jueves 15  de  mayo 2025
VENEZULA

Venezuela: un Estado mafioso que forma parte de un emprendimiento criminal

La actual cúpula política forma parte de un Estado criminal regional que socava economías, destruye democracias y condena a países a la miseria, opina experta

Por María Victoria Álvarez

En Venezuela “estamos en presencia de un Estado mafioso que cuando se fusiona con el crimen organizado la cúpula gobernante, la policía y las fuerzas armadas comienzan a formar parte de un emprendimiento criminal”, dijo la politóloga Beatrice Rangel al ser consultada por DIARIO LAS AMÉRICAS.

Explicó que “de allí que la cúpula gobernante en el país sudamericano sea parte de un sistema criminal de carácter regional que está socavando los pilares de las economías legítimas, destruyendo las democracias y condenando a muchas naciones de América Latina a la miseria. Por eso mismo, se resiste a aceptar la derrota electoral”.

Rangel, quien es integrante de la directiva del Interamerican Institute for Democracy, argumentó que el régimen de Maduro concurrió a las elecciones “bajo el convencimiento de que podía aplicar el “milagro Lucena”, como ella lo llama haciendo alusión a la fallecida expresidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena.

Ese “milagro” consistía en contar las actas de las parroquias donde el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) “tenía mayoría” y al contar primero en esos lugares y no añadir a la suma los resultados de las urbanizaciones donde el partido oficial estaba en minoría, se concretaba “una tendencia irreversible a favor del régimen”.

Pero, “en esta oportunidad, el 28 de julio de 2024 ocurrió que el pueblo entero rechazó el liderazgo del PSUV en todos los rincones. No hay un solo precinto electoral donde haya ganado Nicolas Maduro. Carecían de la materia prima para crear una tendencia irreversible. No estaban preparados para un rechazo universal y por ello prefirieron darle una patada a la mesa”, indicó quien se desempeñó, entre 1989 y 1993, como jefa del Gabinete y ministra de la Secretaría del entonces presidente venezolano Carlos Andrés Pérez.

Ante estos hechos, Rangel considera que la única salida que tenía disponible el régimen para ganar tiempo y decidir qué hacer en los próximos meses fue “incurrir en la confiscación de la soberanía” aun sabiendo que se activarían dispositivos internacionales en defensa de la democracia “pero que toman su tiempo en funcionar”.Mientras tanto, refirió la analista, “el régimen continúa en el poder y reprime de forma violenta a la población. Ellos calculan que pueden debilitar a la oposición y lograr que el mundo se olvide del asalto que han perpetrado al Estado venezolano”, lo cual no parece tan fácil de concretar.

Régimen derrotado

De manera contundente, Beatrice Rangel indicó que “el régimen ya está derrotado”: “Entre ellos (los jerarcas chavistas) no había otro lazo de unión que el saqueo de la nación y lo ejecutaban mediante la manipulación de un pueblo, que por muchos decenios abrigó la esperanza de lograr mayores y mejores estándares de vida. En lugar de mejorar, la calidad de vida cayó en picada, al diluirse el valor de la moneda. Con aumento —a niveles nunca vistos— del desempleo y la inflación, el pueblo le retiró su apoyo al chavismo”.

En su opinión, todo vino, además, acompañado del colapso de los servicios públicos que le arrebató al pueblo el acceso a tratamientos médicos, medicinas, agua, electricidad y educación, por lo que sobrevino “la migración forzosa de casi 8 millones de venezolanos, que abandonaron el país buscando sobrevivir”.

Bajo esas condiciones, el pueblo de Venezuela no les podía seguir acompañando. “En síntesis: el régimen no tiene pueblo”, puntualizó la experta.

Deserción militar

Rangel suma más inconvenientes para el régimen cuando precisa que el índice de deserción del Ejército ya alcanza el 46%, “lo cual hace difícil mantener por mucho tiempo la represión”. Finalmente, habló de las sanciones internacionales que le impiden al régimen beneficiarse del comercio internacional.

Considera, y es su recomendación, que los venezolanos protagonicen una resistencia pacífica que lleve “a la agudización de las debilidades del régimen hasta que se agote y sucumba”.

Condiciones

En cuanto a las condiciones que favorecen la existencia de un régimen como este en América Latina enumeró lo siguiente: la ausencia de una cultura cívica que le de valor al estado de derecho, la estrechez de los mercados domésticos, la cultura rentista del empresariado y la ausencia de renovación dentro de los partidos políticos. Rangel puntualizó que en la región solo Uruguay, Chile, Barbados y Costa Rica cuentan con una ciudadanía que le otorga prioridad al estado de derecho.

“Son países donde la ley se aplica por igual a todos los ciudadanos y en donde no existe la impunidad”, señaló .Pero, en su opinión, en el resto de América Latina la ley se utiliza para perseguir a los enemigos y favorecer a los amigos, apareciendo así el elemento de la impunidad.

Sugiere que salvo en los casos de Brasil y México, que cuentan con mercados grandes, el resto de las naciones exhiben mercados pequeños o medianos y su tamaño restringe el número de empresas que pueden participar con éxito en la provisión de bienes y servicios.

“Eso lleva a la conformación de oligopolios en donde los precios no se conforman con la interacción entre oferta y demanda sino que obedecen a una lógica rentista en donde la creación de riqueza no progresa a un ritmo capaz de absorber y servir a toda la población”, precisó.

Refirió que, en la dimensión política, los partidos en la región carecen de estructuras modernas capaces de gestar sus propios recursos para sus actividades proselitistas y poco a poco dejan de servir a las mayorías para servir a las élites.En este contexto, se van reduciendo los espacios democráticos “y entonces vienen ciclos de violencia que debilitan a los países”, indicó Rangel quien actualmente forma parte del Council on Foreign Relations de US.

Modelo feudal

En Venezuela, como en otros países de la región, está presente el modelo feudal. En el marco histórico observa que en América Latina las instituciones que se crearon durante la conquista eran feudales porque tanto España como Portugal estaban en el Medievo, mientras que el resto de Europa transitaban el Renacimiento y en algunos otros territorios ya despuntaba la Ilustración.

Explicó que el feudalismo se distinguió por ser un sistema en el cual las relaciones económicas eran mercantilistas, un sistema de explotación económica basado en la extracción de rentas creadas por la vía de la restricción de las actividades económicas, creándose un proteccionismo en donde se beneficia a un sector y se condena a otro.

Mientras que, “una sociedad democrática, por el contrario, se nutre del ejercicio de la libertad, se fomenta la participación y la competencia en lo económico y se promueve al ascenso continuo de nuevas generaciones a las posiciones de mando, desde donde las sociedades modernas deben apuntalar”, concluyó.

FUENTE: ENTREVISTA BEATRICE RANGEL

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