MIAMI. - Dentro de las enfermedades más frecuentes de la piel se encuentra la dermatitis atópica.
La dermatitis atópica es una enfermedad de la piel con gran impacto en la vida social, laboral y afectiva de los pacientes
MIAMI. - Dentro de las enfermedades más frecuentes de la piel se encuentra la dermatitis atópica.
La dermatitis atópica es una afección que hace que la piel se seque, pique e inflame. Es común en los niños pequeños, pero puede aparecer en cualquier momento de la vida. Se trata de una dolencia crónica que suele empeorar periódicamente. Aunque genera irritación, no es contagiosa.
También conocida como eccema atópico (afección cutánea caracterizada por vesículas rojizas y exudativas que originan costras y escamas) produce una picazón intensa en cualquier parte del cuerpo, asociada con una lesión cutánea y heridas.
El 14 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Dermatitis Atópica. Esta enfermedad tiene un gran impacto en la vida social, laboral y afectiva de los pacientes.
De acuerdo con la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Crónica, 50% de los pacientes con dermatitis atópica padece episodios de depresión o ansiedad.
La Sociedad médica indica también que, este tipo de dermatitis, es causada "por una inflamación en el organismo, la cual puede ser provocada por la hiperactividad del sistema inmunitario".
De esa manera, señala, su morfología y distribución corporal puede variar en función de la edad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que cerca de 230 millones de personas padecen de dermatitis atópica. Esta enfermedad es originada por una inflamación en el organismo, pudiendo ser esta provocada por la hiperactividad del sistema inmunitario, pudiendo variar su morfología y distribución corporal en función de la edad.
En este caso, las personas afectadas no solo viven los efectos en la piel como el enrojecimiento, hinchazón y lesiones, también padecen el efecto debilitador en sus vidas diarias y que se manifiesta en el picor persistente, la piel agrietada, gruesa y supurante
En algunas personas, este tipo de dermatitis se relaciona con una variación genética que afecta la capacidad de la piel de ofrecer protección. De esa manera, con una capacidad de protección más débil, la piel no puede retener la humedad y brindar protección contra bacterias, irritantes, alérgenos y factores medioambientales.
En otros pacientes, la enfermedad aparece a partir de la proliferación de la bacteria Staphylococcus aureus en la piel. Por otra parte, una capacidad de protección débil desencadena una respuesta del sistema inmunitario que provoca, entre otros síntomas, la inflamación de la piel.
Dentro de los síntomas documentados sobre esta enfermedad se encuentran:
Para la atención de la dermatitis atópica se recomienda mejorar la barrera cutánea, evitar la deshidratación y tratar la inflamación en las fases agudas de la enfermedad.
Generalmente, se aplican corticosteroides tópicos o inhibidores de la calcineurina, todo bajo supervisión médica. El especialista hace seguimiento del comportamiento de la enfermedad y recomienda mantenerse alerta ante posibles infecciones. En este aspecto, en cuanto a tratamientos tópicos se han producido novedades y hay otros fármacos en fases avanzadas de investigación.
Asimismo, se recomienda el uso de loción, crema o ungüento (como vaselina) dos o tres veces al día. Según las recomendaciones médicas, los humectantes deben ser libres de alcohol, esencias, colorantes, fragancias u otros químicos.
FUENTE: OMS, Sociedad Española de Alergología e Inmunología Crónica, Medline Plus