CARACAS.- 161 años después de que Venezuela se convirtiera en el primer país del mundo en abolir la pena de muerte, el régimen de Nicolás Maduro otorga esta condena a los presos políticos, al negarle la atención médica necesaria para tratar las distintas condiciones de salud que presentan.
La mañana de este jueves, 14 de noviembre, falleció bajo custodia de la tiranía chavista Jesús Manuel Martínez Medina, testigo electoral detenido el pasado 29 de julio en el estado Anzoátegui (noreste), días después de que sus familiares y defensores de derechos humanos emprendieran una campaña a través de las redes sociales solicitando atención médica especializada ante su delicado estado de salud.
Martínez Medina, de 36 años de edad, padecía diabetes tipo II y problemas cardíacos. Desde su detención, "Manolin", como le conocía cariñosamente sus familiares y amigos, estuvo recluido en una sede policial en la ciudad de Lechería, donde le comenzaron a salir unos abscesos en la piel, que se le extendió por toda la pierna, hasta convertírsele en una necrosis.
Régimen negó atención médica
En redes sociales alertaron que su situación de salud "cada día se complicaba más" desde que fue trasladado al hospital Luis Razetti de Barcelona, capital de Anzoátegui, donde lo llevaron cuando la infección tomó toda su pierna.
"Jesús Manuel fue testigo de mesa en las elecciones, en Aragua de Barcelona, estado Anzoátegui. Desde hace unos días se pedía en las redes sociales por atención médica especializada y urgente, ya que tenía necrosis en las piernas por la diabetes que padecía, agravada por los maltratos sufridos, la falta de atención sanitaria y las condiciones inhumanas de la prisión", denunció la defensora de DDHH Tamara Suju, directora del Instituto Casla.
A parte de la atención medica oportuna, el régimen le negó al joven el acceso a exámenes especializados para determinar si su pierna requería amputación dada la gravedad de sus infecciones. El juez se negó a firmar la orden de traslado, al alegar que la solicitud debía ser "gestionada" por Caracas.
"Su 'delito' fue ser testigo electoral de Edmundo González Urrutia en las elecciones presidenciales, un derecho fundamental que el régimen convirtió en motivo de persecución. Jesús pasó sus últimos días preso, víctima de un sistema que castiga la verdad y la esperanza de cambio", señaló el dirigente político Eduardo Battistini.
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Perseguido y estigmatizado
A través de las redes sociales, dirigentes políticos, activistas de derechos humanos y partidos opositores condenaron el fallecimiento de Medina Martínez, uno de los 1,848 presos políticos que detuvo el régimen en medio de la ola de persecución y represión que desató Maduro cuando decidió robarse las elecciones presidenciales, que ganó por más de siete millones de votos el diplomático opositor, Edmundo González Urrutia.
"Le negaron todos sus derechos, incluyendo la atención médica básica. Lo condenaron a muerte. Fue perseguido y estigmatizado por el fiscal del horror Tarek William Saab, que suma otra víctima a la larga lista que tiene en su haber. El juez que le negó el traslado tendrá que pagar este asesinato y el defensor público que no hizo gestiones a su favor también es responsable de esta atrocidad", resaltó el exfiscal venezolano, Zair Mundaray.
El abogado penalista y defensor de los DDHH denunció que en la cadena de mando de la ilegal detención y muerte de Medina Martínez se encuentra la alcaldesa del municipio Aragua de Barcelona, Cruz Torrealba. "Sin prueba alguna lo acusó de terrorista y el sistema de 'justicia' por instrucciones de Tarek William Saab, lo privó de libertad, negando la atención médica que necesitaba", apuntó.
Magalli Meda, jefa del Comando con Venezuela, responsabilizó a las "fuerzas represoras, jueces y, por supuesto, a quienes dieron las órdenes".
"Un joven que simplemente se apaga porque unos muy pocos se niegan a entregar el poder a pesar de que ya nadie los quiere", subrayó.
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Exigen justicia
El partido opositor Primero Justicia (PJ) indicó que al joven preso político, que solo estaba "luchando" por el retorno de la democracia en Venezuela, "lo dejaron morir lentamente".
"Murió injustamente bajo la custodia del régimen, sumándose a la lista de presos políticos que han muerto en sus manos y sin nadie que se haga responsable. Expresamos nuestras más sinceras condolencias a sus familiares y amigos, exigimos JUSTICIA para la muerte de Jesús Manuel", expresó.
Voluntad Popular (VP), por su parte, señaló que a pesar de todas las advertencias sobre su delicada salud, el régimen "decidió condenarlo a la muerte, al negarse a prestarle atención médica".
"Este trato cruel a los presos políticos evidencia la grave violación de sus derechos humanos, tal como hemos venido denunciando ante la opinión pública y la comunidad internacional en diferentes instancias. El caso de Jesús no puede repetirse; este país no tolera más muertes", aseveró.
Por su parte, la ONG Justicia, Encuentro y Perdón rechazó la "falta de atención médica oportuna" de la que fue víctima el joven, que recordó es una "violación flagrante a los derechos humanos a la salud y a la vida, y un acto de crueldad".
"Exigimos justicia para Jesús Manuel Martínez Medina y hacemos un llamado a las autoridades para que respeten y garanticen los derechos humanos de todas las personas privadas de libertad, cuya absoluta responsabilidad es el Estado", enfatizó.
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FUENTE: Con información de redes sociales / Redacción DLA