LA HABANA.- En Cuba, donde las campañas políticas están prohibidas, quienes apoyan, y quienes no, el referendo constitucional convocado para el 24 de febrero próximo, han hecho de las redes sociales un escenario de "pugnas" con "hashtag" y "memes" que fijan posturas, una realidad inimaginable en la isla.
De acuerdo con un reporte de la agencia EFE, en La Mayor de las Antillas no se defiende o se enfrenta a la nueva Carta Magna con mítines o pasquines en eventos públicos, que por demás están prohibidos, sino con etiquetas que van de la aceptación a la negación y que incluso llaman a abstenerse.
#YoVotoSí, #YoVotoNo y #YoNoVoto, comienzan a ganar espacio en las redes sociales en un país que se inicia en el acceso "masivo" a Internet tras muchos años de "desconexión".
Hace apenas unas semanas de que uno de los países más desconectados del mundo habilitara el servicio 3G en los teléfonos móviles, un paso que siguió a la posibilidad, limitada, de acceder a Internet desde los hogares que se inició en 2017.
De este modo, los cubanos de la isla ganan protagonismo en los debates que, tradicionalmente, habían sostenido sus coterráneos, pero que residen en el extranjero, lo cual aporta nuevos matices desde la perspectiva de los que viven y padecen la realidad cubana.
Con la llegada de Internet a los celulares, apunta el reporte de EFE, ahora son muchos los ciudadanos que comienzan a opinar desde la isla.
"A medida que se desplaza hacia plataformas digitales, el debate se hace mucho más abierto e impredecible, especialmente en Facebook, que es más popular (en Cuba) que el elitista Twitter", afirmó a la agencia de noticias el sociólogo especializado en asuntos cubanos Ted Henken, del Baruch College de Nueva York.
Un ejemplo del debate en Facebook está en el grupo "Reforma Constitucional de Cuba", que cuenta con algo más de 2.500 miembros y en el cual pueden leerse opiniones a favor y en contra de la propuesta de nueva carta magna, expresadas en general de manera bastante cívica.
Para Henken, las plataformas sociales están sirviendo para "nivelar el campo de juego y forzar la interacción verbal a niveles sin precedentes entre el oficialismo y las voces críticas", en un terreno, además, al que el régimen "llega con relativo retraso y que está hábilmente dominado por actores independientes".
El académico se refiere así al desembarco en Twitter del designado gobernante Miguel Díaz-Canel y casi todos sus ministros, con quienes los cubanos, poco acostumbrados a tutearse con sus dirigentes, han comenzado ahora a "tratar" virtualmente.
Sucede que en las últimas semanas, el mandatario ha incorporado las etiquetas de #SomosCuba y #SomosContinuidad en casi todos sus tuits, a los que ha agregado con cierta frecuencia #YoVotoSí y #NosotrosVotamosSí, consignas que el resto de los dirigentes oficialistas de la isla han reproducido de inmediato en esa plataforma.
Esta "novedosa" manera de "hacer campaña" oficialista en Cuba contrasta, por ejemplo, con la negativa del monopolio de las telecomunicaciones en la isla, ETECSA, a quien los grupos defensores del "NO" han denunciado porque censura el contenido de los mensajes SMS, los cuales no llegan al receptor si incluyen consignas como #YoVotoNo, pero sí son cobrados.
En una comprobación realizada por EFE, los SMS con la etiqueta #YoVotoSí fueron recibidos por su destinatario, pero los que contenían #YoVotoNo nunca llegaron.
En opinión del diplomático retirado y analista político Carlos Alzugaray, "los órganos del estado deben ser neutrales y en caso de publicidad electoral debe estar identificado quién la financia", aunque precisa que "la propaganda por el 'sí' y por el 'no' empezó antes de que el texto fuera publicado, cuando lo cívico es decirle a la gente que examine la Constitución y vote en conciencia".
Fuera de lo que está aconteciendo recientemente en las redes sociales, el debate sobre el referendo constitucional está supeditado al control estatal, y los detractores de la nueva Carta Magna no tienen cabida ni en la televisión ni en la prensa escrita: "Es importante tener en cuenta que muchos cubanos aún están desconectados y dependen mayoritariamente de los medios estatales para recibir información", acota Ted Henken.
"Hay gente exigiendo que se le dé un espacio al "no" en la televisión" estatal, advierte Alzugaray.
"¿En qué medida esta situación quedará reflejada en los resultados del referendo? Solo después del 24 de febrero seremos capaces de calibrar el impacto real de este verdaderamente inédito debate en las redes sociales", concluye Henken.
FUENTE: Con información de EFE