EEUU por narcotráfico], en Colombia, que querían invadir y que había como 200 efectivos para eso.
Entonces, entra la especulación sobre el manejo de un régimen que quiere montar un show como los armó Fidel Castro [fallecido dictador cubano], con miles de escenas de supuestos atentados.
No es creíble que vayan a invadir a Venezuela en una pequeña lancha ocho personas para llegar a Miraflores a detener a Maduro. La diferencia con esos montajes que ha hecho el régimen cubano durante tanto tiempo es que esos han sido más o menos creíbles, pero estos no parecen nada creíble.
Volviendo al señor J.J. Rendón, él nos decía que el hecho de que les hayan puesto precio a las cabezas de los máximos líderes del régimen de Maduro podría permitir que se armen otros grupos dispuestos a acabar con esta dictadura. ¿Qué cree usted?
Yo creo que 15 millones de dólares en un monto bastante apetecible para buscadores de cabezas. Lo que no creo es que va a ser llegando en una lancha.
Creo que Maduro y todos los que están buscados con esas recompensas deben preocuparse por el entorno de ellos porque cuánto le pueden pagar a un escolta, a un funcionario de esos esos anillos de seguridad.
Yo creo que lo que puede ocurrir, y me imagino que el plan está diseñado para eso, es, uno, que una de las personas del entorno de Maduro lo traicione y pueda buscar la recompensa y, dos, andar con un ejército de guardaespaldas evitando que alguien quiera cobrar esa esa recompensa.
La pregunta que siempre se hacen los venezolanos es ¿cuánto tiempo va a seguir Maduro en el poder o cree usted que ahora sí el dictador tiene los días contados?
La verdad es que tantas veces hemos casi llegado al momento donde hay una ruptura que uno no puede decir la ruptura viene de esta manera. Lo que sí es cierto es que hay condiciones activas reales que hacen que el régimen esté cada día en una situación más débil en el sentido de que tanto la crisis económica como el cerco internacional, como las distintas rebeliones militares, indican que Venezuela es un polvorín que puede estallar en algún momento y el régimen no tiene los recursos que ha tenido en otro momento para evitar un proceso de insurrección.
El régimen está verdaderamente al borde del precipicio y la pregunta que uno se hace siempre es quién es el que le va a dar el empuje para que se caiga, y sabemos que por las vías democráticas tradicionales eso no va a ocurrir.
Yo no creo que Maduro en su sano juicio vaya a decir “bueno, hasta aquí llego que vamos a negociar”. Ese no es un dictador tradicional como ha tenido América Latina, esto es una banda de atracadores, de narcotraficantes, que han cometido todos los desmanes contra los derechos humanos.
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